Netflix estudia formas de limitar que varios usuarios compartan contraseña

b. p. l. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Netflix

La nueva plataforma Disney+ implantará un sistema para evitar las claves

25 oct 2019 . Actualizado a las 09:08 h.

Compartir suscripciones y contraseñas de los servicios de música y series en streaming se ha convertido en una de las prácticas habituales entre los usuarios. Las plataformas lo saben y, una vez que han conquistado al público con la nueva forma de consumo a la carta que ofrecen, analizan cuáles son las mejores maneras para ponerle límites en un futuro más o menos inmediato.

Netflix estudia cómo regular a los usuarios que comparten las contraseñas de sus cuentas con otras personas y baraja actualmente «formas amigables para el consumidor» que limiten estas conductas. Lo reconoció hace unos días el director de producto de la compañía, Greg Peters, en una entrevista con motivo de la publicación de los beneficios de la compañía en el tercer trimestre del 2019.

Peters explicó que Netflix «continúa monitorizando» el uso compartido de contraseñas. «Estamos analizando la situación», afirmó el directivo, que aseguró que la compañía estudiará «maneras amigables con el consumidor para presionar los límites» de esta práctica.

Aseguró Peters que la empresa no tiene «grandes planes que anunciar en este momento» al respecto, pero su aviso revela que la compañía baraja adoptar una nueva aproximación a esas tarifas de suscripción que dan la opción a conectar varios dispositivos simultáneamente y que en realidad son utilizadas para repartir el pago de la cuota entre varias personas.

Sus palabras cambian ahora el sentido de lo apuntado hace tres años por el consejero delegado de Netflix, Reed Hastings, cuando aseguró que el compartir contraseña era «algo con lo que hay que convivir».

Los términos de uso que cada usuario acepta en el momento de suscribirse son claros al respecto: «El servicio Netflix y todos los contenidos que se vean a través del servicio son para tu uso personal y no comercializable y no se pueden compartir con individuos fuera de tu hogar», según especifica el punto 4.2.

Cuando la plataforma subió recientemente los precios de su servicio lo hizo precisamente en las dos tarifas que permiten la multiconexión, mientras que el plan básico para un solo dispositivo mantuvo su precio.

Hasta ahora las plataformas parecen haber transigido con estas prácticas que, no obstante, pueden monitorizar y documentar registrando la geolocalización y las IP que se conectan con el mismo login. Tal vez lo han hecho dentro de esa política de lo que hace años Richard Pepler, por entonces presidente de HBO, definía como «el negocio de crear adictos, tantos como podamos».

Nuevos paradigmas

Parece que las nuevas plataformas instauran, en cambio, otros paradigmas. El próximo 12 de noviembre empezará a operar en Estados Unidos (a lo largo del 2020 en España) el servicio familiar de streaming Disney+, que se anuncia como el nuevo gran gigante del vídeo bajo demanda. La compañía nace ya con planes concretos con respecto al objetivo de «mitigar la piratería». El pasado verano anunció la firma de un acuerdo significativo con la empresa de telecomunicaciones Charter en el que señala que «las dos compañías trabajarán juntas para implementar técnicas y reglas de negocio para abordar cuestiones como los accesos no autorizados y el compartir contraseñas».

Hace un mes, la aplicación de musica Spotify actualizó las condiciones de uso de su plan Familiar Premium asegurando que pedirá a los usuarios «de vez en cuando» la verificación de su domicilio para confirmar que cumplen los criterios del plan, que establecen que tienen que vivir en el mismo hogar. El plan familiar, disponible por 14,99 euros al mes, consiste en una suscripción prémium para seis cuentas, frente al prémium individual, que cuesta 9,99 euros.

Una encuesta realizada por Magid para la cadena norteamericana CNBC, el 35 % de los jóvenes de entre 16 y 36 años comparte las contraseñas de streaming. La cifra baja hasta el 19 % de los nacidos entre 1961 y 1979 y al 13 % de los nacidos entre 1946 y 1965.