Michnik, el periodista que desafió a la Polonia comunista

La Voz REDACCION

CULTURA

Adam Michnik
Adam Michnik MARTIN SCHUTT | EFE

El Premio Princesa de Comunicación fundó «Gazeta Wyborcza», el periódico más importante del país, en 1989

11 may 2022 . Actualizado a las 14:08 h.

Adam Michnik, historiador y periodista, es el fundador e histórico director del periódico más importante en Polonia, «Gazeta Wyborcza», y fue una de las principales figuras de la oposición anticomunista en Polonia en los años 80 del pasado siglo. Su candidatura al Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2022 fue propuesta por Krzysztof Wielicki, Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2018, y apoyada, entre otros, por Olga Tokarczuk, Premio Nobel de Literatura 2018.

Michnik, uno de los intelectuales más destacados de la Guerra Fría en Europa, sigue siendo redactor jefe de «Gazeta Wyborcza», pero su trayectoria vital incluye muchas otras facetas.

Michnik ocupó por derecho propio una de las sillas en la histórica «mesa redonda» que en 1989 reunió al moribundo Gobierno comunista y a los representantes del sindicato Solidaridad en Varsovia, para una negociación que terminó siendo una capitulación del régimen del general Wojciech Jaruzelski.

Nacido en 1946 en una familia de origen judío y cercana al Partido Comunista, Michnik adoptó, desde sus tiempos de estudiante, una postura contestataria y se involucró en asociaciones que mezclaban la política y la cultura, como el «Club de Buscadores de la Contradicción», lo que le valió la expulsión de la universidad en 1968 y una condena a tres años de prisión.

Trabajó como soldador hasta que se le permitió volver a estudiar y redobló sus actividades anticomunistas, con la fundación de varias revistas clandestinas, convirtiéndose a partir de 1988 en asesor del líder sindical y posterior presidente Lech Walesa.

Aunque más tarde llegó a apoyar activamente la candidatura presidencial de Tadeusz Mazowiecki, rival de Walesa, su implicación en la política se canalizó a través del diario «Gazeta Wyborcza», el más influyente y respetado de Polonia desde hace décadas.

En vez de dirigir el periódico, Michnik se entregó al papel de redactor jefe del diario, y escribió de forma regular con su nombre y algunos pseudónimos hasta 2004, cuando los problemas de salud le obligaron a dosificar su actividad profesional.

Actualmente, «Gazeta Wyborcza», que imprime 11 ediciones regionales, es una referencia indiscutible en el panorama mediático polaco y se caracteriza por su postura beligerante contra la ideología conservadora.

Desde la llegada al poder en 2015 de la coalición ultraconservadora liderada por Jaroslaw Kaczynski, colega de Michnik en los tiempos de Solidaridad, el flamante premio Princesa de Asturias se ha manifestado en varias ocasiones contra el «cierre gradual de la democracia» al que según él se enfrenta su país.

Información imparcial

El pasado 20 de marzo, Michnik aseguró que el partido que gobierna Polonia y el presidente ruso, Vladímir Putin, «siguen el mismo patrón», y comparó los intentos del Gobierno polaco por cerrar un canal de televisión a la «liquidación de medios independientes» en Bielorrusia y en Turquía.

Crítico incansable de cualquier tipo de censura y defensor de la información imparcial, Michnik enfatizó en una entrevista de televisión el año pasado que «para que una sociedad cambie su punto de vista, primero tiene que tener una buena visión».

Pero la proliferación de propaganda, noticias falsas y censura son, a su juicio, uno de los grandes peligros para que el público pueda estar informado y desarrollar sus propias ideas.

«Si te repiten por la mañana, por la tarde, por la noche y al día siguiente otra vez que Ucrania es un país nazi, al final acabas pensando que algo de eso hay» destacó recientemente.

Su postura contra cualquier tipo de censura y totalitarismo quedó patente hace pocos días, cuando tras los bombardeos sobre Kiev describió al presidente ruso, Vladímir Putin, como «no un general calculador, sino un psicópata».

Con «seis años de cárcel en los huesos», Michnik dice haber «vivido y visto» lo suficiente como para haber aprendido que «los sistemas totalitarios son como las bicicletas, necesitan avanzar para no caerse», pero, sea cual sea su color «nunca cambian, son como el curso de un río».

Michnik aplica su juicio de veterano periodista a la actualidad y es consciente de que «no solo en Polonia, sino en todo el mundo, los cambios se están produciendo tan rápidamente que al mismo tiempo se producen divisiones internas. En Rusia, en China, en Estados Unidos...»

Esta visión panorámica, capaz de discernir entre las contradicciones para extraer no una conclusión categórica, sino una verdad informativa, es lo que caracteriza la personalidad y, por extensión, el estilo del periodista polaco más importante desde Ryszard Kapuscinski.

Desde la atalaya de su experiencia, y después de haber sido testigo de primera línea de la historia europea reciente, Adam Michnik se ha erigido en una de las voces más autorizadas para descifrar, juzgar y describir la situación que atraviesa el viejo continente.

En la actualidad, está disponible en España «En busca del significado perdido» (Acantilado, 2013), una colección de ensayos en los que observa y analiza los cambios producidos en Polonia y en la Europa del Este desde 1989, cuando cayó el muro.

Para el escritor y expresidente checo Václav Havel, con este libro «muchos en Occidente entenderán mejor qué pasó y qué está pasando hoy en nuestra parte del mundo».

Premios

Michnik, a lo largo de su carrera ha recibido numerosas distinciones entre las que figuran: el Premio Robert F. Kennedy de derechos humanos (1986); el Premio Europa de Periodismo 1995, que otorga la Asociación de Periodistas Europeos (APE); el Premio Francisco Cerecedo de Periodismo (1998); el Premio Erasmus (2001), por su contribución a la construcción de Europa; el premio Joaquín Garrigues Walker (2001); y el Premio Ortega y Gasset (2016).

En Alemania recibió en 2011 la Medalla Goethe. En 1999 fue galardonado con la Orden del Mérito de la República de Chile y en 2000 el Instituto de Prensa Internacional (IPI), con motivo del 50 aniversario de la fundación del Organismo, le incluyó entre la lista de los 50 héroes de la libertad de prensa.

Es una de las figuras históricas de la política en Polonia, autor de «La Iglesia, la izquierda y el diálogo», «Historia del honor en Polonia», «Cartas desde la prisión» y «En busca del significado perdido», entre otros libros, informa Efe.