Una remontada histórica del Barcelona sí, pero ¿justa?

La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

Albert Gea | Reuters

El árbitro alemán Deniz Aytekin se convirtió en el centro de todas las miradas en la remontada del conjunto azulgrana ante el PSG

10 mar 2017 . Actualizado a las 16:13 h.

El fútbol está lleno de partidos históricos y de remontadas épicas que permanecerán para siempre en la memoria de los amantes de este deporte y que además han contribuido a hacerlo cada día un poco más grande. Pero también está plagado de jugadas polémicas y errores arbitrales que han condicionado y condicionarán por siempre el resultado de un encuentro o el devenir de una eliminatoria.

Lo sucedido el miércoles por la noche en el Camp Nou reunió todos esos ingredientes. El partido tuvo su parte de gesta. Contó con momentos de gritos triunfales y lágrimas desconsoladas de los jugadores. También con alegría desbordada y enfado impotente de los seguidores. Y con un protagonista que a priori no estaba llamado a ser el centro de todas las miradas: el árbitro alemán Deniz Aytekin.

El Barcelona dio la vuelta a la eliminatoria goleando al París Saint Germain por 6-1. Para que el partido concluyese con un resultado tan abultado fue necesario que entrasen en escena muchos condicionantes, entre ellos la actuación arbitral. Tras el pitido final y con el Barça en cuartos de la Champions llegó el momento de rearbitrar y examinar con lupa la labor de Aytekin, y como siempre sucede cuando se mira al detalle el trabajo arbitral, los errores salen a la luz.

El colegiado germano tuvo trabajo desde el tercer minuto del partido cuando un balón de Luis Suárez entró y salió de la portería de Kevin Trapp a la misma velocidad. El juez de área no tuvo dudas de que el balón rebasó por completo la línea de gol y Aytekin concedió el primer tanto a los azulgranas. Poco después llegó la mano en el área de Mascherano ante una internada de Draxler. Es innegable que el balón toca en la extremidad del jugador argentino, pero el colegiado interpretó que el jefecito se estaba cayendo y por tanto la mano era involuntaria.

Nada más arrancar la segunda mitad y con un 2-0 en el marcador llegó el turno de las jugadas más polémicas y determinantes del encuentro. En el minuto 48, el lateral Meunier se resbala mientras trata de cubrir la avanzada de Neymar y termina derribando al brasileño. Y aunque Aytekin había dejado seguir la jugada, terminó decretando la pena máxima a instancia de su juez de área.

A falta de quince minutos para la conclusión del partido y con un 3-1 en el electrónico, la polémica se trasladó a la otra área del Camp Nou. Di María se plantó frente a Ter Stegen tras un rápido contraataque, pero cuando estaba a punto de rematar cayó tras un contacto por detrás de Mascherano. El propio jugador azulgrana reconoció la falta al término del encuentro, pero Aytekin no pitó nada y dio alas al Barça para encarar la recta final del encuentro.

La jugada más protestada por jugadores y aficionados del PSG llegó con el tiempo reglamentario a punto de cumplirse. Luis Suárez trataba de ganar la posición ante Marquinhos para controlar un balón que le llegaba por alto y ante un contacto con el defensor el uruguayo se dejó caer y el árbitro picó el anzuelo. Aytekin señaló penalti, Neymar lo convirtió y solo unos minutos después llegó el milagro con un gol de Sergi Roberto.

Deniz Aytekin erró y sus fallos condicionaron el partido. Pero existen más condicionantes que ayudan a explicar la remontada del Barcelona al PSG y su clasificación para cuartos. La mentalidad ganadora de la plantilla azulgrana fue determinante. Tras caer por 4-0 en el Parque de los Príncipes el pasado 24 de febrero todos los miembros del Barça empezaron a hablar de remontada. Los triunfos posteriores ante Leganés, Atlético de Madrid, Sporting de Gijón y Celta ayudaron a creer en esa posibilidad un poco más. Y aunque con el gol de Cavanni la moral del equipo se vino abajo, surgió un Neymar irreductible que se echó el equipo a las espaldas y ayudó a obrar la gesta.

El planteamiento de Luis Enrique fue determinante para el devenir del encuentro. Para la vuelta de octavos ante el PSG optó por recurrir al sistema de tres centrales que ya había ensayado ante el Atlético en el Calderón. Con ese esquema los azulgranas recuperaron el balón, la presión y el brillo de épocas anteriores.

Y si Luis Enrique dio con la tecla, Emery se estrelló. El exceso de confianza del técnico del conjunto francés y de sus jugadores por el 4-0 de la ida jugaron en su contra. El entrenador vasco optó por reservar a Di María y los jugadores saltaron al terreno de juego como si de un mero trámite se tratase. Algunos incluso bromeaban en los días previos al partido con la opción de aceptar una derrota por 5-1. Pero los goles empezaron a caer y para cuando quisieron reaccionar ya era demasiado tarde. Y aunque a toro pasado habló de la actuación arbitral, Emery supo asumir su responsabilidad ante la eliminación.