Simba quiere cumplir diez años de reinado

Héctor J. Porto LA VOZ / MADRID

CULTURA

«El rey león» alcanzará en breve en Madrid los cinco millones de espectadores y sus promotores creen que el ritmo de venta de entradas garantiza tres temporadas más. El musical ha batido en España todos los récords

13 ene 2020 . Actualizado a las 08:38 h.

De los cien millones de espectadores que acredita en todo el mundo el musical de Disney El rey león, casi cinco millones han pasado por el madrileño teatro Lope de Vega, en la Gran Vía. La función cumplirá en octubre del 2021 diez años en cartel de forma ininterrumpida, con llenos en sus más de 3.500 representaciones. En España el montaje ha batido todos los récords. Y su estrella prosigue. Los promotores sostienen que el ritmo actual de venta de entradas garantiza que la obra alcanzará, sin desmayo pero sin mayores desvelos, otros tres años. Podrían ser más, confían plenamente en ello, pero no quieren aventurarse. Hoy, explican, para conseguir cuatro butacas juntas —las de una familia tipo— y bien colocadas hay que reservar con dos meses y medio de antelación. Vamos, como si se tratase de comer en un restaurante del selecto club Michelin.

¿Cuál es el secreto de este arrollador éxito? «Es un musical que habla sobre sentimientos universales, sobre familia, sobre las relaciones padre-hijo, sobre la amistad, sobre una comunidad, sobre personas que están luchando por un pueblo», argumenta el actor Tiago Barbosa, que interpreta a Simba desde hace tres años en España —antes lo había hecho en la versión brasileña—.

Quizá no haya un solo motivo para que la obra halle tan generoso eco entre la audiencia, concede Barbosa, que explica que resulta muy exigente con los actores no solo por las ocho/nueve funciones semanales que realizan. Casi todos los días, durante años... «Tenemos un amor grande por esta historia. Cada función es única y singular. Sabemos que hay personas que vienen de muy lejos para vernos, con enorme ilusión. Y dedicamos todo nuestro esfuerzo a la función como si creásemos algo exclusivo para cada una de estas personas».

«Es un tópico, sí —coincide Antonio Curros, que interpreta a Timón—, pero es así. Cada función es especial, porque si no, no aguantaríamos nosotros y el espectáculo iría bajando de calidad y la gente dejaría de verlo, porque eso se acaba percibiendo. De repente, estarían ante un grupo de actores aburridos y cansados, sin ganas. Si eres cocinero y te tiras ocho años haciendo el mismo plato, ya no trabajando en el mismo restaurante, tiene que ser muy difícil de soportar. Pero nosotros trabajamos con emociones, con el otro; a lo mejor tú tienes un día en que no andas fino pero tu compañero está a tope y te lo contagia». Y está el calor del público, por supuesto.

«Flipan más los padres»

«Te das cuenta de esa fuerza —insiste Curros—, ya no solo por ti, todos los días ves el teatro lleno, los aplausos, la gente de pie, las caras encendidas por la turbación. Cuando hablas con alguien y le dices “yo soy Timón, el de El rey León”, se le ilumina el rostro. Y los niños... Sí. Pero también los adultos. Hay veces que lo flipan más los padres que los propios niños», recalca Curros.

Además del poder emocional innegable en una narración que casi todos conocen (entre otras cosas, por la gran difusión que logró el filme original de dibujos animados de 1994), el espectáculo posee los ingredientes precisos para triunfar, gran colorido, vistosas coreografías, una música ya familiar, gran despliegue de atrezo e ingenios mecánicos...

Ah, y el villano de indiscutible encanto Scar, al que un irónico Pitu Manubens —que lo encarna desde el pasado julio— le resta maldad: «Solo está un poco indignado, porque sabe que él es el rey, que merece ser rey, porque es más listo que su hermano. Es entonces cuando descubre en su sobrino Simba la debilidad del rey león. Y decide actuar... El que pasa más tiempo en esta función siendo rey es Scar. No entiendo la imagen de mofa. Porque además él sabe gobernar», reivindica no sin humor Manubens, que aclara que su traje pesa 15 kilos.

«Es verdad que sabe gobernar, mata de hambre a todo el mundo», replica Marc Gómez raudo y punzante, como hace su personaje Zazú, el toco piquirrojo?que ejerce de mayordomo del rey león y cuyas rápidas réplicas y jocosos diálogos con Scar ponen excelente pimienta al musical.

ANTONIO CURROS, ACTOR COMPOSTELANO QUE ENCARNA A TIMÓN

«Entré en el mundo del musical casi sin querer»

Lleva cuatro años y medio inmerso en el salvaje papel. Es Antonio Curros, un suricato nacido en Santiago en 1985 que con 20 años se mudó a Madrid en pos de su sueño. «Siempre había querido dedicarme a la música. Mi carrera profesional empezó por ahí, por la música, por cantar. Soy músico, toco la guitarra, toco el piano...».

-¿Cómo llega a «El rey león»?

-Entré en el mundo del musical casi sin querer. Por una casualidad, en una escuela en la que estaba estudiando canto, me ofrecieron hacer una audición para un espectáculo. La hice, entré y vi que no se me daba nada mal la interpretación. Era Forever king of pop, dedicado a Michael Jackson. No llegaba a ser un musical, porque no había una historia, pero sí era un espectáculo que estaba en los circuitos de teatro musical. Me empezó a interesar más y aprovechaba los momentos de parón de gira para tomar clases de interpretación. Me metí en esa rueda. Te vas enterando de lo que se mueve, que van a abrir audiciones para no sé qué papel, a traer no sé qué nuevo musical…

-Y surgió el rol de Timón...

-En El rey león ya entré tras un proceso de audiciones normal, como cualquier otro. Hice varias audiciones. Al cabo de un año y dos meses me llamaron para incorporarme porque quedó vacante el papel de Timón. En ese momento estaba haciendo Sister Act en Barcelona. Tuve que dejarlo. Entonces ya tenía un cierto recorrido, antes había pasado por The Hole. Noté que este mundo me iba bien... y ahí sigo.

-¿Y la televisión? Hizo sus pinitos en «Cuéntame».

-Fue hace un par de años. Ya estaba en El rey león. Hice un personaje del pueblo de los Alcántara, un papel pequeño. Intentaba engañar a un amigo de Carlitos por asuntos de droga. Eran plenos 80, con el tema de la cocaína y la heroína muy presente en la serie.

-¿Le queda tiempo para el rock?

-Sí. Tengo una banda de pop-rock cantado en español, Ciclocéano. Sacamos un disco el año pasado. Canto, toco la guitarra y compongo. Un proyecto personal en el que impliqué a unos amigos.

-¿Va algo por Galicia?

-Sí, claro, de vez en cuando. Tengo a toda mi familia allí, todos mis amigos. Procuro escaparme.

-¿Sin expectativas de trabajo?

-En el tema del musical, en Galicia no hay posibilidades.

-¿Y las series de televisión?

-Es complicado compaginar una función como El rey león, que requiere tanta dedicación, con ir a rodar a Galicia. El día de mañana, en cuanto pueda, me encantaría. Sería algo muy satisfactorio.

-¿Timón tiene caducidad?

-Sí. No lo sé. Quizá sí. Cuando pierda la ilusión por hacerlo.

-Cuatro años con un suricato...

-Sí, si tuviera que imaginarlo hace diez años... A veces piensas: ¿cómo he llegado yo hasta aquí? El tiempo pasa muy rápido. Para mí es un regalo, un lujo.