La Pizarra: Lo que Jon Pérez Bolo estaba buscando

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Sergi Enrich y Borja Bastón celebran el 1-0 del Oviedo al Levante
Sergi Enrich y Borja Bastón celebran el 1-0 del Oviedo al Levante Real Oviedo

Analizamos el rol de Sergi Enrich y su conexión con Borja Bastón en el empate del Real Oviedo ante el Levante

08 sep 2022 . Actualizado a las 09:36 h.

Cuesta pensar que Jon Pérez Bolo no se imaginaba un primer tiempo similar al que su equipo jugó ante el Levante cuando insistió en juntar a Borja Bastón y Sergi Enrich en su Real Oviedo. Como si de 2015 se tratara e Ipurua fuese el escenario, la actuación de ambos puntas fue el bastión sobre el que se sostuvo el buen juego de los oviedistas el pasado lunes. Bolo cuenta con variantes y apostará por diferentes opciones, pero ese 4-4-2 visto ante uno de los favoritos al ascenso puede ser, sin duda alguna, uno de los argumentos más potentes de toda la Segunda División.

181 centímetros y mucha experiencia

Sin ser el espigado Manu Barreiro o el gigante Wesley Moraes —al que sufrió precisamente Dani Calvo el lunes—, Sergi Enrich es una roca en el juego aéreo. Mide 1,81 metros y pesa unos 80 kilos, pero el delantero del Real Oviedo sabe cuándo saltar o cuándo quedarse en el suelo y utilizar el cuerpo, medir los tiempos y obviamente, una vez en el aire su cabeza es un periscopio. Frente al Levante, el balear ganó 9 de sus 15 disputas aéreas: un 60%.

Sergi Enrich, saliendo ganador del duelo y dando continuidad sin saltar ante Iborra
Sergi Enrich, saliendo ganador del duelo y dando continuidad sin saltar ante Iborra

Con semejante potencial en dicha faceta, es imposible que el Oviedo no utilice a Enrich, y también a Bastón, como uno de sus argumentos principales en salida de balón. Y así fue. Bien desde Tomeu Nadal o desde los centrales, el conjunto azul ya está automatizando jugar en corto primero para buscar en largo después. Atraer las marcas, que el rival adelante las líneas y que Enrich y Bastón se la jueguen mano a mano ante los centrales. Y ganan, claro. Eso es aprovechado por los Koba, Sangalli y Borja Sánchez para recoger las segundas jugadas e instalar al Oviedo en campo rival.

Sergi Enrich imponiéndose por arriba ante Franquesa y activando a Sangalli al espacio
Sergi Enrich imponiéndose por arriba ante Franquesa y activando a Sangalli al espacio

Finalizadores, pero también constructores de juego

Tras ganar ese duelo aéreo ya comentado, toca encontrar a un compañero. Esto fue lo que permitió al Oviedo jugar mucho tiempo en campo rival y que, al menos en el primer tiempo, Cárdenas tuviese que estar más atento que Tomeu Nadal. Enrich y Bastón se conocen a la perfección, y cuando uno inicia el salto o la disputa, el otro ya sabe dónde va a caer el balón. 

Enrich saltando con Vezo y ganándola para Bastón, que está con el otro central
Enrich saltando con Vezo y ganándola para Bastón, que está con el otro central

Una premisa que suele repetir es que ese balón largo que sale desde el portero o los centrales vaya dirigido a dos posibles destinos: pivote o uno de los laterales. Con uno de los delanteros fijando al central de turno, el otro ariete ataca el balón desde atrás y suele llegar con ventaja, bien por posición ganada o, simplemente, por superioridad física ante jugadores como Franquesa o Son, laterales del Levante. 

Bastón recoge el guante y de cara para Enrich, nuevo ataque del Oviedo
Bastón recoge el guante y de cara para Enrich, nuevo ataque del Oviedo

Aun así, Bastón y Enrich no tienen problema en medirse en el salto con los centrales, porque saben que tienen muchas opciones de llevarse ese duelo y la segunda jugada puede ser aprovechada con más claridad por los centrocampistas. Además, la gran lectura de juego y la calidad técnica de Enrich permite al Oviedo construir a partir de ese duelo ganado, aunque este se produzca lejos del área. Los primeros toques del delantero, siempre dirigidos a un compañero de azul como Koba o Montoro, son básicos a la hora de instalarse en campo rival y empezar a construir.

