La oficina donde se produjo el violento suceso con rehenes que concluyó con el suicidio de uno de los atracadores ha reabierto sus puertas, aunque las dos empleadas retenidas siguen de baja
02 nov 2017 . Actualizado a las 20:41 h.Va a costar, pero Cangas de Onís quiere volver a recuperar su pulso normal. Los vecinos de la localidad del Oriente asturiano van a tardar en olvidar la mañana de pesadilla que se desencadenó el pasado martes, cuando dos hombres irrumpieron en una sucursal de Liberbank dispuestos a todo para hacerse con un botín de 130.000 euros. Los acontecimientos se precipitaron cuando los dos delincuentes -J.M.S.V. de 43 años de edad y vecino de Burgos y J.C.S.G, de 59 años de edad y vecino de Miranda de Ebro (también de Burgos)- tomaron tres rehenes al verse cercados, desencadenando una verdadera tempestad de disparos en los alrededores de la sucursal. El suceso culminó con la liberación de los retenidos, la detención del más joven de los atracadores y la muerte, por suicidio, de su acompañante, que se disparó un tiro.
El epicentro de los acontecimientos, la oficina bancaria, ha reabierto sus puertas, aunque con personal de sustitución, puesto que las dos empleadas siguen de baja. Los vecinos, mientras tanto, siguen contando los disparos que dejaron sus marcas en todo el escenario del violento suceso.