La basura bruta, la asignatura pendiente del reciclado en Asturias

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS CON R

La comunidad presenta buenos resultados en la división de materiales pero no tiene una planta para tratar los residuos sin separar

10 oct 2018 . Actualizado a las 10:52 h.

Las fechas del calendario aprietan siempre en los compromisos europeos. Para 2020 los planes de España sobre tratamiento y reciclaje de residuos se habían fijado como objetivo hacerse cargo del 50% de los que proceden del ámbito doméstico y llegar hasta el 70% en el caso de la reutilización, reciclado y valorización material de los residuos de construcción y demolición. Desde la Comisión Europea se ha publicado un documento específico del análisis de cómo lo están haciendo cada una de las comunidades autónomas y Asturias no aparece mal parada en cuanto al compromiso de separar las basuras --en plásticos, papel y vidrio--, de hecho se cuenta en tercer lugar respecto al conjunto de territorios pero en el cómputo global, aunque sin malos resultados, no se encuentra ni mucho menos entre las comunidades más destacadas.

Una de las explicaciones está en que, a la hora de analizar los tratamientos recibidos a los desechos en cada comunidad, los valores correspondientes a Tratamiento mecánico biológico (BMT por sus siglas en inglés) que son los procesos en los que se trata de recatar todo lo posible de la basura que sale de casa sin separar y va directamente en los camiones al vertedero. Son las denominadas plantas de basura bruta en la que se máquinas y operarios la pasan por una cinta para recoger materiales señalados, como metales o cristales, en la medida de lo posibles. Pero Asturias no tiene ninguna planta de este tipo, su reciclaje por ese método es nulo.

Y aún así, contando sólo los procesos de la separación de materiales, Asturias se encontraría entre las comunidades más cumplidores, sólo sería superada por Navarra, Cataluña y empataría prácticamente con las cifras de el País Vasco. Todo teniendo el cuenta que la población y producción de residuos en Asturias es mucho menor que en esas comunidades. El informe de la Comisión Europea señala de hecho que, a la hora de evaluar los objetivos «La Rioja, Extremadura y Valencia lideran. Pero sus resultados de reciclado son muy sensibles al compostaje y digestión anaeróbica por MBT los procesos mecánico biológicos». El estudio también recalca que Madrid se revela como una gran generadora de residuos pero con escaso reciclaje y que alrededor del 60% de la generación de residuos del país proviene de Andalucía, Cataluña, Valencia y Madrid.  

¿Por qué no tiene Asturias planta de basura bruta? El centro llegó a estar planificado por Cogersa pero a la hora de redactar el anterior plan regional de residuos, entre los años 2011 y 2012 varios ayuntamientos presentaron mociones en su contra por considerarlo una inversión demasiado elevada para los resultados que esperaban obtenerse, eran también los comienzos de la gran recesión y finalmente la planta nunca llegó a construirse. La idea se ha recuperado en el borrador del nuevo plan de residuos para Asturias. 

En la planta bruta se reciben todos los materiales que en casa no se separan y van en una bolsa común al cubo para luego ser transportada al vertedero. En una planta como esa se hace pasar a la basura una cinta transportadora mientras máquinas y operarios van rescatando lo que se puede, singularmente metales o vidrio. Pero lo cierto es que el aprovechamiento es muy escaso, o lo era al menos años atrás. En una de esas plantas en 2013 podía recuperar alrededor del 7% de la basura bruta para el reciclado, ese porcentaje hoy es mayor gracias a la mejora de la tecnología.

Otra opción aunque requiere también un proceso más complejo es aprovechar toda esa basura, rescatar también materia orgánica y hacer los que se denomina material bioestabilizado al que se pueden dar usos similares a los del compost para fertilización.

El consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, anunció el pasado mes de diciembre la puesta en marcha de  la planta de clasificación de la fracción resto o basura bruta, la previsión es que cuente con una inversión de entre 32 y 50 millones de euros y se espera que comience a funcionar en el año 2020.  Esta nueva planta tendrá como objetivo que las casi 400.000 toneladas que se depositan en el vertedero anualmente pasen por ella con el objetivo de ser separadas.