Un hito científico que da «ilusión y esperanza» para recuperar el urogallo en la cordillera Cantábrica

Marcos Gutiérrez REDACCIÓN

ASTURIAS

Urogallo cantábrico
Urogallo cantábrico

Recientemente el Centro de Recuperación de Animales de Valsemana (León) ha logrado criar con éxito 76 pollos de urogallo en cautividad, con un 84% de supervivencia. David Cubero, jefe de servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna de Castilla y León ve en este logro «un símbolo de esperanza de que no está todo perdido con el urogallo»

09 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El urogallo común está incluido en la categoría de «En peligro de extinción» en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, según Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas. Adicionalmente, la población cantábrica tiene la consideración de «En Situación Crítica» (Orden TEC/1078/2018, de 28 de septiembre). También figura en el anexo I de la Directiva Aves 2009/147/CE y en el anexo II del Convenio de Berna relativo a la Protección de Fauna Silvestre de Europa (para la población Cantábrica).

Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de acuerdo con el último recuento, la población de urogallo cantábrico ascendía a 209 ejemplares en 2024, cifra que podría ser sensiblemente más baja actualmente si se tienen en cuenta los incendios que han afectado recientemente a la cordillera cantábrica en Asturias y, especialmente, León.

El 56% de los ejemplares censados fueron machos y el 44% hembras, distribuidos en las provincias de León, con dos tercios de la población, y el Principado de Asturias con un tercio de los individuos, en los concejos de Degaña, Cangas de Narcea e Ibias. Recientemente el Centro de Recuperación de Animales de Valsemana ha logrado poner una de esas «picas en Flandes» científicas que abre una ventana a la esperanza de cara a la recuperación del urogallo Cantábrico.

El equipamiento leonés ha logrado criar con éxito 76 pollos de urogallo en cautividad de 105 huevos. En este sentido, se incubaron 105 huevos, con parámetros de fertilidad del 97%, consiguiendo un 85% de eclosión y un 84% de supervivencia.

Urogallo cantábrico
Urogallo cantábrico

David Cubero es el jefe de servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna, en la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. «76 es el número de pollos que tenemos vivos en este momento», apunta y añade que, además, «algunos de ellos ya son un primer cruzamiento de urogallos cantábricos y pirenaicos».

No duda a la hora de afirmar que el sentimiento es de «ilusión y esperanza» ante este logro. Considera que «es el fruto del esfuerzo de estos últimos años, de todo el equipo técnico que estamos trabajando, así como un símbolo de esperanza de que no está todo perdido con el urogallo», si bien «hay que seguir trabajando», ya que se trata de una especie cuya cría es «muy complicada». No obstante, asevera que «es un primer paso, porque ahora lo que hay que conseguir es la supervivencia de los pollos en campo, que sabemos que es difícil», si bien en otros lugares de Europa «se está consiguiendo, con un porcentaje que está entre el 10 y el 40%».

Apurando, se puede hablar de cifras del 20 al 25% de supervivencia «en función de las diferentes técnicas de liberación». Cubero resalta que «queda muchísimo trabajo y mucha humildad por delante», al tiempo que afirma que ahora se busca «aprender con estas liberaciones cuáles son las principales causas de mortalidad, la supervivencia, la dispersión...» de cara a «seguir dando pasos en favor de la reintroducción del Urogallo».

En esta temporada de otoño-invierno se van a liberar de manera progresiva y controlada 14 hembras y 26 machos en la provincia de León. «Ahora mismo, lo que se ha valorado en el grupo de trabajo es hacer la liberación en el entorno del Alto Sil, con una selección de zonas y técnicas de liberación que priorizan alta calidad de hábitat y el gran trabajo de control de predadores durante estos últimos años, realizado en colaboración con los ayuntamientos y las juntas vecinales»

«A lo largo de este otoño y primavera vamos a hacer la liberación con diferentes metodologías y diferentes tiempos de estancia en cercones de presuelta para estudiar si las diferentes fechas, épocas de liberación y tiempos de estancia en los cercones tienen influencia en la supervivencia y la dispersión», añade.

El jefe de servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna, en la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León celebra que se ha «conseguido dar un paso y con la tecla de la cría en cautividad, que ya es muy importante, pero es un eslabón pequeño dentro de la cadena», por lo que el objetivo ahora «es conseguir que los ejemplares liberados tengan supervivencia».

Para ello se está trabajando en «estudiar de forma muy detallada a estos ejemplares», mediante seguimiento GPS y por radiofrecuencia, para monitorizar su movimiento y los diferentes parámetros ecológicos de supervivencia, mortalidad y dispersión, entre otros.