El profesor de Nava admite los regalos a un alumnos pero niega una intención sexual

efe REDACCIÓN

COMARCAS

un alumno en un aula, clase, vacía

Reconoce que intercambió mensajes con el niño, de 9 años, pero asegura que se han sacado de contexto

15 may 2018 . Actualizado a las 13:54 h.

El profesor interino de Nava que se enfrenta a una pena de dos años de prisión y seis de inhabilitación acusado de abuso sexual continuado a un alumno de 9 años se ha declarado inocente, aunque ha reconocido haberle hecho regalos y enviado mensajes por internet. En su testimonio ante el Juzgado Penal número 1 de Oviedo durante la celebración de la vista oral, el procesado ha dicho que no cometió abusos sexuales y que le hizo regalos porque le «sobraban y el niño los quería». En la vista, que se ha desarrollado a puerta cerrada, el acusado ha reconocido haber intercambiado mensajes, aunque ha negado que tuvieran una intención sexual y ha asegurado que «se sacaron de contexto», según ha informado uno de los abogados.

La Fiscalía y la acusación particular han mantenido la petición de pena de dos años de prisión, seis de inhabilitación, tres años de libertad vigilada y alejamiento durante cuatro años, al considerar probados los hechos denunciados. Según el relato del Ministerio Público, el procesado comenzó en noviembre de 2015 a relacionarse con otros alumnos del colegio, de entre 6 y 12 años, con los que jugaba en ocasiones en el patio y a los que prodigaba abundantes besos y abrazos.

Tras ganarse su confianza, el acusado comenzó poco después a mantener conversaciones de Skype con la víctima durante las noches de los fines de semana. En todas ellas, añade la Fiscalía, el acusado comenzaba hablando de cuestiones de interés del niño, como el fútbol o el colegio, pero luego desviaba la conversación a «temas sexuales totalmente inapropiados y alejados de cualquier fin educativo o didáctico». El procesado, que le insistía al niño en que las conversaciones eran secretas, también agasajó al menor con varios regalos de cierto valor que no eran propios de una relación profesor-alumno, como mandos a distancia, un volante, unos pedales para la Play Station y diversos juegos.

El 9 de marzo de 2016, la madre del niño, al advertir que había disminuido el rendimiento escolar de su hijo y se había alterado su caligrafía y sospechar del uso que hacía de la tablet los fines de semana y de los regalos que recibía de su profesor, presentó denuncia ante la Guardia Civil.