Años 20. El nacimiento de un medio

CENTENARIO

Portada de La Voz de Asturias del 14 de septiembre de 1923
Portada de La Voz de Asturias del 14 de septiembre de 1923

De la mano de Tartiere, como es sabido, nace el Real Oviedo en el año 1926

19 abr 2023 . Actualizado a las 13:44 h.

Poco antes del nacimiento de La Voz de Asturias, los españoles amanecían en los felices 20 con una noticia, por el contrario, trágica para el país: el desastre de Annual. Enfangada en la larga y sangrienta guerra colonial del Rif, España sufre un terrible descalabro en el verano de 2021. El negro balance fue de 12.000 muertos y una grave crisis política que, junto a otros problemas estructurales, desembocaría en la dictadura de Primo de Rivera en 1923.

Mientras tanto, en Asturias se estaba consolidando una poderosa burguesía en torno a los capitales venidos con los emigrantes retornados, los llamados indianos, y a la industria generada en torno a la minería del carbón y la siderurgia. La economía asturiana era emergente y muy relevante en cómputo nacional.

Según los investigadores Germán Ojeda y José Luis San Miguel (La emigración asturiana a América, Cuadernos del Norte), a lo largo del siglo XIX, emigró nada menos que un 17% de la población asturiana, en torno a 110.000 personas. En los comienzos del nuevo siglo, señalan, la expansión económica de Cuba, sumada a la buena recepción de Argentina y Uruguay, y otros factores hacen que en los primeros veinte años del siglo XX se sumen otros 130.000. En total, la asombrosa cifra de 240.000 personas, un éxodo que se prolongó hasta los años 30.

Algunos hicieron fortuna, muchos no. Los que consiguieron prosperar, acumularon grandes capitales que en parte retornaron a Asturias, donde promovieron una economía pujante. En ese contexto, con los ecos de Annual resonando fuerte, el ingeniero vasco José Tartiere Lenegre ya era uno de los empresarios más importantes de la región. Había hecho fortuna con los explosivos que usaban en las minas, pero diversificó su capital y tenía intereses también en la minería, el ferrocarril y la banca.

Pero no se paró ahí. Tartiere era consciente de la importancia emergente de la comunicación en un mundo cada vez más interconectado. Asturias comenzaba a ser una provincia con muchos y ávidos lectores, con una gran conciencia social y también con una importante polarización política. Así surge La Voz de Asturias de la mano de Tartiere, que toma un pequeño diario llamado El Correo de Asturias y lo refunda.

Aquel diario era en su primera época, por tanto, un órgano de expresión de la burguesía, no de las clases obreras. Costaba 10 céntimos y eran cuatro páginas, (poco más tarde creció a ocho) redactadas e impresas en la calle Gil de Jaz, 3 de Oviedo, en las que no firmaba el director y pocas veces los periodistas, pero que constituía casi la única forma de enterarse de las grandes y pequeñas noticias, tanto de la región como del mundo. A menudo con notable precisión.

Además, hay que tener en cuenta que la primera emisora de radio en España fue Radio Ibérica en el año 1924, es decir, que en esta década y la siguiente se puede decir que casi el único medio de información de masas era la prensa escrita.

La dictadura

A veces, la inmediatez es asombrosa. Al día siguiente del golpe de Primo de Rivera, por ejemplo, así lo contaba el número 135 del 14 de septiembre: «El Capitán General de Cataluña se declara en rebeldía contra el Gobierno». Curiosamente, comenzaba lamentado la censura, que impedía contarlo todo; pero aquella tarde se insertó una noticia de última hora en la que se hablaba del «Sensacional manifiesto de Primo de Rivera» que apuntaba ya el inicio de la nueva etapa política casi en tiempo real.

Como testimonio de aquel tremendo flujo migratorio, en las últimas páginas del diario aparecen varios anuncios de transportes marítimos, la Compagnie Generale Trasatlantique, a La Habana, la Vasco-Asturiana, en la que también tenían participación las empresas mineras; o la Compagnie Sub-Atlantique y Chargeurs Reunis que anunciaba «vapores de gran lujo extrarrápido» con camarotes de lujo que costaban, los caros, una fortuna: 15.000 pesetas para ir a Buenos Aires.

Nace el Oviedo Fútbol Club

De la mano de Tartiere, como es sabido, nace el Real Oviedo en el año 1926. Curiosamente, este evento tan trascendente en la vida de la ciudad pasaría casi inadvertido: se publicó en la última página del periódico del sábado 27 de marzo de 1926. Y en la esquina inferior derecha, con una pequeña nota que se tituló: «Ha quedado constituida la directiva del Oviedo F.C», con subtítulo: «Ha llegado la hora de trabajar». El presidente era Carlos Tartiere de las Alas Pumariño; el vicepresidente primero, Alfredo Figaredo y el segundo, Pedro Miñor. Un cuadro inolvidable, pero sin foto.

Obviamente, la situación en la guerra del Rif y el decreto hullero eran, para los editores del periódico, mucho más importantes. Tal vez no eran conscientes del alcance y longevidad del club que acababan de crear.

El crack

Un cataclismo económico de alcance mundial llegó a la portada de La Voz razonablemente bien, dada la distancia y, quizá, el desconocimiento de lo que eso iba a significar en la historia del siglo XX: el crack de la bolsa de Nueva York. En la edición del 30 de octubre de 1929, a dos columnas, se contaba: «Se reproduce la baja en la Bolsa de Nueva York, llegando a adquirir enormes proporciones». Era el fin de los locos 20.