El Albacete, con el catalán al frente, es una de las sensaciones en este inicio de campeonato
06 oct 2018 . Actualizado a las 18:35 h.Enrique Martín Monreal llegó la temporada pasada al Carlos Belmonte con la misión de salvar a un equipo que en las primeras siete jornadas solo había ganado al Real Oviedo. La carta de presentación del navarro fue un equipo sólido, aspero, al que era muy difícil meter mano.
Su Albacete recibía muy pocos goles. Por momentos, se llegó a soñar con la zona alta, pero la realidad terminó llevándolo a pelear por no descender. Pese a todo, las sensaciones eran buenas, pero este verano la relación entre las partes se rompió. Se iba Enrique Martín Monreal y llegaba Luis Miguel Ramis.
Una ruptura con el pasado
El verano se presentó muy movido en el Carlos Belmonte. Muchísimas bajas y altas. Hicieron las maletas futbolistas importantes el curso pasado, como Gaffor, Saveljich, Bittolo, Dani Rodríguez o Aridane. En cambio, han llegado hombres muy interesantes, entre los que destacan Eugeni Valderrama, Aleix Febas, Rey Manaj o Alfredo Ortuño. Incorporaciones de gran nivel para los manchegos.
Con todos estos cambios, el Albacete ha cambiado. Se ha convertido en un equipo ofensivo, que presta más atención al aspecto atacante que al defensivo. El resultado, 13 goles en siete partidos, lo que le convierte en el segundo conjunto más goleador de la categoría. Zozulya, Acuña y Manaj son sus hombres más peligrosos. Todos ellos se benefician de la creatividad de Aleix Febas, auténtico motor de los de Ramis.
Un conjunto dinámico, atrevido y peligroso en área contraria, aunque también con lagunas y despistes en la parte de atrás. Los manchegos han recibido 7 goles en contra y solo ha dejado su portería a cero en una ocasión. Que nadie se espere al mismo equipo que empató la temporada pasada en el Carlos Tartiere.
