Alonso cumple diez años de frustraciones

EFE REDACCIÓN

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Fernando Alonso
Fernando Alonso DIEGO AZUBEL | EFE

Hace una década, el piloto asturiano ganó su segundo título mundial de F1

23 oct 2016 . Actualizado a las 12:46 h.

El piloto asturiano de Fórmula Uno Fernando Alonso, dos veces campeón del mundo, cumple hoy el décimo aniversario de su segundo entorchado mundial, conseguido en el Gran Premio de Brasil 2006, cuando fue segundo en el circuito de Interlagos por delante de su rival, el alemán Michael Schumacher.

En un campeonato no exento de polémica, en el que la pugna entre Alonso y Schumacher, siete veces campeón mundial, llegó hasta la última prueba en Brasil, Alonso logró un segundo puesto tras el brasileño Felipe Massa, lo que le permitió sumar los 134 puntos necesarios para lograr el entorchado.

Todo eso pese a la remontada del 'Kaiser' que en el Autódromo Jose Carlos Pace pasó de la vigésima a la cuarta posición debido a un pinchazo en los compases iniciales de la carrera.

«Se ha hecho justicia. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Pese a las decisiones que han tomado esta temporada en contra de nosotros nos mantuvimos unidos hasta el final», reclamó Alonso nada más dejar el podio de Interlagos aquel 22 de octubre de 2006.

Era el estallido de rabia tras una temporada agitada en los despachos, con sanciones al asturiano de distinto tipo y pelaje, pero decidida por un fallo de fiabilidad del Ferrari de Michael Schumacher en la penúltima prueba en Japón.

En Suzuka, el alemán lideraba cuando su motor comenzó a echar humo, Alonso terminó ganando la carrera y dejó prácticamente sentenciado el Mundial.

Era el segundo título consecutivo con la marca francesa Renault, con la que ya había batido el récord de precocidad del brasileño Emerson Fittipaldi al ganar el primero en 2005 con 24 años, 1 mes y 27 días. Luego llegarían campeones más jóvenes: el británico Lewis Hamilton, en 2008, y el alemán Sebastian Vettel, en 2010.

Con los 25 años de su segundo entorchado, se abría un futuro prometedor para el piloto ovetense, que el mismo día de ser campeón mundial ya sabía que su futuro estaba encaminado hacia McLaren-Mercedes, que perdía al finlandés Kimi Raikkonen camino hacia Ferrari para ocupar el puesto del temporalmente retirado Schumacher.

Lo que era el paso lógico a más campeonatos mundiales se convirtió en una temporada de tortura, junto al que luego sería tricampeón mundial, el británico Lewis Hamilton, un debutante en aquella temporada.

Los problemas en el equipo fueron una constante en aquel año, en el que el asturiano llegó a ganar cuatro carreras, las mismas que Hamilton, pese al divorcio entre él y McLaren. Se quedó a un punto del entorchado mundial que logró Raikkonen, en una carrera final en Brasil en la que tanto Hamilton como Alonso tenían opciones de ser campeones pero se impuso el Ferrari del finlandés.

A la apuesta fallida en la escudería anglogermana le siguieron dos años de regreso a Renault, en el que el español contabilizó dos victorias en su primer año y ninguna en el segundo.

En septiembre de 2009 Ferrari anunciaba el fichaje de Fernando Alonso «un sueño» para el asturiano, que en su primera temporada estuvo a punto de lograr el campeonato si no hubiera sido por una mala elección estratégica en el Gran Premio de Abu Dabi, donde el asturiano acabó séptimo y a cuatro puntos del campeón, el alemán Sebastian Vettel, que comenzaba cuatro años de reinado con Red Bull.

Aún hubo otro 'casi' para Alonso en 2012, a tres puntos de Vettel aquel año, la última gran oportunidad para el asturiano vestido de rojo, que vivió otras dos temporadas más con la escudería del 'cavallino rampante', con otro triunfo, el cuarto, de Vettel y el primero de los dos de Hamilton con la nueva Mercedes.

A finales de 2014 Alonso anunciaba su salida de Ferrari y su regreso a una McLaren que recuperaba a uno de los fabricantes históricos de este deporte: la factoría japonesa Honda.

Una apuesta arriesgada en cuyo segundo año se encuentra el asturiano, que sumó 11 puntos el año pasado y ya acumula 42 en las dieciséis carreras que ha disputado hasta el momento, ya que se perdió una por lesión.

El asturiano mira el décimo aniversario de su segundo entorchado con «orgullo y alegría», pero sin nostalgia, aunque tenga ganas de volver a reeditarlo.

«No cambia nada que se cumplan cinco, diez o doce años. Es solo un número. Intentas acercarte al objetivo, que siempre es ser el mejor. Ahora corro aquí (en McLaren-Honda) e intento ser el mejor, eso significa ser campeón. Estamos lejos de esa posibilidad, pero el año que viene ojalá nos acerquemos a esa opción», aseguró el piloto asturiano ayer en el circuito de Austin.

Volver a ser el mejor pasa, a día de hoy, por apurar las prestaciones de su McLaren-Honda y apoyar el desarrollo en las factorías de Sakura (Honda) y Woking (McLaren) para que el año que viene, con los cambios reglamentarios que se avecinan, el piloto asturiano pueda dejar de ser un espectador en la lucha por los puestos cabeceros.