Erige Sehiri compone un retrato coral que no evita los trazos costumbristas de un Túnez con ansias de cambio
18 jul 2023 . Actualizado a las 09:23 h.La vida en Túnez, la vida de la gente común —los de abajo, para entendernos—. Tomada además por una cámara sin artificios ni imposturas, con mirada diáfana y un estilo que se está imponiendo en los últimos años para la buena salud del cine de autor. O habría que decir de autora, pues son las mujeres —para buen ejemplo el nuestro más reciente, desde Carla Simón a Estibaliz Urresola Solaguren pasando por Alauda Ruiz de Azúa y alguna más— las que están marcando la diferencia con pautas comunes como bajos presupuestos, tramas pegadas a la realidad, imágenes cuasi documentales, y, no es poco, una renuncia radical a la pedantería formal y al postureo autoral como trucos para ocultar otras carencias.
La directora y coguionista tunecina Erige Sehiri se estrena con una radiografía de su convulso país focalizada en un grupo de trabajadores —en su mayoría mujeres— que una mañana se suben a una camioneta y en ella los llevan a recoger higos para un empresario. Se supone que es esta una escena cotidiana como muchas otras que podrían tomarse en la zona.
Cada personaje representa un arquetipo con trazos sencillos pero comedidos. Y a través de diferentes situaciones registradas bajo la higuera —entre las ramas o descansando a la sombra—, la cinta va relatando cosas que ocurren y que nos hablan de un Túnez ya diferente a cómo era durante la revolución del 2011, aunque en opinión de Sehiri (nacida en Francia, pero ya de regreso en su país) se perciba involución o frustración, sin negar por ello que ahora la gente sea más consciente de sus derechos.
Retrato coral
Tenemos en Entre las higueras un relato que incluye un patrón con sus gestos de superioridad, que no afean incluso el derecho de pernada, pero también los amores incipientes o no, los problemas domésticos, las reivindicaciones feministas sin echar mano de la pancarta... En fin, un inteligente retrato coral que no evita los trazos costumbristas —como el recurso a alguna canción popular— mientras muestra una sociedad con ansias de cambio y que no pierde la esperanza.
Afrontar una mirada realista tiene su riesgo en el descontrol del ritmo y la descompensación en las subtramas. De lo primero el filme va ajustado y de lo segundo, asumimos que hay roles principales, secundarios y accesorios. Vale la pena.
«UNDER THE FIG TREES»
Túnez-Suiza-Francia-Catar, 2022.
Directora: Erige Sehiri.
Intérpretes: Fedi Ben Achour, Firas Amri, Ameni Fdhili, Feten Fdhili, Fide Fdhili, Gaith Mendassi, Abdelhak Mrabti, Leila Ouhebi.
Drama. 92 minutos.