La Pizarra: El deterioro del Oviedo

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Bingen Arostegi, con Nieto a la izquierda, durante el Cartagena-Oviedo
Bingen Arostegi, con Nieto a la izquierda, durante el Cartagena-Oviedo LFP

Analizamos en cinco claves la derrota del conjunto carbayón ante el Cartagena

10 feb 2021 . Actualizado a las 20:00 h.

Crisis de resultados y crisis de juego, al Real Oviedo le ha llegado todo de golpe. Y esto es algo coherente por lo visto esta temporada. El conjunto de Ziganda fue, durante varios meses, uno de los equipos con las ideas más claras de toda la Segunda División. Pero dicha clarividencia no siempre se reflejó en el resultado. Si cuando lo que se veía en el césped era positivo los pocos puntos cosechados hacían fruncir el ceño, imaginen cuando el buen juego desaparece de la ecuación: ganar parece una quimera. Logroñés, Albacete y Cartagena. Tres partidos. Un bache del que el Oviedo debe salir pronto si no quiere meterse en problemas. 

El Oviedo con balón: un solar

El partido en Cartagonova, a pesar de que ni Cartagena ni Oviedo se mostraban demasiado fluidos con balón, arrancó con varios acercamientos. El equipo oviedista tuvo dos faltas laterales en apenas dos minutos, aunque ninguna tuvo peligro. Por su parte, Antoñito, lateral derecho, demostró ser desde los primeros minutos el futbolista más peligroso del conjunto local. Antes del 10', una indecisión entre los centrales locales acabó con Leschuk ante Chichizola. El Tiburón, con Nahuel solo a su izquierda, decidió tirar. Y el disparo no fue bueno. Pasado este primer tramo de locura, las aguas volvieron a su cauce y el encuentro se instaló en la mediocridad.

El Cartagena dejaba libre a la primera línea del Oviedo en los inicios de los azules y esperaba poco antes del centro del campo. Esta presión tan simple era todo un galimatías para los carbayones. El doble pivote, a pesar de que bien Edgar o Tejera se incrustaban entre centrales, casi no participaba, los laterales no eran profundos y nadie encontraba a Sangalli y a Borja, que tampoco es que abriesen ninguna línea de pase. En punta, por su parte, Nahuel y Leschuk esperaban. Incontables jugadas acabaron de la misma manera, con pases largos sin sentido tras los que era imposible dar continuidad al juego.

1-Christian, el que golpea. 2-Grippo. 3-Nieto. 4-Lucas. 5-Nahuel, encimado por un central, receptor del balón largo. Edgar y Tejera muy lejos. 6-Leschuk, sin nadie cerca salvo Borja
1-Christian, el que golpea. 2-Grippo. 3-Nieto. 4-Lucas. 5-Nahuel, encimado por un central, receptor del balón largo. Edgar y Tejera muy lejos. 6-Leschuk, sin nadie cerca salvo Borja

El juego directo, de gran recurso a desconocido

Lo comentado sobre el juego directo del Oviedo todavía es más sangrante sabiendo de dónde viene el conjunto de José Ángel Ziganda. Durante varios meses, mientras los azules mejoraban cada fin de semana sus prestaciones en el ataque posicional, el juego directo siempre fue un recuso muy bien utilizado. Desde que Leschuk entró en el equipo, el Oviedo lo dominó. No solo era ponerle un buen balón al ariete argentino, también había que acompañarlo, tener más oportunidades que el rival para llevarse la segunda jugada y a partir de ahí comenzar el ataque en campo contrario.

En Cartagena, nada de eso sucedió. En ocasiones, el Tiburón, infrautilizado, no era ni el receptor de dichos balones. Era tal la desorganización táctica y las imprecisiones con balón que en varias acciones fue Nahuel, totalmente inferior a los centrales rivales, el que recibía el pase largo. Por si fuera poco, como en la imagen inferior, el resto de líneas no daban el pase adelante necesario, el doble pivote se quedaba muy lejos de los delanteros y ni Sangalli ni Borja acompañaban en busca de la segunda jugada. Como si al Oviedo se le hubiese olvidado la lección.

1-Grippo golpea en largo hacia los delanteros, impreciso. 2-Edgar y Tejera, en la misma línea y lejos de los delanteros (espacio amarillo). 3-Sangalli. 4-Borja. 5-Nahuel y Leschuk emparejados con los centrales
1-Grippo golpea en largo hacia los delanteros, impreciso. 2-Edgar y Tejera, en la misma línea y lejos de los delanteros (espacio amarillo). 3-Sangalli. 4-Borja. 5-Nahuel y Leschuk emparejados con los centrales

Las imprecisiones, también en campo propio

Otro de los grandes problemas del Oviedo en las últimas semanas es su preocupante falta de acierto en los últimos metros. Ya no en el remate, sobre todo, en las acciones técnicas que originan dichos remates: último pase en la frontal del área, centros desde los flancos o un simple control en las transiciones ofensivas están siendo una losa para los Nahuel, Leschuk, Borja, Sangalli o Juanjo Nieto. En Cartagonova, esto también apareció en campo propio, una zona en la que el error puede costar el gol.

