El homenaje de Camus a Madariaga

laura miyara / x. f. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Camus (izquierda) admiraba a Salvador de Madariaga
Camus (izquierda) admiraba a Salvador de Madariaga

Publican el discurso que el escritor francés dedicó al gallego en su 70 aniversario

03 jul 2020 . Actualizado a las 13:14 h.

El 30 de octubre de 1956 se celebró, en los salones del Hôtel d'Orsay de París, un homenaje a Salvador de Madariaga, con ocasión del 70.º aniversario de su nacimiento. En la ceremonia, Albert Camus pronunció un discurso en honor al coruñés ilustre, titulado Le parti de la liberté. La editorial Trifolium acaba de publicar una edición doble de ese discurso, que recoge el original en francés y una traducción a cargo de Armando Requeixo. La elaboración de la obra, que recoge además documentos relativos al evento, fue facilitada por el Instituto José Cornide de Estudios Coruñeses.

El título del discurso, El partido de la libertad, hace referencia, por supuesto, a la militancia liberal de Madariaga. «Gracias a usted, y a pocos más, los francotiradores perpetuos como nosotros tenemos un partido. ¿Qué partido? Pues el partido de las personas a las que los implacables y totalitarios insultan, al tiempo que solicitan su adhesión para salvar la vida de sus militantes. [...] Su originalidad consiste en que consiguió imprimir un sentido a esa noción de liberalismo que agonizaba por las calumnias de sus adversarios y las vilezas de sus partidarios», afirmó Camus en el acto.

Para él, la integridad era uno de los rasgos más admirables de Madariaga. «Usted ha rechazado plegarse a cualquier conformismo actual y ha sabido trazar los límites fuera de los cuales nuestros ideales pierden sentido. Lo hemos oído repetir, insistentemente, que la libertad no es nada sin la autoridad y que la autoridad sin la libertad no es más que el sueño del tirano; que los privilegios económicos son inaceptables, pero que no se conoce sociedad sin su jerarca y que la nivelación es lo contrario de la verdadera justicia; que el poder solo se ve legitimado por la conformidad popular, pero que el sufragio popular directo ha sido un fermento de anarquía o de tiranía; que los internacionalismos han sido la plaga de este tiempo y que, sin embargo, la sociedad internacional no puede obviar las naciones, pues para superarlas es preciso antes existan», dijo.

La Guerra Civil encontró a Madariaga en Toledo, obligando al escritor a exiliarse en el Reino Unido. Camus recordó al respecto una fórmula propuesta por Nietzsche: «Optarás por el exilio para poder decir la verdad», y afirmó que «para elegir quedarse a vivir aquí y militar así en tan duro partido es necesario amar incondicionalmente la verdad y la libertad».

El escritor francés nacido en Argelia, que sería galardonado con el Premio Nobel de Literatura un año después de este discurso, no escatimó en elogios a Madariaga. «Su ejemplo y su obra nos han ayudado a entender cómo las posiciones cínicas y realistas tienen un prestigio decisivo. Estas permiten aplastar y menospreciar, mientras que otras actitudes, como la suya, obligan a comprender y suponen, en sí mismas, un esfuerzo intelectual constante», señaló.

Camus destacó el importante y necesario papel del coruñés en la construcción de una Europa libre: «No le desearé el descanso que otros estimarían más que merecido. Lo necesitamos a usted. Necesitamos que nos ayude a continuar lo que hemos comenzado. Y sabiendo que respondo al afán de su joven corazón, le deseo la lucha perpetua y noble en favor de la verdad y la libertad que usted y nosotros anhelamos por encima de todo». «La liberación que aguardamos la debemos a sus acciones y a su ejemplo, que permanecen para nuestro común honor», concluyó.