Elena Rodríguez, paciente de muy alto riesgo de cáncer: «Vives con la espada de Damocles encima»

AVILÉS

una mujer durante una mamografía
una mujer durante una mamografía Antonio_Diaz

La vecina de Avilés denuncia retrasos en ecografías y mamografías que podrían complicar su diagnóstico

15 nov 2023 . Actualizado a las 12:31 h.

Elena Rodríguez, vecina de Avilés de 61 años, sufre una alteración genética que dispara su riesgo de padecer cáncer hasta más del 80%. Lo descubrió a raíz de un cáncer de mama que sufrió. Fue en noviembre de 2010. En una mamografía a la que se sometió en el Hospital San Agustín, le encontraron un nódulo de un centímetro y, gracias a que llegaron a tiempo, se lo curaron con cirugía conservadora y radioterapia. No necesitó quimioterapia.

Después de someterse a varias pruebas en el Hospital San Agustín, en septiembre de 2011 conoció un diagnóstico desalentador. Era portadora de la alteración genética que la hacía muy propensa sobre todo de ovarios y de mama.

Esto llevó, por una parte, a que le extirpasen los ovarios para minimizar el riesgo de que se le desarrollase en esa zona, y por otra a que la sometieran a un control y una vigilancia exhaustivos y periódicos. Todos los años, hace una revisión de cirugía y cada seis meses tiene que hacer pruebas. En primavera, una resonancia; en otoño, una mamografía. El caso es que, en los últimos años, las pruebas le llegan con mucho retraso. A veces de hasta tres meses.

Son tiempos que, en condiciones normales, podrían considerarse no muy excesivos, pero en su caso son fundamentales. Porque, según le dijeron los propios cirujanos, las células cancerígenas tardan unos seis meses en desarrollarse, y cuanto más tiempo se demore después de este periodo, más posibilidades hay de que el cáncer aparezca. «En cirugía, siempre cumplen los protocolos; en lo demás, no», asegura. «Te dan largas y pasan los días; la ansiedad que produce pasar esas pruebas es grande; y si pasan más de seis meses, es todavía mayor, porque sabes que después de ese tiempo el cáncer se puede descontrolar. Vives con la espada de Damocles encima».

Todos los años hace una reclamación vía registro para que se cumplan los plazos para la resonancia y la mamografía, pero nunca obtienen respuesta, «a pesar de que tienen obligación de contestar en 30 días por escrito; llevo años quejándome y nunca me contestan; otros servicios sí contestan, pero Radiología de Avilés, no».

Elena Rodríguez sostiene que su reivindicación es muy sencilla, que no está pidiendo nada extraordinario, ni que le hagan más pruebas de las debidas ni nada que se le parezca. Simplemente quiere que se cumplan los plazos en las que sí están prescritas por los propios médicos, que son quienes saben del asunto. Que le den prioridad porque el riesgo que implica su alteración genética es suficiente argumento para ello.

A su juicio, la solución es sencilla. Como cada año tiene que hacerse una resonancia en primavera y una mamografía en otoño, bastaría con que, a partir de ahora, le fijaran fechas con mucha antelación para los años siguientes. «Me podrían poner una fecha en abril y otra en octubre para todos los años y estaría solucionado», sugiere.

Confiesa que está nerviosa y asustada por lo que pueda pasar, y no deja de dirigirse a todas las instancias para que le hagan caso. «Estoy tan desesperada que no sé adónde acudir», asegura. Le ha escrito a todos los cargos de la Consejería de Salud, a los servicios médicos y hasta al propio presidente del Principado, Adrián Barbón, en busca de una solución. Lo único que pide es que se cumplan los plazos, una cuestión sencilla que cree que con un mínimo de voluntad se puede conseguir sin problema.