Tejera, uno de los mejores mediocentros de lo que va de temporada en Segunda, acumuló varias pérdidas inexplicables en salida de balón. Una de ellas, precedió al saque de esquina que acabó en el 1-0 de Rubén Castro (qué cruz el balón parado). Como el Oviedo está atacando mal, también defiende mal. El equipo no está tan preparado como antes para las pérdidas, las piezas no están colocadas y el robo se vuelve casi imposible. Todo en el juego se retroalimenta.

Pérdida que precede a los saques de esquina del primer gol: 1-Tejera, regalando el balón a Gallar. 2-Detrás de la presión, sin dar línea de pase. 3-Christian. 4-Lucas. 5-Sangalli. 6-Nahuel y Borja, a lo lejos
Pérdida que precede a los saques de esquina del primer gol: 1-Tejera, regalando el balón a Gallar. 2-Detrás de la presión, sin dar línea de pase. 3-Christian. 4-Lucas. 5-Sangalli. 6-Nahuel y Borja, a lo lejos

Los minutos de Mier y la zona de remate

El penalti pitado y anulado después a Sangalli y poco más. El Oviedo no tuvo respuesta al gol del Cartagena y hasta el 56' no volvió a crear peligro de verdad en el área local. Fue, como ya había sucedido en la ocasión de Leschuk en el primer tiempo, por una pérdida clara de los cartageneros cerca de su área. Esta vez, el tiro de Tejera ni cogió portería. Arostegi movió el banquillo pronto y si bien Borja Valle no pudo aportar demasiado, la entrada de Javi Mier por un Edgar desaparecido (24 toques del catalán en el partido, promedia casi 50 esta temporada) sí se notó.

El canterano azul aportó un poco más de dinamismo a un ataque posicional que seguía siendo deficiente, pero que en Mier encontró otro punto de velocidad. Entre el 60' y el 65' el Oviedo activó al flanco derecho y Sangalli y Nieto generaron un par de acercamientos, aunque sus envíos no encontraron rematador. Este está siendo otro de los problemas del conjunto carbayón. Leschuk y compañía reciben pocos balones y en el último mes tampoco están aprovechando lo que les llega. La zona de remate cada vez se ataca peor y es muy cómodo para los centrales defender esos centros. 

1-Centro de Sangalli desde la derecha. 2-Leschuk. 3-Nahuel. 4-Borja Valle. Zona de remate desocupada y a la que va el balón (círculo amarillo)
1-Centro de Sangalli desde la derecha. 2-Leschuk. 3-Nahuel. 4-Borja Valle. Zona de remate desocupada y a la que va el balón (círculo amarillo)

Unos minutos de pesadilla

Pasada esa efervescencia tan puntual en el juego del Oviedo, los azules dejaron un último tramo de encuentro para olvidar. Quizá, los minutos más preocupantes de la temporada. El cuadro azul se rompió y dejó de ser competitivo, algo que no había sucedido en ningún momento del curso. Podrían estar más o menos acertados, pero el esqueleto nunca se resintió tanto. El factor anímico propiciado por el resultado, como es lógico, juega un papel importante, pero un 1-0 no puede hacer tanto daño.

El desajuste que se puede apreciar en la imagen inferior, tras un simple saque de banda a favor del Oviedo, refleja a la perfección lo que fue el equipo esos últimos 25 minutos. En el 71', error claro de Femenías y 2-0. Los azules, completamente desesperados con balón e incapaces de defender con eficacia a un Cartagena que tampoco era una tormenta de fútbol ofensivo, se dejaron llevar en Cartagonova. 15 minutos que reflejan el estado de ánimo de un equipo. 

Seis encuentros consecutivos sin conocer la victoria. Los tres últimos verdaderamente preocupantes. La falta de resultados fue la primera en aparecer y, a partir de ahí, llegó la falta de juego. Ambas tienen que volver. El Cuco Ziganda, que ya construyó hace meses un equipo fiable, tiene trabajo por delante. Y cada vez menos tiempo. 

Pérdida tras saque de banda a favor del Oviedo: 1-Grippo, Christian y Lucas. 2-Elady, De Blasis y Rubén Castro. 3-Nieto, encargado del saque
Pérdida tras saque de banda a favor del Oviedo: 1-Grippo, Christian y Lucas. 2-Elady, De Blasis y Rubén Castro. 3-Nieto, encargado del saque