Un creador consagrado que se forjó contra el apartheid y en defensa de los desfavorecidos

J.C. GEA OVIEDO

CULTURA

El director del Instituto Cervantes Juan Manuel Bonet, miembro del jurado del Premio Princesa de Asturias de las Artes, primero de los ocho que convoca la Fundación Princesa de Asturias
El director del Instituto Cervantes Juan Manuel Bonet, miembro del jurado del Premio Princesa de Asturias de las Artes, primero de los ocho que convoca la Fundación Princesa de Asturias J.L.Cereijido

Los jurados destacan tanto su consolidada trayectoria profesional como su implicación social. «Es el más importante de los artistas africanos», dice Bonet

04 may 2017 . Actualizado a las 18:11 h.

Con la designación de Kentridge se cumple el deseo de nuevos jurados como Juan Manuel Bonet, quien ayer mismo abogaba por un regreso a las artes plásticas del certamen de este año. Hoy, el director del Instituto Cervantes y crítico de arte considera que la plástica «queda muy bien representada» por un autor que -admite- «será un nombre nuevo para muchos pero está muy, muy consagrado» y es «el más importante de los artistas africanos, un continente cuyo arte no conocemos bien». También estará satisfecha la comisaria y editora artística Elena Ochoa, quien unas horas antes de darse a conocer el veredicto deslizaba el nombre de Kentridge, con quien prepara uno de sus exquisitos libros de artista, y al que aludía en entrevista con La Voz de Asturias como ejemplo del nuevo rol asumido por los creadores artísticos en el presente.

A ese mismo papel de «adalid de las libertades durante el apartheid, y de los desfavorecidos en general», alude el director de la feria ARCO, Carlos Urroz, para quien Kentridge «va más allá de las artes plásticas» en su capacidad para manejar todo tipo de lenguajes y materiales y crear con ellos «una gran alegoría sociopolítica de la situación en la que estamos». Urroz destaca el uso, por parte del sudafricano, en sus animaciones de «materiales muy sencillos, casi pobres, como recortes de papel y carboncillo» que «contrastan con la sofisticación de la animación comercial», pero que «son capaces de crear un gran impacto emocional».

La diseñadora asturiana Patricia Urquiola atestigua en favor de esa intensidad en la obra de Kentridge. Urquiola describe como «impresionantes» las escenografías para las óperas del sudafricano, cuya obra está cargada «de fuerza poética y política».