Tras el irregular inicio como local, el conjunto carbayón encadena cinco partidos sin conocer la derrota
22 nov 2016 . Actualizado a las 19:19 h.El sábado, tras ganar al Levante, Jonathan Pereira dijo en zona mixta que «a poco que demos el Tartiere nos lleva en volandas». Michu tampoco pasó por alto la importancia del feudo oviedista y señaló que «es un placer jugar en casa. El Tartiere da muchísimos puntos».
Si algo está dejando claro el Oviedo de Hierro es que el esfuerzo en el campo es algo innegociable. El equipo del malagueño podrá jugar mejor o peor, podrá estar acertado más o menos en el pase o habrá partidos en los que no saldrá de su área, pero el competir por el último balón hasta el final del partido es algo que está demostrando. Y esto es algo que al Tartiere le gusta.
Bien es cierto que la buena línea que atraviesa el equipo en casa comienza desde que Hierro decidiera darle un giro al equipo en el Carranza. Es decir, todo viene desde un aspecto puramente futbolístico.
Antes del partido de Cádiz, el Real Oviedo jugó tres partidos en el Tartiere. En el primero ganó 2-0 al Almería. Luego empató a ceros ante un Mirandés por entonces en alza y, finalmente, perdió en el descuento ante la revelación Reus. Es decir: 4 puntos de 9 posibles, 1.3 por partido.
Tras la victoria del Carranza y el asentamiento del nuevo sistema, los de Hierro han jugado cinco partidos en su feudo: tres victorias por 2-0 ante Rayo, Tenerife y Levante y dos empates ante Numancia (2-2) y Lugo (1-1). 11 puntos de 15 y 2.2 por partido. La mejoría es evidente.
Pasado ya el irregular comienzo anteriormente citado, el conjunto azul está a la altura de los demás equipos de la zona noble en cuanto a puntuación en casa se refiere. Los tres primero clasificados (Levante, Girona y Sevilla Atlético) no han perdido todavía en su feudo, y junto al Huesca, que es sexto, son los mejores equipos como locales.
Equipo y afición saben de la importancia de no perder puntos en el Tartiere, y cada uno en su función intentarán que el feudo oviedista siga siendo un fortín.