Asturias hará «cacerías específicas» de lobos para controlar la población de la especie
ASTURIAS
Hasta el momento se han abatido doce ejemplares y se han encontrado otros ocho muertos por causas naturales o accidentales
13 nov 2025 . Actualizado a las 15:24 h.Asturias está ultimando los expedientes que permitan organizar «cacerías específicas» de lobos fuera de las reservas regionales -zonas del occidente del Principado, especialmente- y continuará con los controles de poblaciones de la especie con el objetivo puesto en cumplir con el Plan de Gestión «de forma escrupulosa».
Así lo ha anunciado este jueves el consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos, tras informar al Comité Consultivo del Lobo de la evolución del Plan de Gestión puesto en marcha el pasado abril y que estará vigente hasta finales de marzo, periodo en el que se contempla extracción de un máximo de 53 lobos dentro de las reservas regionales de caza.
Hasta el momento se han abatido doce ejemplares -uno más de los anunciados la semana pasada por el consejero- y se han encontrado otros ocho muertos por causas naturales o accidentales por lo que, según Marcos, el grado de cumplimiento se sitúa en el 38%.
Marcos, que ha reconocido que han sido varias las organizaciones agrarias las que hoy han mostrado su malestar por el grado de ejecución del plan control poblacional, ha negado que desde la administración hayan mostrado satisfacción ya que para estarlo debería haberse registrado ya, al menos, un 50% de cumplimiento.
No obstante, ha advertido que, mientras desde la derecha se decía que no se estaba haciendo un control poblacional de lobos, no se puede negar que se está ejecutando el plan y que se toman medidas para que pueda cumplirse y que se haga de forma garantista y escrupulosa.
El consejero ha recordado que hasta ahora sólo el método clásico ha sido eficaz, ya que los doce lobos abatidos lo han sido por agentes medioambientales y ninguno en las cacerías llevadas a cabo en reservas regionales que contaban con autorización también para disparar contra estos cánidos.
De las 37 cacerías autorizadas para abatir lobos, 14 no aceptaron y ocho no se celebraron, mientras que no hubo éxito en el resto, ha señalado el consejero tras reconocer que algunas organizaciones le han trasladado que hay miedo por parte de los cazadores a participar por falta de garantías jurídicas.
«La resolución que autoriza que puedan participar cazadores voluntariamente tiene garantías jurídicas suficientes porque la responsabilidad es del consejero, no de los que participan», ha afirmado Marcos, para quien no se puede reprochar a su departamento que no esté siendo proactivo. De hecho, ha anunciado que están elaborando expedientes para organizar cacerías específicas de lobos en zonas que no son reservas regionales de caza «para contribuir al programa de control poblacional con garantías jurídicas».
«Tenemos un compromiso claro para seguir haciendo controles poblacionales y no estamos en otro tipo de intereses que quieren que el programa sea fallido», ha añadido, tras insistir en que él nunca ha trasladado euforia en cuanto al grado del cumplimiento del plan y que se espera que durante este otoño y el invierno «los controles puedan ser más efectivos».
Plan de gestión
El Plan de Gestión fija los periodos para realizar extracciones en dos franjas del año: de enero a abril y de septiembre a diciembre, con extracciones puntuales entre mayo y agosto en casos concretos dado que el verano es tradicionalmente la época con menor eficacia del programa, mientras que el otoño y el invierno son las más propicias para la localización y control de ejemplares.
El programa prevé la extracción de seis lobos en la zona noroccidental, otros tantos en El Palo-Esva y el mismo número en el centro-occidental, cuatro en el suroccidente, ocho en la centro-oriental,y cuatro en el entorno de Picos de Europa, así como otros once, como mínimo, en áreas que queden fuera del ámbito del Plan de Gestión del Lobo que podrán abatirse durante todo el año.
El lobo tiene actualmente presencia en el 85% del territorio asturiano y está conectado con el de las autonomías vecinas, de modo que su hábitat abarca una superficie de 8.300 kilómetros cuadrados. Según los últimos estudios del Principado, en la comunidad hay 45 manadas, de las cuales 42 son reproductoras, mientras que la población estimada se sitúa entre los 345 y los 400 animales. En el Comité Consultivo del Lobo están representados, además de la administración autonómica, ayuntamientos, organizaciones agrarias, cazadores, grupos conservacionistas y expertos en fauna silvestre.