Bastón entre centrales juega de espaldas, encuentra a Enrich y este de primeras descarga para Koba. Otro ataque
Bastón entre centrales juega de espaldas, encuentra a Enrich y este de primeras descarga para Koba. Otro ataque

Los movimientos cerca o dentro del área

Bastón no es ese tipo delantero capaz de amenazar al espacio con una carrera de 30 metros, pero sí domina los desmarques a la espalda de la defensa en espacios cortos. Sergi Enrich, por su parte, ha ido perdiendo con los años esa amenaza al espacio o esas caídas a banda que tantos problemas generan a las defensas, pero también sabe amenazar en espacios cortos. La dinámica es similar a la de las disputas aéreas: un delantero fija al central, el otro aprovecha el espacio.

Desmarque corto de Enrich, que arrastra un central, y Borja Sánchez le encuentra. Bastón, con el otro central
Desmarque corto de Enrich, que arrastra un central, y Borja Sánchez le encuentra. Bastón, con el otro central

El 1-0 ante el Levante no empieza cuando Enrich conecta el disparo, empieza segundos antes, cuando Lucas iniciaba la carrera que desembocó en su centro forzado. Fue ese momento cuando el balear atacó el segundo palo llevándose consigo a Postigo y Bastón centró su mirada en el primer palo, con Son y Vezo a su vera. Después llegó el centro, el desajuste entre el portero visitante su defensa y la oportuna aparición de Enrich. Al final, claro está, los delanteros viven de lo que viven. 

Movimientos antes del centro de Lucas: Enrich ataca segundo palo y se lleva a Postigo. Bastón va a por Vezo y el portero
Movimientos antes del centro de Lucas: Enrich ataca segundo palo y se lleva a Postigo. Bastón va a por Vezo y el portero

Ya tras el descanso, otra de los delanteros cerca del área rival. Borja Sánchez se inventó un pase largo desde la izquierda y activó a Sangalli, que arrancó una transición desde campo propio. El '8' llegó a las inmediaciones del área, encaró a Vezo y ahí empezó el baile: Enrich arrastró la marca de Postigo e Iborra, hundió a la defensa y Bastón, oliendo la sangre, apareció en la frontal. Su 'derechazo' se fue alto, pero el 2-0 estuvo ahí. 

Ocasión clara: Conduce Sangalli y encara a Vezo, Enrich se lleva la atención de Postigo e Iborra y Bastón aparece en la frontal solo
Ocasión clara: Conduce Sangalli y encara a Vezo, Enrich se lleva la atención de Postigo e Iborra y Bastón aparece en la frontal solo

Líderes del equipo

En otros aspectos, como la presión o el juego posicional, la incidencia de Enrich y Bastón también fue considerable. En esas presiones tras pérdida en las que Bolo tanto insiste —como también insistía Ziganda—, la doble punta azul contagiaba y lideraba el mordisco, acabando el Oviedo hasta con los diez jugadores en campo rival y forzando la pérdida. Ese factor anímico, tan complicado de cuantificar, es otro de los puntos fuertes de Sergi Enrich: no para de animar a sus compañeros.

Presión del Oviedo tras saque de banda en campo rival. Los puntas liderando y todos los jugadores de campo encima: robo
Presión del Oviedo tras saque de banda en campo rival. Los puntas liderando y todos los jugadores de campo encima: robo

Cuando eran Montoro y los centrales los que iniciaban desde atrás, fue interesante ver cómo el Oviedo ocupaba diferentes alturas en campo rival. No se vio con frecuencia y todavía es un aspecto a mejorar, pero puede ser un inicio prometedor. Con Montoro dirigiendo, Koba se ubicaba a la espalda de la presión del Levante, Bastón fijaba a un central y Enrich aparecía cerca de Iborra. Ambos puntas no recibieron demasiado en esas circunstancias, pero su sola presencia generaba espacios que fueron aprovechados por sus compañeros.

Diferentes alturas de doble pivote y puntas en ataque posicional del Oviedo. Montoro, con balón y dirigiendo
Diferentes alturas de doble pivote y puntas en ataque posicional del Oviedo. Montoro, con balón y dirigiendo