La escritora presentó su novela «El color del silencio» que parte del alzamiento en Canarias y recorre la historia del país hasta la actualidad
09 jul 2017 . Actualizado a las 18:20 h.La escritora alicantina Elía Barceló ha hurgado en los secretos inconfesables de una familia como «un microcosmos» de la historia de España, en la novela «El color de el silencio», que ha presentado hoy en la Semana Negra de Gijón. La autora ha dicho que esta obra trata de la búsqueda de la identidad a partir de aquellas cosas de las que no se hablan dentro de la familia, que es «un microcosmos» del país.
«El color del silencio» enlaza con la línea de novelas realistas como «Disfraces terribles» o «Las largas sombras», y ha sido escrita con la intención de contar «la historia de la evolución de España», ha dicho. La novela tiene como punto de partida el 16 de julio de 1936 cuando una muerte en las Islas Canarias le abrió las puertas al levantamiento militar de Francisco Franco y a la guerra civil.
Treinta años después, el 20 de julio de 1969, cuando Neil Armstrong daba sus primeros pasos en la luna, Alicia, la hermana de Helena, la protagonista, era violada y asesinada en una playa de Rabat.
Un tercer salto temporal en la narración lleva a la época actual en la que Helena Guerrero, un artista de renombre, a sus sesenta y ocho años, busca respuestas marcada por el remordimiento de no haber podido salvar a su hermana.
«El color del silencio» está construida con los mimbres del género negro y las claves de la novela histórica en la que «se reconstruye la España de la posguerra», ha afirmado Barceló
Para la autora, el silencio es pernicioso porque «las cosas malas si se hablan siguen siendo malas, pero hablar de ellas contribuye a cerrar heridas».
Barceló ha dicho que ha buscado la «unión de lo personal y familiar con lo global» y que como en todas sus obras no ha fabricado los personajes sino que los «ha encontrado».
Helena es una mujer fuerte, agria, algo desvergonzada y extremadamente sincera lo que le lleva a ganarse la animadversión de quienes comparten tiempo con ella y también de los lectores.
Además, ha añadido que con la personalidad de la protagonista ha querido mostrar que «las mujeres pueden llegar a hacer cualquier cosa» porque se sigue pensando que «si tienen que elegir entre trabajo y familia deben elegir lo segundo».
«Esta bien que aparezcan mujeres fuertes, no necesariamente simpáticas, que hacen lo que quieren con su vida», ha añadido.
Como contrapartida, Goyo, el padre de la protagonista, un franquista convencido que participó en el alzamiento convencido de que estaba haciendo lo correcto, genera empatía en los lectores. «Era un desafío crear un personaje como Goyo, que al final se da cuenta de que se ha equivocado, que ha actuado mal, algo que no ha ocurrido todavía en España», ha destacado.