Un fiel reflejo de la Segunda

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Jugadores del Nàstic celebrando un gol al Valladolid
Jugadores del Nàstic celebrando un gol al Valladolid LFP

El Nàstic representa a la perfección las idas y venidas de la competición

09 nov 2017 . Actualizado a las 23:38 h.

No descubrimos nada si decimos que, una temporadas más, LaLiga 123 es una de las competiciones más igualadas de Europa. Cada fin de semana uno de los favoritos al ascenso (si es que este término existe en esta Liga) se deja puntos en su estadio o pierde en casa de un conjunto a priori inferior. Equipos "inferiores" que en siete días pasan de caer goleados en su campo a vencer con autoridad a domicilio. El Nàstic de Tarragona de esta temporada encaja a la perfección en dicha definición.

Los granas comenzaron el curso con un ilusionante proyecto en ciernes dirigido por Lluís Carreras. El técnico catalán volvía a los banquillos tras su etapa en la 15/16 en el Zaragoza y lo hacía en un club muy semejante a aquel Sabadell al que consiguió asentar en la categoría de plata del fútbol español. Pero las cosas no comenzaron bien y la directiva tarraconense no tuvo paciencia. Tras tres derrotas y un empate en cuatro jornadas, el ex jugador del Real Oviedo era despedido.

Fue entonces cuando el Nàstic nombró como técnico interino a Antonio Rodríguez Saravia, Rodri, hasta entonces entrenador de la Pobla de Mafumet, filial del club del Nou Estadi. La victoria en su debut ante el Albacete (3-1) y la buena imagen dada en La Romareda (1-1) en su segundo partido hizo que la directiva apostara definitivamente por él. De aquí en adelante llegó la montaña rusa de resultados: derrota en Tenerife, victoria en casa ante un favorito como el Granada, goleada descomunal en el Nuevo Arcángel de Córdoba (1-5), repaso sin paliativos del Alcorcón en el Nou Estadi (0-3), derrota y empate sin goles ante Lugo y Barcelona B respectivamente y, por último, sorprendente victoria por 0-3 en Zorrilla ante todo un Valladolid.

Cuatro partidos ganados, tres perdidos y dos empatados son el bagaje que demuestran lo impredicible que son tanto el Nàstic como la Segunda. El Real Oviedo intentará el domingo sacar la peor cara de los granas y conseguir, de una vez por todas, la primera victoria lejos del Tartiere.