La montañera, espeleóloga y cineasta asturiana rinde homenaje en «Lady Everest» a la figura la figura de Junko Tabei, cuyo hito «quedó en silencio por ser asiática y mujer», si bien inspiró a generaciones de montañeras y también «defendió la protección del medio ambiente mucho antes de que fuera una preocupación global»
11 dic 2025 . Actualizado a las 10:48 h.El 11 de diciembre, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de las Montañas, se ha presentado «Lady Everest», un documental que pone en valor la figura de Junko Tabei (fallecida en 2016), la primera mujer en ascender el Everest (Cordillera del Himalaya, 8.849 metros). Tabei alcanzó la cumbre el 16 de mayo de 1975, apenas doce días después de sobrevivir a una avalancha a 6.300 metros mientras dormía, un episodio que marcó profundamente aquella expedición histórica y que subraya aún más la dimensión de su hazaña. A pesar de ser un hito mundial, su trayectoria continúa siendo poco reconocida fuera de los círculos especializados.
La obra recupera la vida de una montañera que desafió los límites de su tiempo y que con apenas 1,52 metros de estatura, madre de una niña pequeña y en una sociedad japonesa que no concebía el alpinismo como un espacio para las mujeres, alcanzó la cima del mundo impulsada por una determinación inquebrantable. Tras escalar todas las cumbres más altas de Japón, lideró una expedición histórica al Everest que cambiaría para siempre la presencia femenina en la alta montaña.
El documental se desarrolla a través de una narrativa íntima y profundamente humana. Es obra de la directora asturiana Isabel Díaz Novo (Gijón, 1973), especialista en historias de mujeres montañeras y realizadora de obras como «Pirineístas, mujeres y montañas» (premiado en 2022), «Infiltradas, nadando bajo la tierra», «Himalaya subterráneo» o «Picos de Europa».
También es productora del documental francés «Everest Invaders», impactante cinta que narra la basura acumulada en el Everest, del director Jean-Michel Jordá, con 7 galardones y difusión internacional. Díaz Novo, que comparte la pasión por las montañas con la protagonista de este documental, explica que «Lady Everest» es la oportunidad de rescatar la historia de «una mujer extraordinaria que quedó en silencio por ser asiática y mujer». La vida de Junko Tabei no sólo inspiró a generaciones de montañeras, sino que también «defendió la protección del medio ambiente mucho antes de que fuera una preocupación global». Su «determinación», su «sensibilidad» y «fortaleza mental» la llevaron a la cima del mundo, y el deseo de la cineasta asturiana «es que este documental le devuelva el lugar que merece en la memoria colectiva».
El proyecto incorpora entrevistas fundamentales con personas cercanas a Tabei tales como su marido Masanobu Tabei, su hijo Shinya y la montañera Yumiko Hiraki, amiga íntima de la alpinista. Estos testimonios íntimos se combinan con viajes a lugares clave de su vida como Japón, el Monte Fuji, el Annapurna III (Nepal) -donde abrió una ruta que sigue sin repetirse- y el Aconcagua (Argentina), donde vivió experiencias decisivas que marcaron su relación con la montaña. Además, el documental incluye pasajes de animación para recrear episodios esenciales de la infancia y trayectoria de Tabei, aportando emoción, cercanía y profundidad narrativa.
Más allá del alpinismo, Junko Tabei fue directora de Himalayan Adventure Trust of Japan, organización que trabaja a nivel mundial para preservar los entornos de montaña. Dedicó su vida a proteger y limpiar las montañas, promover la educación ambiental entre los jóvenes y apoyar a las comunidades afectadas por desastres naturales como el terremoto y tsunami de Fukushima en 2011.
En la creación de este documental, junto a Isabel Díaz Novo, participa su pareja Jean-Michel Jordá, productor de «Lady Everest» y director de más de 40 documentales. Explica que comenzó «a hacer montaña hace ya 20 años» y ahí se compró «un montón de libros, todos con historias muy interesantes, pero casi siempre de hombres como Reinhodl Messner o Bonatti».
