
La ruta turística recupera cuatro itinerarios tradicionales de la trashumancia para recorrer a pie, a caballo o en coche
11 abr 2017 . Actualizado a las 13:05 h.Desde su primera edición en 2014, la popularidad de la ruta de los vaqueiros de alzada no ha dejado de expandirse. El proyecto, que comenzó con el fin de recuperar el terreno para el aprovechamiento del turismo local, ha traspasado en los últimos años fronteras nacionales e internacionales. Aparte del indudable valor etnográfico, uno de sus principales alicientes es el sentimental, ya que muchos descendientes de vaqueiros rememoran en estas jornadas los pasos que sus antepasados dieron durante la trashumancia.
La Asociación Ruta Vaqueros de Alzada de Torrestío (RUVAT), que ya supera los 100 asociados, junto con los distintos ayuntamientos de los territorios que atraviesa la ruta, trabajan «intensamente para recuperar la historia de los vaqueros desde la Asturias central hasta Torrestío». La presidenta de la asociación ya ha abierto nuevos caminos para la promoción de la ruta durante el Primer Congreso de Trashumancia celebrado en Cataluña. En su intervención destacó los objetivos del proyecto y el propósito de buscar usos complementarios para los caminos pecuarios a través del aprovechamiento responsable del patrimonio cultural y material. La publicidad internacional vino de la mano de la participación en FITUR, dentro del pabellón del Principado de Asturias con la colaboración de la alcaldesa de Las Regueras. Tras este acto, se esperan los primeros participantes extranjeros en la edición de este año que dará comienzo el próximo 20 de mayo en Gozón. Desde la asociación afirman que el éxito paulatino es fruto del «logro conjunto de organizadores, vaqueros, patrocinadores y participantes».
A estas alturas ya se han recuperado los que fueron los cuatro itinerarios más frecuentados por los vaqueros para llegar hasta tierras leonesas: el que atraviesa Quirós y pasa por Trobaniello y el Puerto Ventana; el que cruza La Focella el que transcurre por Páramo y el del Puerto de la Mesa. Por aquel entonces se evitaba la nieve y la elección de las rutas estaba sujeta al tipo de ganado que se llevaba ya que «pelear con xatos y gochus ye más lento que arrear vacas».Hoy en día los caminantes tendrán que hacer frente a tramos ascendentes que llegan a los 1800 metros de altitud, pero desde la asociación confían en que el paisaje primaveral y las diversas brañas del camino sirvan de aliciente. Las rutas se podrán realizar a pie, a caballo o en coche en varias etapas en las que los participantes volverán al pasado recorriendo la distancia que separa Gozón y Torrestío.