El conjunto oviedista se entrenó por penúltima vez antes del partido en El Plantío. Oier Luengo trabajó a menor ritmo junto a los lesionados
08 sep 2022 . Actualizado a las 13:27 h.El primer equipo del Real Oviedo celebró el Día de Asturias entrenando en El Requexón. Eso sí, al ser festivo, la presencia de aficionados se vio incrementada y cerca de 20 niños y niñas pudieron ver de cerca a los jugadores azules. Pasadas las 11:20 horas, los de Jon Pérez Bolo comenzaron a trabajar en el campo nº4 de la ciudad deportiva. Miguelón y Luismi ya están asentados en la dinámica grupal y fue Oier Luengo el que no entrenó al mismo ritmo que sus compañeros este jueves, trabajando al margen junto al readaptador Michi Menéndez. Al igual que el central vasco, David Costas, Pomares y Viti también entrenaron a menor ritmo.
Tras los típicos rondos, Jon Pérez Bolo continuó insistiendo en la idea de que su equipo vaya cogiendo automatismos con balón y, como es habitual, lo trabajó con unas evoluciones ofensivas en las que dos onces diferentes circulaban el balón y realizaban un ataque posicional, algo que el sábado el Burgos de Julián Calero —uno de los equipos que mejor defiende de la categoría— pondrá a prueba. Fue en este ejercicio cuando se pudo ver a Abel Bretones actuando como lateral izquierdo, posición que ocupó en los minutos finales del encuentro ante el Levante tras sustituir a Alonso Aceves.
La sesión finalizó con un ejercicio de finalización con el técnico oviedista al mando y en el que participaron Marcelo Flores, Borja, Obeng, Bastón, Luismi, Javi Mier, Jimmy, Rama y Bretones. El resto, o bien trabajando centros con Pablo Lago, segundo entrenador, o directamente a vestuarios y a trabajar con los fisioterapeutas, como Montoro o Sergi Enrich. Al Oviedo solo le queda el entrenamiento de mañana viernes antes del partido en El Plantío ante el Burgos (16:15 horas). Antes de dicha sesión, Bolo hablará ante los medios y al término de la misma dará la convocatoria.