Sin embargo «había muy poca documentación» sobre pioneras como Junko Tabei y, en general, «muy pocos hitos de mujeres alpinistas» datados adecuadamente. La idea de narrar la vida y logros de Tabei surgió cuando realizó «Pirineístas, mujeres y montañas», sobre las mujeres que en a principios del XIX descubrieron el Pirineo.
En su actividad como cineasta cita la influencia de su pareja, Jean-Michel Jordá, que le enseñó «a unir la afición a la montaña con contar historias». Isabel Díaz Novo considera que era «muy importante darle esa visión a nivel internacional a Junko Tabei, porque este año es el 50 aniversario de su gesta» y «en aquel momento solo fue importante en Asia y, sobre todo, en Japón, pero el resto del planeta, no».
La de la deportista nipona es «una historia bastante importante no solo del alpinismo, sino como gesta del mundo deportivo por parte de una mujer que rompió muchos techos de cristal». Y es que esta pionera «ya antes del 69 se fue al Himalaya a hacer un 7.000 y en aquella época, cuando ella empezó a hacer montaña estaba prohibido socialmente».
En este sentido, Tabei «con una excursión de la escuela descubrió que le gustaba mucho estar en contacto con la naturaleza, empezó a escalar y a ir de monte, lo que pasa es que ella se encontró con un problema, y es que quería más, pero los clubes de montaña no admitían mujeres». «Entonces ella creó un club de montaña solo para mujeres y pudo entrenarse más y enseñar a otras mujeres a escalar y hacer alpinismo», explica la montañera y documentalista asturiana. la deportista japonesa «también trabajaba fuera de casa y rompió esquemas sociales en aquel momento». Díaz Novo cree que consiguió lo que consiguió, en parte, «gracias al apoyo de su marido también, ya que si no hubiera tenido él una mentalidad abierta en ese Japón tan socialmente cerrado ella no hubiera podido».
La asturiana explica que la Tabei que ha descubierto creando su documental es «una mujer de un carácter fuerte, que tenía muy claro sus objetivos y lo que quería conseguir, algo muy importante en quien hace deporte de alto nivel». En este sentido, considera que en el mundo del montañismo «poco a poco están cambiando» las cosas, aunque «se sigue dando relevancia a las gestas masculinas» en mayor medida. Y es que «va aumentando poco a poco el número de mujeres que se atreven a adentrarse en el mundo deportivo de alta competición, no solo en el alpinismo».
En este sentido, cita los ejemplos de la granadina Pipi Cardell o Sonia Casas, que fue la primera guía de alta montaña de España. Pese a todo, considera que aún «hay pocas mujeres en proporción federadas», también en el mundo de la espeleología, en mayor medida si cabe, algo que «no es culpa de los hombres».
Isabel Díaz Novo explica que comenzó a hacer montañismo «cuando tenía 30 años». «Entonces le di un giro a mi vida, pues yo era de salir de copas los viernes, sábados y domingos, pero unos amigos me llevaron de ruta al Canto Cabronero», recuerda.
Comenta que ese día regresó a casa «con unas agujetas enormes, pero feliz» del mundo que había descubierto. «Lo que me gusta es estar en el medio natural, porque yo escalo justo para llegar a la cumbre, no para hacerme un 8c», indica. «Me gusta mucho hacer barrancos, escalada en hielo y cuando descubrí la espeleología me pareció un mundo maravilloso el que tenemos bajo tierra», añade.
No en vano, su obra «Infiltradas, nadando bajo la tierra» trata de «mostrar el agua dulce del planeta que tenemos bajo nuestros pies y que hay que cuidar». Díaz Novo recalca que «la espeleología no es solo barro y agujeros pequeños, sino que también hay sitios espectaculares». La también vicepresidenta de la Federación Española de Espeleología comenta que «en ningún momento» se ha sentido «ni más ni menos por ser mujer, ni ellos por ser hombres, porque somos todos compañeros y nos ayudamos independientemente del sexo».