Asturias inventa el «slowhosting»

Oriol López
Oriol López REDACCIÓN

COMARCAS

El Palacio Fernández Heres, situado en Grado, aplica este concepto hostelero de creación propia

28 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

  

Asturias siempre ha sido fuente de originalidad, tanto por sus características como por el ingenio de los asturianos. Desde el cachopo al Chupa Chups, la tierrina ha dado grandes ideas e inventos a la humanidad y, en esta ocasión, tenemos que añadir uno más. No es un objeto, tampoco una herramienta: es un concepto y una manera de ver la hostelería. Se trata del slowhosting, un concepto acuñado por Marta Fernández, gerente del Palacio Fernández Heres, un hotel rural distinguido desde hace ya diez años con el sello de Casonas Asturianas. En Rodiles, a escasos kilómetros de Grado, es donde Marta Fernández aplica, día tras día, esta forma de trabajar la hostelería, la cual se basa en hacer que los clientes se suman en la más absoluta calma y tranquilidad durante su estancia. «Aquí las prisas no son bienvenidas», afirma sin vacilar la gerente. 

Los visitantes, además, se sentirán como en casa. Principalmente, porque el palacio también es la vivienda familiar de Marta Fernández. «Esta es mi casa, ni más ni menos, y como tal tratas a la gente que pasa por aquí. La experiencia, en general, es muy positiva para todos», señala. El hotel consta de catorce habitaciones, personalizadas con nombres de las aldeas del entorno; un servicio de restauración que ofrece cocina tradicional con platos como fabada, picadillo casero, pescados de río y mariscos del Cantábrico, ternera asturiana y postres caseros; e, incluso, un huerto en el que cualquiera se puede animar a hacer sus pinitos como agricultor. A todo ello, le acompaña la tranquilidad que se respira en el lugar y la belleza de un entorno natural formado por verdes praderas, montañas y bosques de castaños. Estos ayudan, desde luego, a aplicar el slowhosting y son la mejor cura para dejar atrás cualquier tipo de estrés.

Un palacio que se remonta a 1800

Para llegar hasta el origen de esta edificación hay que irse más de 200 años hacia el pasado, en concreto hasta el año 1800. El Palacio Fernández Heres fue construido en esa fecha por la familia Heres, naturales del concejo asturiano de Gozón y propietarios de numerosas tierras de cultivo. De hecho, eran «los dueños» de, prácticamente, casi todo el pueblo de Rodiles. También, durante un tiempo, perteneció a Concha Heres, una mujer que atesoró una gran fortuna y dio a luz una igualmente gran idea. Esta fue la construcción de un hospital para emigrantes retornados, edificio que hoy ocupa el Centro Asturiano de Oviedo. La casa permaneció en esta familia hasta los años noventa, cuando fue adquirida por los actuales gerentes.

La familia de Marta Fernández, en concreto sus padres, fueron los que tomaron la iniciativa y la compraron. María Josefa e Inocencio -él natural de Rodiles- vieron la posibilidad de rehabilitar la casona y convertirla en un hotel. Y así lo hicieron, con «gran ilusión y no menos esfuerzo» durante unas obras que duraron casi cuatro años, hasta su inauguración en 2004. «Y algunos años más tarde aquí estamos, intentando que cada persona que nos visita sienta que al venir se encuentra en ese pueblo de la infancia en el que los veranos eran tan entrañables», explica la gerente.

Una zona rica en actividades

La ubicación del hotel, situado en la zona central de Asturias, tiene la ventaja de poder ofrecer al visitante un montón de actividades a tiro de piedra. En una sola jornada los turistas podrían acercarse hasta Oviedo para visitar el Prerrománico asturiano por la mañana, para luego pasar la tarde en las playas de Cudillero y concluir el día -al más puro estilo slowhosting- cenando tranquilamente en la terraza del hotel con vistas a la Sierra de Bejega y Verruga.

 

No se pueden perder tampoco las rutas a caballo, en bicicleta o a pie de los alrededores. Desde el Camín Real de la Mesa, a la Senda del Oso e, incluso, una etapa del Camino de Santiago. También podrán tener la oportunidad de practicar deportes de aventura como el paintball o el descenso del río Nalón. Y, si se acercan en fin de semana, podrán disfrutar de una visita al tradicional mercado de la villa de Grado.

Para más información: www.turismoasturias.es