Conmoción en la isla de «Néboa»: el «thriller» entra en su recta final

la voz REDACCIÓN

CULTURA

Carmela toma el control sobre el caso y Mónica abre una investigación paralela en el penúltimo capítulo (este miércoles, en La 1, a las 22.40 horas)

26 feb 2020 . Actualizado a las 15:23 h.

Néboa llega este miércoles a su penúltimo episodio (en La 1 de TVE, a las 22.40 horas) con toda la isla en estado de conmoción después de los dramáticos sucesos ocurridos en el sexto episodio. Vega, la hija de la teniente Ortiz interpretada por la actriz Alba Galocha, se ha convertido en la cuarta víctima del Urco, ese asesino desconocido de origen misterioso que ya ha acabado con las vidas de Ana Galmán, del teniente Ferro y de Cascudo.

Ahora, el asesinato de la joven que había llegado a la isla junto a su madre huyendo de un novio maltratador ha supuesto un golpe muy duro para Mónica, que se verá obligada a abandonar la investigación en favor de su mayor aliada en la isla, la sargento Carmela Souto. Esta mantiene como principal sospechoso de los crímenes a Gonzalo, el cura de la isla de Néboa y a quien distintas pruebas parecen incriminar en estos y otros crímenes.

Mientras el cuartel aguarda el informe de la autopsia de Vega, los efectivos preparan el traslado del cura al continente con el fin de comparecer ante el juez. Esta información no tarda en difundirse entre los vecinos de Néboa, que están muy impactados por el último crimen que ha tenido lugar y planean hacer todo lo posible para que Gonzalo no abandone la isla vivo.

A pesar de las órdenes emitidas por comandancia, Mónica, que está rota de dolor, no se quedará de brazos cruzados llorando la pérdida de su hija, sino que llevará a cabo una investigación paralela para encontrar al Urco y vengar su muerte. Su primer objetivo estará muy claro: escuchar la cinta número nueve.

Quedan dos episodios de Néboa, el thriller de Voz Audiovisual para TVE, para que la serie llegue a su final y se resuelva por fin el misterio en torno a los crímenes del Urco.

Una conservera (casi) centenaria para acoger el rodaje

Moncho Fuentes

La Pureza empezó a funcionar en 1924 de la mano de Vicente Docanto Martínez, pero ahora son sus cuatro nietos los que dirigen la última fábrica artesanal que se mantiene abierta en Cariño. Ana Docanto, nieta del fundador, valora positivamente la experiencia de haber tomado parte en el rodaje de la serie. «Fue la primera vez que participábamos en algo de este tipo. Habían venido a grabar alguna vez algún reportaje y nuestra idea era que sería una cosa pequeña, pero cuando el primer día llegó tanta gente nos quedamos alucinados. Tengo que reconocer que nos quedamos muy contentos porque son unos profesionales», afirma.

Ana tiene claro el motivo por el que el equipo de Néboa escogió a La Pureza para ser el escenario de la conservera Ulloa. «Por aquí ya no hay conserveras, La Pureza es la única que queda, y nosotros trabajamos de una forma tradicional, estamos poco industrializados y supongo que eso encajaba muy bien con lo que podría ser la fábrica de la serie».

La grabación de Néboa paralizó la producción durante una semana, pero casi todos los trabajadores participaron como figurantes de la conservera. «Algunos repitieron en otras escenas de la serie y a otros, aunque al principio no les llamó demasiado, como ahora se ven en televisión, ya les gusta», apunta la nieta del fundador.

También cree que la serie puede contribuir a dar a conocer entre el público la zona de Ortegal. «Para mí es una publicidad muy importante para la comarca y los pueblos que salen en la serie. La publicidad es buena siempre y esta zona es poco conocida».

En la fábrica, donde se elaboran cerca de 20.000 latas a la semana, se mantiene la forma artesanal de elaborar las conservas. «Es lo que buscan nuestros clientes. Pero esto no quiere decir que no estemos modernizados porque tenemos página web, tienda on-line y estamos en redes sociales, aunque también tenemos a mucha gente que se acerca a nuestra tienda», asegura su responsable.