Australia y la mente de los favoritos

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

FILIP SINGER | Efe

Djokovic llega a Melbourne tras su bache emocional y Murray tiene la presión de ser el número uno

16 ene 2017 . Actualizado a las 08:14 h.

Djokovic, con 6 títulos en Melbourne y campeón vigente, y Murray, finalista en cinco ocasiones y número 1 del ránking mundial, son los grandes favoritos para repetir la final del 2016 del Open de Australia (Eurosport), que empezó anoche. Este escueto pronóstico podría apuntar a un torneo con pocos alicientes, cuando en realidad apunta muchas novedades.

El defensor

El estado anímico de Nole. ¿Cuál será el estado emocional de Djokovic? Dominaba de forma absoluta hasta Roland Garros, y después mostró una sorprendente inestabilidad que le hizo vulnerable. Tras el ansiado triunfo en París se produjo como un vacío en su motivación y cayeron la regularidad y nivel de su juego (Wimbledon, Río, US Open y Master de Londres). En el O2 ante Murray pareció sumiso en la derrota. La acusación de Boris Becker sobre su escaso entrenamiento tras Roland Garros y el acercamiento de Nole a las teorías y prácticas espirituales del español Pepe Imaz confirmaron el cambio en la mente del balcánico y en la influencia de su entorno.

El número uno

Otro examen de cabeza. ¿Cómo lidiará Andy Murray con la presión de ser el número uno? Soportó la responsabilidad como local en Wimbledon, los Juegos del 2012, el Master y llegó al liderato del ránking. Alcanzar la cima requirió un gran esfuerzo de superación, y mantenerla se antoja mas difícil. Debe ser más agresivo y mantener su equilibrio emocional.

Los gigantes

Federer y Nadal, a recuperar el terreno perdido. Regresan, tras sus lesiones, jugadores de la talla de Roger Federer y Rafa Nadal. Dominadores hasta la aparición de la mejor versión de Djokovic, poseen los mejores palmarés de la era Open, son los cabezas de serie 17º y 9º, algo desconocido para ambos desde el inicio de sus trayectorias. Con 35 años, y después de varios meses de inactividad, el suizo intentará lograr un nuevo major que le permita retirarse por la puerta grande, al igual que hizo Sampras tras su triunfo en el US Open del 2002. Wimbledon 2017 puede ser el gran objetivo y Melbourne un buen primer test. Nadal comprobará si las buenas sensaciones de sus primeros partidos y entrenamientos del año se plasman en unos resultados que le lleven a estar entre los favoritos para ganar cualquier torneo.

Jóvenes

Muchos con posibilidades. Al margen de los cuatro dominadores recientes del circuito y de jugadores con grandes éxitos puntuales como Wawrinka y Cilic, en Australia aparecen ya una cantidad de jóvenes como Thiem, Zverev, Kyrgios, Pouille, Coric, Vesely, Khachanov, Medvedev, Edmund, Fritz, Chung, Donalson, Tiafoe… Con nivel y capacidad. Además, jugadores de generaciones intermedias como Raonic, Nishikori y Goffin han dado un salto de calidad e incluso el propio Dimitrov también parece ahora convencido de cumplir las expectativas creadas por sus extraordinarias condiciones. Detalles que apuntan alicientes y un cambio de tendencia ilusionante para el futuro.

Pronóstico

Posibles octavos. Con la prudencia de dar un pronóstico en el torneo de las sorpresas, los octavos podrían enfrentar en la parte superior del cuadro Murray-Pouille o Isner, Nishikori-Federer o Berdych, Wawrinka-Kyrgios y Tsonga-Cilic. Por la parte inferior, Nadal-Monfils, Raonic-Bautista o Ferrer, Thiem-Goffin y Dimitrov-Djokovic, que debuta con el siempre peligroso Verdasco.

Carrusel de cambios de entrenadores y primera gran cita de Moyá junto a Nadal

Varios de los banquillos de los mejores han sufrido cambios. Djokovic rompió con Becker, y la influencia en su equipo de las prácticas místicas y espirituales de Pepe Imaz son seguidas con expectación en el circuito. Está en juego su equilibrio mental. Su carácter fue determinante para llegar a la cima. Si se prolongan sus dudas, tendrá un problema.

También hay expectación por el efecto del fichaje de Moyá por el equipo técnico de Nadal, que llega en un momento perfecto para ambos. Carlos une a su trayectoria de jugador de élite su experiencia como capitán de Copa Davis y la colaboración con Raonic. Tiene ilusión, conocimiento total del circuito... Y conoce perfectamente a Rafa, con el que mantiene una excelente relación, al igual que con su tío Toni. Su presencia acalla las voces (sobre todo la de McEnroe) que le aconsejaban cambiar de técnico. Y lo hace sin variar nada en su idílico entorno. Carlos Moyá ha sido su ídolo de niñez, su referente en su juventud, y su amigo y compañero en la Davis y en entrenamientos. Es casi como de la familia. Su función cambiará al establecerse un vínculo profesional, pero el ambiente del equipo se enriquecerá sin que suponga ningún cambio brusco ni de menoscabo en la función de Toni.

Otro cambio importante afecta a Raonic, que incorpora como asesor al holandés Richard Krajicek, un exjugador que consiguió romper el dominio de Sampras en Wimbledon en 1996. Con el veterano Ricardo Piatti como máximo responsable técnico, busca cada año mejoras en su juego, y lo consigue. Antes era un peligroso sacador que se jugaba los puntos a un solo golpe. Ahora se mueve mejor y es capaz de aguantar y dominar en los peloteos de fondo. Un rival muy a tener en cuenta esta temporada.

Otros cambios de técnico que parecen funcionar son los del venezolano Daniel Vallverdú con Dimitrov y los suecos Bjorkman y Tillstron con Cilic y Monfils, respectivamente. Goran Ivanisevic tratará de dar un impulso a la trayectoria monocorde de Berdych, mientras que Federer sigue con Ljubicic y Luthi, Wawrinka con Magnus Norman, Nishikori con Dante Bottini y Chang, y Murray con Jamie Delgado e Iván Lendl. Este último ha sido decisivo para el británico. Está por ver si mantiene su ascendiente para controlar sus arrebatos en un momento en que necesita la concentración máxima.