Un nuevo «mayorín» en el Angliru: «Cuando alguien obvia el cartel de 'puerto cerrado', pone en riesgo a quien tenga que ir a rescatarle»

Carmen Liedo

ASTURIAS

Fotografía del Angliru
Fotografía del Angliru

El alcalde de Riosa, Roberto Álvarez, tuvo que utilizar su tractor para esparcir sal y llegar hasta el conductor que en la tarde del domingo se saltó la indicación de cierre y acabó con el coche en una cuneta por las placas de hielo

29 dic 2025 . Actualizado a las 13:35 h.

Ni el cartel de «puerto cerrado» ni el sentido común fueron suficientes para evitar que un conductor intentara subir en la tarde de ayer, domingo, al Angliru, un intento que terminó en el kilómetro 7 con su vehículo en una cuneta y con riesgo de caer por un precipicio tras haber perdido el control del mismo como consecuencia de las placas de hielo que se habían formado sobre el asfalto. Lo que pudo ser un rescate complejo se resolvió gracias a la rápida actuación del alcalde de Riosa, Roberto Álvarez, quien utilizó su propio tractor para esparcir sal en la carretera y llegar hasta el conductor atrapado. Tras este nuevo incidente, el regidor riosano alza la voz contra la temeridad de quienes ignoran las indicaciones, en este caso, la señal que prohibía el paso: «Cuando alguien obvia el cartel de «puerto cerrado», pone en riesgo a quien tenga que ir a rescatarle», advierte el mismo, que hace un llamamiento «a que la gente no se arriesgue» por buscar el recreo.

Roberto Álvarez relata que el domingo recibió una llamada del 112 en torno a las cinco y media de la tarde en la que le trasladaban que había una persona con el coche en la cuneta en la subida del Angliru por las placas de hielo y que sería posible que se echara sal en la carretera para poder llegar al conductor que había sufrido el percance. La decisión del alcalde fue coger su propio tractor para esparcir sal y poder llegar hasta el kilómetro 7 del puerto, donde, asegura, «el coche había quedado en una situación complicada de sacar, con riesgo de caer por el precipicio».

«Yo le dije al conductor que estaba la señal de «puerto cerrado» y que no debería haber pasado», comenta el alcalde, que añade que, tras haber echado sal en la carretera, un amigo del accidentado acudió a buscarlo hasta donde quedó atrapado, por lo que él dio por terminada su labor de auxilio.

«El Angliru engaña mucho»

Sin embargo, como máximo responsable político del concejo, Roberto Álvarez volvía a incidir en la importancia de cumplir las indicaciones: «Quiero pedir a la gente que se conciencie y cuando la señal dice «puerto cerrado» no se debe pasar», ya que el alcalde advierte de que «el Angliru engaña mucho» porque «aunque parece que la nieve de repente sube mucho, el agua de la nieve que se derrite baja por la carretera y se convierte en placas de hielo». A esto añade que «hay zonas que quedan en la sombra» y, por tanto, son zonas que acumulan heladas, haciendo «imposible» que suba un coche utilitario salvo que vaya bien provisto de cadenas o tacos.

«Para salir a la naturaleza hay que salir como es debido, pero mi recomendación es que durante la temporada de invierno no se intente subir al Angliru, que la gente no se arriesgue», insiste el alcalde, que explica que el Ayuntamiento atiende y esparce sal «en las zonas en las que vive gente».

En este caso, el incidente se quedó en un susto para el conductor del coche que acabó en la cuneta, un caso que ha recordado al que tuvo lugar en 2018, cuando siete jóvenes que no iban debidamente equipados trataron de subir el puerto cuando se había emitido un aviso por nieve. Tras realizar varias llamadas de auxilio al 112, el supervisor que las atendió les recriminó que ya eran «mayorinos» para saber lo que hacían, a modo de crítica por haber subido al Angliru cuando la alerta de temporal ya estaba dada. «Aunque se recuerda mucho ese incidente de hace unos años, hay que recordar también que en 1998 una persona perdió la vida por querer pisar nieve», ha recordado el alcalde, que también ha señalado que las condiciones de inaccesibilidad que se dan en el Angliru durante el periodo invernal también se dan en otros puertos de Asturias, haciendo un llamamiento a la prudencia de quienes se plantean acceder a ellos por recreo.