El empresario asturiano explica cómo es su modelo de negocio y cómo prioriza el mantenimiento de la calidad-precio de sus marisquerías por encima de conseguir una buena ubicación
27 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Con seis restaurantes repartidos por Asturias y Madrid, La Chalana es un claro ejemplo de éxito dentro del mundo de la hostelería. El principal responsable de la notoriedad de esta marisquería es su fundador, Carlos Suárez, quien se considera a sí mismo, según unas declaraciones recogidas por El Español, «más empresario que hostelero». Según cuenta, siempre está pensando en su negocio y su principal «obsesión» es el volumen de los platos, ya que uno de sus grandes objetivos es mantener un equilibrio calidad-precio.
De hecho, este equilibrio entre el valor de los productos y su calidad es lo que ha conseguido que las mesas de sus restaurantes estén siempre llenas y que, además, hayan acudido a sus locales grandes personalidades como la reina Letizia —cuando aún era princesa, para celebrar su cumpleaños— o políticos de renombre como en su momento fue Koldo García, aunque Suárez prefiere no recordar este episodio.
El modelo de negocio que ha implantado este asturiano en sus marisquerías no persigue la élite gastronómica, sino acercar sus productos a toda la población: «Mi negocio no es de moda. No quiero estar en ninguna Guía Michelin», asegura. Para lograr llegar a todos los estratos de la sociedad, Suárez afirma conocer bien lo que la mayoría de los ciudadanos buscan cuando entran en un restaurante: «La gente quiere salir a comer fuera, pero no se puede gastar mucho y quiere saber antes de sentarse cuánto va a pagar», explica.
Sin embargo, para poder mantener unos precios asequibles sin perder la calidad de sus platos, el empresario indica que, en muchas ocasiones, ha tenido que establecer La Chalana en «sitios raros para pagar rentas normales y poder ofrecer la mejor calidad-precio». Además, Suárez señala que en su marisquería no existe un tique medio, sino una amplia variedad de precios y una gran flexibilidad, lo que le ha permitido crecer incluso en los momentos más complicados: «Estoy muy cerca de la realidad. De hecho, las crisis me benefician. Siempre me han venido bien», afirma.
La carta, uno de los grandes pilares de esta marisquería, cuenta siempre con un guiño a los orígenes de Carlos Suárez, incorporando carne, quesos y sidra procedentes del Principado. Sin embargo, el marisco lo compra todas las semanas en Galicia, ya que, a su juicio, «es mejor que el asturiano porque hay más kilómetros de costa, aunque se enfaden los de mi patria».
Por último, el gran reclamo de La Chalana para estas Navidades es el menú chigre de 19 euros, una propuesta que ejemplifica a la perfección la filosofía de estas marisquerías. Este menú, que se sirve en la sidrería y en la barra, incluye «un lingote de foie con frutos secos y reducción de PX, ocho langostinos gordos servidos con su salsa pincantona, unas zamburiñas gratinadas con un crujiente de jamón ibérico, nuestra tortilla guisada con callos asturianos picaditos con un poquito de picante para acompañar con sidra Brut o sidra natural Trabanco», siendo así una propuesta informal pensada para tapear y compartir.