Huelga médica en Asturias: un 60 % de seguimiento según el Simpa, un 11 % para Salud

La primera jornada de la huelga facultativa contra el borrador del estatuto marco que plantea el Ministerio de Sanidad está siendo secundada por más del 63% de la plantilla de médicos en hospitales, y del 43% en Atención Primaria, según el Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa), porcentaje que la Consejería de Salud reduce al 11,03%.

Médicos de toda España, unos 3.800 de ellos en Asturias, están llamados a secundar, desde este martes, cuatro días de parón consecutivos contra el estatuto marco del Ministerio de Sanidad y para reivindicar uno propio que reconozca sus particularidades en la que supone la tercera huelga de batas blancas en seis meses.

La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) han decidido mantener sus protestas porque insisten en que este colectivo merece más que un capítulo específico dentro del texto global de la ley que rige las condiciones laborales de todos los trabajadores del Sistema Nacional de Salud, sanitarios y no sanitarios.

En Asturias, la Plataforma Médica del Servicio de Salud del Principado (Sespa) respalda esta movilización y ha convocado hoy y mañana concentraciones ante centros de salud y hospitales, así como una manifestación para la tarde del día 11 que discurrirá entre la Plaza de España y La Escandalera, en oviedo.

Trabajo digno y seguro

Ante el Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, se concentraron al mediodía más de medio centenar de facultativos que han coreado consignas como «Queremos sanidad, no precariedad» o «Mónica escucha, estamos en lucha» y exhibido pancartas en las que se podía leer «Unidos por un estatuto digno».

Según ha señalado a EFE una portavoz del colectivo en huelga, Carolina García, se mantienen las mismas reivindicaciones que en las anteriores dos protestas, que se resumen en la posibilidad de los médicos puedan llevar a cabo su trabajo «con dignidad y seguridad». Para ello, reclaman que se ponga un límite a la jornada semanal, que en la actualidad puede llegar a las 60 o 70 horas por guardias que pueden ser de 17 o 24 horas continuadas, que éstas computen para la jubilación y que estén mejor pagadas.

Es preciso un estatuto justo y propio, o al menos con un capítulo específico que de posibilidad de negociar las condiciones laborales de los facultativos, que se encuentran actualmente infrarrepresentados, ha señalado la portavoz, que ha asegurado que el seguimiento de la huelga está siendo bastante elevado en servicios quirúrgicos.

Para el secretario general del Simpa, José Antonio Vidal, a pesar de los «servicios mínimos abusivos» decretados por Salud, «el seguimiento está siendo altísimo» y está provocando retrasos en consultas y la suspensión del algunas intervenciones quirúrgicas no urgentes.

Rechazo frontal

Según Vidal, están notando también la comprensión de los pacientes al conocer que los médicos tienen «unas condiciones laborales tan malas». Ante el la posición que mantiene el Gobierno, que no se plantea retirar el nuevo estatuto de sanidad, Vidal ha señalado a EFE que con esa decisión se enfrenta «al rechazo frontal de todo un colectivo« y va a derivar en »el choque de un tren imparable contra una piedra inamovile».

En su opinión, la desafección creciente de un personal muy cualificado como es el médico «por la cabezonería del ministerio» puede hacer que el sistema público siga perdiendo profesionales que decidan irse a trabajar a otros países o a la privada, «y serán los pacientes quienes lo sufran».

Las reivindicaciones de los factultativos han contado con el apoyo de la diputada del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, pediatra de profesión, y de la portavoz de Sanidad del Partido Popular, Pilar Fernández Pardo, que ha reclamado la retirada inmediata el borrador estatuto marco y que se negocie y consensúe con comunidades autónomas, colegios profesionales, sindicatos y sociedades científicas.

El nuevo parón llega pocos días después de que los sindicatos del ámbito de negociación del estatuto marco (UGT, CCOO, CSIF, SATSE-FSES y CIG-Saúde) hayan programado otra huelga indefinida en enero pero por el motivo contrario: rechazan de plano que los médicos tengan una ley propia y critican la «deslealtad» del Ministerio por haber tenido negociaciones «paralelas» con CESM y SMA para tratar las condiciones de estos profesionales.

Desde el Ministerio, por su parte, apelan a la «responsabilidad colectiva» de no bloquear el texto porque ello supondría perder una «oportunidad histórica» de reformar una ley que lleva dos décadas paralizada.

Defiende que el texto pone fin a la inestabilidad mediante ofertas públicas de empleo obligatorias cada dos años, reduce las guardias de 24 horas a un máximo de 17, delimita el número de las que se pueden hacer semanalmente o reconoce que las libranzas o descansos obligatorios, previos y posteriores a las mismas, no generen deuda horaria, entre otras muchas mejoras.

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