Ángeles García, enferma de cáncer de mama: «Hay gente que cuando le dices lo que tienes piensa en la muerte»
ASTURIAS
Aunque el diagnóstico de la enfermedad la cogió por sorpresa a comienzos de 2022 y desde entonces ha tenido varias complicaciones, su determinación es «buscar el impulso para cuidarse» y no rendirse
19 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Hoy, 19 de octubre, se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, una jornada para visibilizar, sensibilizar y recordar que detrás de cada diagnóstico hay una persona con nombre, apellidos y una historia real. Bajo el lema de este año, ‘Nos lo tomamos a pecho’, María Ángeles García, vecina de un pueblo cercano a Candás de 60 años, comparte su testimonio con la esperanza de que su voz ayude a otras mujeres a cuidarse y a tirar para delante de la mejor manera posible en su lucha contra la enfermedad. La de ella comenzó tras las navidades de 2021 a 2022, cuando notó un bulto en el pecho que le cambió la forma de vivir. Desde entonces, convive con el cáncer de mama, pero también con una firme determinación: la de no rendirse.
María Ángeles cuenta que el diagnóstico de la enfermedad la cogió «de sorpresa» porque hacía unos meses que se había sometido a la mamografía rutinaria. En su caso, el nombre y apellido que le pusieron al tipo de cáncer de mama que tenía era «triple negativo», una definición que, confiesa, «no sabía bien lo que significaba ni tampoco que tipo de tumor era». Lo que le dijeron los médicos que tenía a favor era que «lo habíamos cogido muy a tiempo y no había ganglios afectados», por lo que en poco tiempo se sometió a quimioterapia, a una operación y a radioterapia, por lo que señala que «todo enfocaba bien» cuando terminó con todo el proceso a finales de septiembre de 2022. De hecho, en las siguientes revisiones que realizó todo salía bien y ella apunta que «me encontraba bastante bien».
La situación se volvió a torcer para esta candasina cuando en una revisión aleatoria que realizó en 2023 le detectan «unos ganglios sospechosos en la clavícula», que los médicos achacaron que era «consecuencia del cáncer que había tenido». María Ángeles relata que de nuevo tuvo que someterse ese año a sesiones de quimioterapia y radioterapia, sesiones que concluyó a finales de ese mismo año, quedándose tras la realización de un TAC con un tratamiento de inmunoterapia.
Pero en 2024 llegaron los dolores de cabeza y en un nuevo TAC le detectan dos tumores en el cerebelo, razón por la cual tuvo que suspender el tratamiento de inmunoterapia para volver a someterse a sesiones de radioterapia y a una cirugía. «Hasta que en otra revisión rutinaria me vieron que tenía metástasis en el hígado», añade la misma, que señala que de nuevo tuvo que empezar con sesiones de quimioterapia en abril de este año porque también le han visto «manchas en las vértebras», por lo que en la actualidad sigue teniendo que hacer ese tratamiento de quimio, un tratamiento que manifiesta «me sienta fatal porque me genera muchos efectos secundarios y cada vez que me lo ponen estoy cuatro días en la cama».
«Tengo ánimo y fuerza»
Pese a las complicaciones que ha tenido su enfermedad, María Ángeles habla de su caso desde la fortaleza y, de hecho, asegura que «tengo ánimo y fuerza» porque, aunque al principio, como decía, «me cogió por sorpresa y tenía todas las emociones de por qué me había pasado, cuando meditas te das cuenta de que a todo el mundo le pasan cosas», relativiza la misma, que pone de relieve que en la lucha contra el cáncer «todo el mundo lo hace lo mejor posible».
En su caso dice que «mi fortaleza nació cuando lo acepté, pero no me resigné» porque, añade, «la vida continua y lo que se necesita es fortaleza para asumir lo que te vayan diciendo». Para llegar a ese punto, indica que le valió mucho introducir la meditación en su vida, saber respirar y contar con la ayuda de los psicólogos de la Asociación Española contra el Cáncer, una asociación a la que anima a pedir ayuda a todas las personas que puedan encontrarse ante las incertidumbre y miedos que genera la enfermedad porque considera que hacen una labor muy valiosa para que cada persona «busque la forma de que todo vaya a favor» gracias a que hay grandes profesionales: «te acompañan y siempre saben cómo ayudarte», ensalza porque «mi experiencia ha sido muy positiva».
También destaca María Ángeles que su fuerza tiene que ver con que «a las personas que tengo a mi alrededor, tengo que hacer que les sea fácil. Por mí la primera, pero por los que me rodean, también». Y es que dice que, por suerte, «tengo una familia que me acompaña, son importantes para mí y tienen mucho peso en mi día a día», porque algo que pone de relieve es que «ser acompañante también es muy difícil y yo me pongo en su lugar», manifiesta la misma, que agrega que «me hace feliz que cuando estoy bien, me vean bien». En este sentido, considera que, de quienes están alrededor, «todo el mundo lo hace lo mejor posible y ellos también tienen mucho mérito».
No obstante, también dice que, en estos años, desde que le diagnosticaron la enfermedad, «muchos amigos se han quedado por el camino» y que, al final, «te das cuenta de que se quedan los que son de verdad». Lo que traslada María Ángeles García por su experiencia es que «hay gente que quiere estar y está al principio, pero después te dejan de llamar», algo que achaca a que «el miedo», quizá a hablar de la enfermedad, «paraliza mucho». Es más, pone el acento en que «hay gente que cuando le dices que tienes esta enfermedad piensa en la muerte».
«Cuidarte es parte de la fortaleza mental»
Pero su máxima es otra: «hay que vivir al día y no pensar en mañana», señala la misma, que tras estos años de lucha contra el cáncer dice que «hay que aceptar que hay que convivir con ella y con los efectos secundarios». Eso sí, María Ángeles se ha enfocado en minimizarlos en la medida de lo posible y una de las maneras que ha encontrado es a través de la alimentación: «cambié mi alimentación, quité cosas como el azúcar y me he sensibilizado con comer bien», aunque sabe que «comer sano y bien es dedicarle tiempo a la cocina» y que hay momentos en los que por los efectos de su tratamiento le cuesta más. Sin embargo, entiende que «cuidarte es parte de la fortaleza mental», por lo que ha optado por rechazar la comida procesada y apostar por la comida saludable. En este sentido, defiende que cuando uno acude a comprar al supermercado «la comida procesada debería ser muy cara y la comida sana muy barata», algo que actualmente no ocurre y que cuando va a hacer la compra «me horroriza» porque sabe que una buena alimentación es fundamental para tener una buena salud o para mejorarla.
Con esto, María Ángeles quiere decir a quienes estén en estos momentos con problemas o dificultades de salud que «hay que buscar el impulso de cuidarte tú» tanto a través de la alimentación como del ejercicio porque en la lucha contra el cáncer «es fundamental para tener bienestar».