La playa de Poo no es apta para el baño

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Playa de Poo Turismo de Asturias

La Coordinador Ecologista pide explicaciones al Ayuntamiento de Llanes por la aparición de aguas fecales

23 ago 2018 . Actualizado a las 10:45 h.

La Coordinadora Ecologista ha solicitado explicaciones al Ayuntamiento de Llanes y al Principado de Asturias para que investigue las razones por las que los usuarios de la playa de Poo se encuentra con una calidad de las agua deficiente por «contaminación por enterococos intestinales, de acuerdo a los análisis quincenales que realiza el Principado en las playas asturianas controladas y presentados esta semana».

La Coordinadora destaca que esta playa «es la única asturiana que tiene el calificativo No recomendable para el baño». Explica el colectivo que la Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo es la encargada del Programa de Vigilancia Sanitaria de Zonas de Baño en 60 de las playas asturianas y que solo controla los parámetros microbiológicos de contaminación fecal, concretamente enterococos intestinales y Escherichia coli. Así destaca que no se analizan el resto de otros contaminantes del agua.

En este caso, la Coordinadora desconoce la razón por la que el Principado y el ayuntamiento no toman medidas ante los vertidos que se producen en el arroyo de la Vallina que desemboca en la playa de Poo, «muy afectada por vertidos ganaderos y la estación de bombeo del pueblo que vierte contaminantes cuando entra en carga». No es algo nuevo, recuerda. Se trata de «un problema que lleva años que perjudica la calidad de las aguas de baños a una playa tan visitada y reconocida internacionalmente».

No es la primera vez que la Coordinadora Ecologista denuncia que ni el Principado ni los ayuntamientos investigan las fuente de contaminación que se dan en las playas asturianas con río que sufren vertidos continuos, como es el caso de Poo. «Si no se toman medidas es difícil que no se repita esta lamentable situación que nos encontremos en plena campaña de baños», alerta el colectivo. Añade que «no es comprensible que ante los episodios contaminantes que afectan a la salud de los usuarios de las playas, lo único que hay es un manto de silencio, que por supuesto no se arreglan los problemas tapándolos».