Una evaluación del impacto en la salud liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "la Caixa", ha concluido que las ciudades europeas podrían evitar 114.000 muertes prematuras adicionales cada año si cumplieran las nuevas recomendaciones de calidad del aire presentadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en septiembre del 2021, en comparación con las directrices anteriores.
Madrid es, en la actualidad, la ciudad europea con mayor mortalidad atribuible al dióxido de nitrógeno, mientras que Barcelona ocupa el sexto lugar en este ránking europeo.
Las nuevas estimaciones son una actualización de un estudio publicado originalmente en enero de 2021 en The Lancet Planetary Health que mostraba que las ciudades europeas podrían evitar hasta 51.000 muertes prematuras cada año cumpliendo con las por entonces vigentes recomendaciones de calidad del aire de la OMS, publicadas en 2005.