El debate de orientación política en Asturias anticipa un ciclo electoral marcado por la polarización

A falta de que cada grupo registrara sus propuestas de resolución, que se votarán en el pleno de mañana viernes, los partidos con representación en la Junta General cerraron la sesión, maratoniana, de la mañana del martes con un regusto agridulce, como si la próxima campaña electoral no estuviera en un horizonte de dos años sino en unos pocos meses por delante. El ciclo político asturiano, tras años de parlamentos muy fragmentados, se dirige a un nuevo entorno de dos bloques cada vez más definidos.

Es así que fueron constantes las referencias del presidente asturiano, Adrián Barbón, a la expectativa de una auge en el respaldo electoral de Vox «hasta el 20% en expectativa de voto» que iría en mengua de los apoyos del PP y que obligarían a estos a tener una mayor dependencia de los de Abascal. No en vano, ya en el primer día del debate, Barbón afirmó que había un riesgo cierto de que hubiera un gobierno con extrema derecha en Asturias y no dejó de apelar a que acuerdos como el de su Ejecutivo, «un gobierno reformista de progreso» junto con Convocatoria por Asturias, que incluye a IU, serán la única alternativa para frenarlo.

Antes el líder del PP asturiano, Álvaro Queipo, había empezado fuerte diciendo que para que Asturias tenga futuro hay que «acabar con el régimen socialista» (algo que le afeó Barbón, recordando además las referencias a las fosas de Miguel Tellado) y llevó al pleno las tradicionales rebajas fiscales que suelen componer la propuesta económica del partido y también un reto directo a Barbón emplazándoles a ir juntos a La Moncloa a pedir la supresión del peaje del Huerna.

La vía de pago, la única conexión por autopista entre Asturias y la meseta, tiene prorrogado el peaje hasta el año 2050 por una decisión de Francisco Álvartez-Cascos siendo ministro de Fomento en el segundo mandato de José María Aznar como presidente. La Comisión Europea ha declarado que esa prórroga fue ilegal, pues no se sacó a concurso sino que se concedió 'a dedo' a Aucalsa. Pero lo cierto es que el gobierno socialista actual tiene intención de defender la prórroga ante los tribunales europeos aduciendo el oneroso coste de la indemnización que tendrá que abonar el estado a Aucalsa por lucro cesante. La decisión de la Comisíón Europea llegó gracias a una denuncia del exsecretario general de Podemos, Daniel Ripa, hoy expulsado de la formación. Igualmente todos los grupos del presente se lanzaron el peaje como si fuera algo ajeno.

A la derecha Barbón se encontró además de un PP que, al menos de cara a la galería, se presenta ya como ganador; con un Foro que consideró diluido ya en el casa grande de la derecha, «PP ampliado» y un Vox que de boca de Carolina López, repitió un discurso apocalíptico sobre la situación de Asturias y datos erróneos sobre la población, el empleo, o la creación de empresas.

A la izquierda el presidente se encontró con una Covadonga Tomé que se sabe determinante para la aprobación de los presupuestos pero que, al menos en los últimos ejercicios, siempre ha encontrado un punto de encuentro para la negociación, siendo su voto el único que falta a los partidos del gobierno para la mayoría absoluta. Y esa es la otra cuestión a la izquierda, la del otro partido en el gobierno.

Subió al atril Xabel Vegas como portavoz de Convocatoria por Asturias y aunque defendió el acuerdo del ejecutivo, y lo cierto es que todos los grupos de este espectro manifestaron en diferentes grados su preocupación por el crecimiento de la extrema derecha, lo cierto es que tuvo críticas de calado para el consejo de gobierno presidido por Barbón.

Entre ellas, además de considerar que le faltó previsión en la huelga educativa, Vegas cargó contra la autorización de universidades privadas o la instalación del hospital Quirón en Gijón, que considera «incoherente con la defensa de la sanidad pública». También criticó la aplicación de la Ley de Proyectos Estratégicos a iniciativas como Costco o la mina de Salave. Son algunos de los asuntos que más fricciones han despertado en el seno del Gobierno y que, a mitad de la legislatura, siguen candentes.

 Los anuncios de Barbón

Con todo el pleno dejó anuncios de relevancia. Casi en directo, mediante un mensaje del consejero de Ciencia, Borja Sánchez, que hizo a Barbón señalar al pleno que el gobierno central había dado luz verde al anillo central en la planificación eléctrica española con horizonte 2030, lo que debería suponer duplicar la capacidad actual de la red en el centro de Asturias.

Además, Barbón, anunció en el Debate de Orientación Política tres medidas clave que marcarán la agenda política y económica de los próximos años en Asturias: nuevas deducciones en el IRPF por hijos, el saneamiento total de la cabaña ganadera y la incorporación de la gratuidad de la matrícula universitaria en los presupuestos de 2026. 

En materia fiscal, Barbón detalló que las deducciones por hijos se ampliarán: 600 euros por el primero y hasta 2.200 por dos hijos, siempre con límites de renta (35.000 euros en declaraciones individuales y 45.000 en conjuntas), con el objetivo de apoyar a las clases medias y trabajadoras y favorecer la natalidad. En el ámbito agrario, reafirmó el compromiso de llevar a cabo el saneamiento al 100% de la cabaña ganadera asturiana, pese a que los indicadores actuales no obligarían a ello, como un gesto de respaldo al sector y a sus demandas históricas.

Por último, en el terreno educativo, Barbón se comprometió a abrir la negociación para avanzar hacia un sistema público que abarque desde la primera infancia hasta la universidad, con gratuidad de matrícula en todos los grados universitarios de la Universidad de Oviedo a partir de 2026. La medida estaría condicionada al rendimiento académico en el primer curso, de forma que quienes lo superen con éxito puedan continuar sus estudios sin coste en los años siguientes. El presidente defendió que esta apuesta consolidará un modelo de acceso universal a la educación superior en Asturias.

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