Si te acuerdas de esto, es que eres millennial

CULTURA

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¿Jugabas a los tazos en el recreo? ¿Estabas enganchado a Punky Brewster o los Power Rangers? Hay muchas singularidades que marcan una generación. Aquí van las de la Y

02 ene 2023 . Actualizado a las 09:53 h.

Cada generación tiene sus recuerdos y @nostalgiamilenial se encarga a través de las redes, y desde el más absoluto anonimato ya que no ha trascendido su identidad, de traer al presente los de la Y (o «millennials»). Ahora acaba de publicar su segundo libro «Sobreviviré», donde viaja por las décadas de los 80 y 90. Aquí van algunas de las curiosidades más representativas de los treintañeros,por poco, de hoy en día. 

1. Golosinas de fresa, ladrillos o pica-pica

Hay que decir que en esto los millennials no marcamos mucha diferencia. Había muchísimas chuches, pero la mayoría se siguen vendiendo hoy en día. O incluso más. «Quizás las más repetidas en cualquier bolsa de golosinas eran las fresas, los melones de chicle, los dedos, los ladrillos, los pica-pica…», señala el autor de Sobreviviré. «Pero si hablamos de chuches muy icónicas de aquellos años —apunta— tenemos los cigarros de chocolate, las piruletas de Pitufo o los Push Pop y los anillos de caramelo, que te dejaban los dedos completamente pringados».

2. ¿Cuáles fueron los helados más míticos de tu infancia?

Lo mismo sucede con los helados. Los que triunfaron en nuestra infancia son muchos de los que hoy comen la generación Z o la Alpha, por ejemplo, los clásicos Frigopie, Drácula o Calippo; aunque había otros helados más puramente noventeros como el Mikolápiz, el Pirulo tropical o los Fantasmikos, que también han resistido y continúan en los carteles.

3. Los cumpleaños, nada que ver con los de ahora

Las fiestas de cumpleaños sí que han ido girando de generación en generación. Las de nuestros padres poco tenían que ver con las nuestras, y las nuestras tampoco se parecen mucho a las de hoy en día. «En un cumple de un millennial la mesa estaba repleta de sándwiches cortados en triangulitos, gusanitos y chuches. Los niños siempre estábamos por ahí corriendo y jugando a nuestra bola y solo nos acercábamos a la mesa puntualmente para comer algo o mezclar Coca-Cola con Fanta. Como mucho se hacían una o dos fotos para el recuerdo y ya está. Hoy en día en un cumpleaños está todo muy pensado para que quede bonito y se pueden hacer tranquilamente 300 fotos», señala.

4. Una serie de televisión que sí o sí han visto los «millennials»

El repertorio audiovisual une generaciones. Y si hablamos de series de peques, los que vivimos nuestra infancia a lo largo de los noventa «crecimos con Rugrats, Dragonball, Punky Brewster, Power Rangers, Las tres mellizas, Doraemon, La banda del patio...», señala el creador de contenido, que atiborra las redes con recuerdos de la infancia. Explica que cuando nos hicimos mayores, los millennials nos enganchamos a Compañeros, Sabrina, El príncipe de Bel-Air, Xena, Médico de Familia, Un paso adelante, Los Serrano… «Nos tragamos mucha tele porque el ocio no estaba tan diversificado como ahora. Lo más guay es que todos crecimos viendo lo mismo y, por tanto, tenemos los mismos referentes». O casi todos, porque a veces en esto no siempre hay unanimidad.

5. La vuelta al cole

Aún no había dicho adiós el mes de agosto, y las madres ya empezaban con los preparativos de la vuelta al cole. ¿Quién no se acuerda de los famosos corticoles? Cuando ya tenías todo preparado, es cuando te dejaban gastarlos. Una de las opciones era tirar de material escolar. Como cuenta @nostalgiamilenial en su segundo libro en las mochilas de los millennials (también de generaciones anteriores) «no podían faltar las pinturas de Alpino, las ceras Plastidecor y las Manley, las gomas de Milán, los bolis BIC…». «También estaban esas carpetas forradísimas con recortes de revistas como la Superpop, aquellos estuches que tenían mil compartimentos o los míticos bolis de 10 colores que pintaban regular. Algunas de las cosas novedosas que vivimos fueron la llegada de las mochilas-carro o del Tippex de brocha. ¡Era el futuro!», señala.

6. El salto de la EGB a la ESO

La mayoría de los «millennials» (que forman parte de esa generación, la Y, que nació, según las referencias, entre los ochenta y los noventa y pocos ) no tuvieron 7º de EGB. Ni segundo ni cuarto. Los «millennials» del 84 fuimos la generación que estrenó la LOGSE en 1990, pero también la ESO cuando entró en vigor en el 2006. «Lo cierto es que nosotros, más allá del cambio de nombre de los cursos, creo que no nos enteramos de mucho. El cambio lo debieron notar sobre todo los profes. La novedad más importante fue que la educación obligatoria se ampliaba de los 14 hasta los 16 años», señala el autor que hasta ahora no ha desvelado su identidad.

7. Los tazos se pusieron de moda

A falta de un descanso, muchos teníamos dos pausas a lo largo de la jornada. «Nuestros recreos fueron geniales porque disfrutamos de los juegos más tradicionales, como la comba, el fútbol o la goma; pero también nos apuntamos a todas las modas que fueron apareciendo, como los tazos, los gogo's, las hojas de cambiar, los cromos, los tamagotchis… ¡Era imposible aburrirse!», apunta.

8. Colecciones de todo

Nos daba igual qué, el caso era hacer una colección. Dice @nostalgiamilenial (que él escribe sin duplicar letras) que «en los 90 casi todo traía regalos para los más peques, las marcas sabían cómo llamar nuestra atención». Es verdad que una de las colecciones más míticas fueron los tazos de Matutano. Primero con dibujos de los Tiny Toons y Dragonball, y años más tarde con dibujos de Pokémon. También estaban los cromos de Bollycao, los juguetes de los Phoskitos y de los cereales, etcétera. «Por otro lado, también coleccionamos cosas que había que comprar directamente, como las hojas de cambiar, mira que no echábamos horas en el patio, o los cromos de Panini».

9. El baile más icónico

No podemos obviar que el Aserejé lo aprendimos (casi) todos. Aquellas tres hermanas, que formaban el grupo Las Keptchup, hay que recordar que eran hijas del conocido guitarrista flamenco Juan Muñoz, El Tomate, nos hicieron aprendernos el bailecito en el 2002, cuando ya nos movíamos de discoteca en discoteca. Pero no solo bailamos el Aserejé, también La Bomba, El baile del gorila o Mayonesa. «Eso sí, ahí nadie bailaba bien, nada que ver con los bailes que hacen ahora en TikTok. Nosotros éramos un poco desastres; pero unos desastres maravillosos», comenta el autor de Sobreviviré.

10. Se acercan los Reyes... ¿cuál era el #melopido que más se repetía entonces?

«Los juguetes que más nos pedíamos eran los relacionados con las pelis o series del momento, como las figuras de los Power Rangers o cualquier cosa de Disney. Luego también queríamos todo lo que salía en anuncios superguays, como el Superproyector Mickey o la Granja de Playmobil. Pero si hay algo que nos encantaba, eran los juguetes de “más de 5.000 pesetas” (todavía pedíamos en pesetas, los euros nos cogieron de adolescentes) como La Mansión de Casper, el Línea Directa, el Megazord, el Scalextric, los Furbies… Bueno, realmente es que lo queríamos todo».