Un estudio sitúa al Principado en el cuarto puesto de España en muertes por atropello: un 23,1% de los fallecidos en accidentes en las vías asturianas se deben a esta causa
06 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La siniestralidad en las vías públicas sigue siendo un problema en Asturias, y una parte considerable de los fallecimientos en accidentes viene de atropellos. El informe «Caminar seguros. Accidentalidad y riesgos de los peatones en España (2014-2023)», elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Fesvial, sitúa a Asturias en uno de los puestos más altos del ranking de fallecimientos por atropello.
Se trata de una cifra relativa. En la última década, más de 124.000 siniestros con peatones implicados han acabado con cerca de 3.500 fallecidos en España, que representan el 20% del total de muertos en siniestros de tráfico. En Asturias, la proporción sube al 23,1%. Es decir, casi una de cada cuatro víctimas mortales de accidente en la región es un peatón. Esa cifra, bastante por encima de la media nacional, solo la superan Galicia (24%), Canarias (27%) y Madrid, que con un 31% se sitúa en primer lugar.
En Asturias, en la última década, hubo 3.573 atropellos, con 82 peatones fallecidos y 3.491 heridos. El informe sitúa tres vías asturianas como puntos negros para los viandantes: la calle del Muelle en Avilés, la calle Jovellanos en Gijón y la calle General Elorza en Oviedo. En cada una de ellas se han registrado dos atropellos mortales en los últimos diez años, un dato que convierte a estos ejes urbanos en los más peligrosos de la región.
El viandante no suele ser, con su comportamiento, el causante de la mayoría de los accidentes. En el 72% de los casos, los peatones no habían cometido ninguna infracción. Sin embargo, sí ha habido factores que incrementaron el riesgo. Uno de ellos, el consumo de alcohol. El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses señala que el 41% de los peatones fallecidos en España había consumido alcohol, drogas o psicofármacos, sustancias que alteran la percepción y ralentizan los reflejos. Las infracciones más comunes de los conductores son no respetar los pasos de cebra, saltarse semáforos o circular con exceso de velocidad.
En cuanto a las infracciones más frecuentes de los peatones, cuando las hay, son cruzar fuera del paso de cebra (16%), caminar por la vía de forma indebida (5%) y saltarse semáforos (4%). El informe identifica, asimismo, al llamado «peatón tecnológico», una figura cada vez más presente en las ciudades: suelen ser jóvenes de entre 18 y 25 años que caminan con el móvil en la mano o auriculares en los oídos, especialmente en entornos universitarios o de ocio. El uso de estos dispositivos reduce la visión periférica y la audición, lo que retrasa las reacciones ante un vehículo que se aproxima. El estudio se complementa con una encuesta realizada a una muestra de 1.700 peatones, para conocer sus hábitos y también siu percepción de la seguridad en las vías públicas. En ella se revela que casi cuatro de cada diez españoles utilizan el teléfono mientras cruzan la calle y un 35% lo hace incluso en lugares no permitidos.
Por otra parte, la encuesta refleja que los peatones en Asturias tienen cierta consciencia de fragilidad. Seis de cada diez encuestados creen que los pasos de cebra no son seguros porque muchos conductores no los respetan, ocho de cada diez consideran que la vigilancia sobre las conductas peatonales es escasa y tres de cada cuatro piensan que la normativa se aplica con más severidad a los conductores que a los peatones. Además, el 79% señala a los usuarios de patinetes y otros vehículos de movilidad personal como los que más incumplen las normas de circulación.
Con todo, el riesgo de los accidentes no se distribuye de manera uniforme. Aunque el 86% de los atropellos se producen en entornos urbanos, los ocurridos en carreteras son mucho más letales: la probabilidad de fallecer en un atropello interurbano es ocho veces mayor que en ciudad, debido a la velocidad de los vehículos. Pese a ello, en el ámbito urbano los atropellos ya representan el 42% de todas las muertes por accidente de tráfico en España.
En cuanto a la edad media de las víctimas, está en torno a los 45 años, pero los mayores de 65 duplican la tasa de mortalidad. Los hombres presentan más del doble de letalidad que las mujeres, aunque ellos mueren más en carretera y ellas en más en ciudad.
Las soluciones que piden los ciudadanos son sanciones más estrictas para los peatones que incumplen las normas, formación en seguridad vial en colegios e institutos y campañas de concienciación para los conductores. La directora de la Fundación Línea Directa, Mar Garre, insiste en la idea de corresponsabilidad: «todos, en algún momento, somos peatones, el colectivo más numeroso en el ámbito de la seguridad vial y también el más vulnerable», señala, y pude a los conductores que sean consciente de esta fragilidad del viandante. «Cualquier atropello, incluso los que se producen a baja velocidad, puede resultar fatal; en este sentido, es esencial que los conductores extremen la prudencia, moderen la velocidad y respeten las normas», concluye.