El Real Oviedo y Manu Vallejo pescan en río revuelto

Pablo Fernández MÁLAGA

AZUL CARBAYÓN

Vallejo celebra su gol en el Málaga-Oviedo
Vallejo celebra su gol en el Málaga-Oviedo LFP

El conjunto oviedista, superior al Málaga en los tramos clave del partido, vuelve a ganar a domicilio (0-1) y pone tierra de por medio con el descenso

03 feb 2023 . Actualizado a las 23:43 h.

Le costó, pero el Real Oviedo supo pescar en río revuelto. Los de Álvaro Cervera esperaron su momento e hirieron  de gravedad a un Málaga que en casi ningún momento del partido logró poner en aprietos al conjunto carbayón. La primera victoria a domicilio tras dos meses de sequía sirve al Oviedo para poner tierra de por medio sobre el descenso y situarse a siete del playoff. Manu Vallejo, debut en el once y gol, no se puede pedir más. 

Un escenario que el Oviedo no aprovechó

Álvaro Cervera sorprendió, o no tanto, y apostó por Manu Vallejo junto a Borja Bastón en la punta de ataque. Mientras, Koba partía desde la izquierda para, en fase ofensiva, dejar la banda entera a Abel Bretones. Los primeros diez minutos fueron un dolor para cualquiera. El Málaga, rehén de su posición en la tabla y de la tormenta que asola a su actualidad extradeportiva, sufría cada vez que el partido exigía a sus jugadores algo diferente con el balón en los pies. Cualquier pase largo, pase corto, centro o incluso despeje era un monte Everest que los futbolistas blanquiazules eran incapaces de escalar. Pero el Real Oviedo no lo aprovechó.

En los primeros 20 minutos, los azules -vestidos con la sacavera para la ocasión- no fueron capaces de hilar una jugada con sentido en campo rival y, aunque los espacios y las oportunidades de sorprender estaban ahí, dibujadas sobre el tablero, nadie acertaba. Castro probó a Braat con un tímido disparo desde dentro del área, pero fue Viti el protagonista de la primera gran ocasión del partido: Javi Jiménez cedió atrás a Yáñez, el balón se quedó corto y el de Laviana probó suerte con un derechazo desde más allá de fuera del área que el portero rozó para evitar el 0-1, aunque De la Fuente Ramos pitase saque de esquina.

Con las dudas del colegiado -y su asistente- por bandera, el partido avanzaba sin que las áreas fuesen testigo de nada peligroso. Después de varias pérdidas de balón protagonizadas por Luismi, el Oviedo se volvió a aprovechar de otro error del Málaga para acercarse al gol. Jimmy robó, cedió para Vallejo y el gaditano, previa conducción, encontró a Bastón en el sector izquierdo del área. El capitán oviedista encaró y recortó a Ramalho, pero su disparo lo sacó Yáñez con el pie. Fue la última acción del capitán, silbado por una afición malaguista que no tiene un buen recuerdo del delantero, ya que unas molestias musculares le sacaron del partido y Sergi Enrich le sustituyó. No pasó mucho más.

Y el Oviedo clavó su aguijón

El Málaga era el mismo equipo, pero el Oviedo ya no. Mientras los locales seguían siendo incapaces de progresar con balón, pero los oviedistas eran más hirientes cada vez que robaban el balón. Bretones se soltó la melena y, apoyándose en Vallejo, hizo suya la banda izquierda y comenzó a pinchar al espacio. Casi a los diez minutos del segundo tiempo, el lateral izquierdo carbayón entró hasta el corazón del área y solo Yáñez evitó el tanto. Después, Vallejo avisó a la primera, pero no falló a la segunda. Sergi Enrich cedió de tacón para Lucas, el canterano centró bien al primer palo y Vallejo apareció para con la cabeza encontrar la red. 0-1 y guerra civil en La Rosaleda.

Inmediatamente después del gol oviedista, Esteban Burgos se pasó de frenada en la protesta y De la Fuente Ramos lo expulsó con roja directa. La grada del estadio malaguista empezó a cantar contra los jugadores y la directiva y dicho ambiente lo aprovechó Sergi Enrich. El delantero, el más lúcido de los once futbolistas oviedistas, se hizo con el tempo del partido a base de apoyos con sentido y dándole continuidad al juego. No fue hasta el 73' cuando el Málaga se volvió a asomar de verdad al área visitante, pero Bretones despejó a córner un disparo a la media vuelta de Loren. 

Con Montoro sobre el campo, que entró por un Koba cansado, el Oviedo trató de dormir el partido. En el 78', el propio Montoro botó un saque de esquina que Luismi remató por encima del larguero. Pasado el minuto 80, el Málaga comenzó a intentarlo a base de centros laterales, aunque Tarín y Calvo respondieron haciéndose fuertes en el corazón del área. Fue en el 85' cuando el Oviedo tuvo dos seguidas en otro córner de Montoro: Yáñez sacó sobre la línea y remate de Enrich y Moro, en el rechace, rozó el palo largo con un derechazo de interior. El 90' hacía acto de presencia en La Rosaleda y los centrales y el Luismi-Jimmy no se dejaban pisar por el Málaga. 

Recién comenzado el descuento, un disparo de Castro se estrello en la barriga de Luismi, dejando KO al mediocentro azul. El colegiado paró el partido y La Rosaleda, claro está, se puso de uñas. El descuento, de cinco minutos, llegó a su fin sin que Braat tuviese que intervenir. Tres puntos para respirar... y seguir construyendo. 

Ficha técnica

Málaga CF: Yáñez; Bustinza (Álex Gallar, min 85), Ramalho, Burgos, Javi Jiménez (Cristian Gutiérrez, min 74); Lago Junior, Luis Muñoz, Jozabed (Ramón, min 74), Febas (Villalba, min 57); Fran Sol (Loren, min 57) y Rubén Castro.

Real Oviedo: Braat; Lucas, Tarín, Dani Calvo, Abel Bretones; Viti, Luismi, Jimmy, Koba (Montoro, min 70); Manu Vallejo (Raúl Moro, min 82) y Borja Bastón (Sergi Enrich, min 44) y Raúl Moro (min 89).

Goles: 0-1 Manu Vallejo (min 58)

Árbitro: De la Fuente Ramos, comité castellanoleonés. Amonestó a los locales Javi Jiménez (min 61) y Luis Muñoz (min 86) y a los visitantes Lucas (min 76) Expulsó por roja directa a Burgos (min 59)

Estadio: La Rosaleda. 17.294 espectadores.