Los cuidados intensivos que se realizarán mañana dan esperanzas de que se pueda jugar el partido
03 feb 2018 . Actualizado a las 20:45 h.El temporal que está afectando a Asturias ha hecho saltar todas las alarmas sobre el estado del césped del Carlos Tartiere. El verde del estadio ovetense era el principal foco de interés días antes del partido que paralizará al Principado. En la memoria estaba el pasado diez de diciembre cuando Real Oviedo y Osasuna jugaban un partido en unas condiciones muy complicadas. Para no repetir mismo escenario, y con el riesgo de suspensión, el club azul ha tomado medidas de carácter extraordinario: más operarios y mayor disposición de recursos para ayudar al drenaje ante la incesante lluvia.
En estos momentos el terreno de juego no superaría la prueba arbitral consistente en hacer rodar un balón sobre el verde. No obstante, si la lluvia que seguirá cayendo en las próximas horas lo permite, las fuentes consultadas aseguran que los trabajos previos al partido van a permitir eliminar el agua que rebosa el césped. Otro aspecto será el estado en el que puede acabar el terreno de juego la cita, pero para ese entonces el riesgo de suspensión no existirá.
El veredicto al final del sábado: es positivo respecto a la posibilidad de jugar el encuentro, aunque negativo sobre las posibilidades de ver un buen espectáculo de fútbol combinativo. De hecho, ahora mismo el césped se encuentra en mejor estado que en el día previo al Oviedo-Osasuna, que también se disputó.
