El karate entreguín viaja por el mundo

E.G. Bandera EL ENTREGO

DEPORTES

Alumnos de José Ramón Álvarez Ruiz-Huidobro
Alumnos de José Ramón Álvarez Ruiz-Huidobro

José Ramón Álvarez Ruiz-Huidrobo publicó un método sobre karate en 2011 que despierta el interés fuera de España. Acaba de volver de India y, en agosto, impartirá otra seminario en Túnez

17 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El entreguín José Ramón Álvarez Ruiz-Huidrobo viajaba recientemente de Himachal Pradesh, uno de los 29 estados de India, para impartir un seminario sobre karate. En 2011 recopilaba en una publicación la novedosa metodología de karate en la que ha volcado su trayectoria como maestro karateka y ahora empieza a recoger lo sembrado. Internacionalmente, puesto que desde entonces imparte seminarios regularmente en España. El salto fuera de las fronteras españolas lo ha dado con ese primer viaje a India, al que seguirá otro más en agosto a Túnez y ya está en conversaciones con maestros karatekas en México, Perú e Inglaterra.

Álvarez, que el próximo día 24 de junio impartirá otro curso en Guipúzcoa, se muestra muy ilusionado. «Les ha gustado y quieren que vaya todos los años», asegura de su experiencia en India, «se puso en contacto conmigo el director técnico de una asociación de maestros karatekas del norte del país, que tiene filiales en 20 estados de la India, que había visto mi método en internet». El libro, que se titula Metodología integral karate kata y es producto de una exhaustiva investigación sobre este arte marcial originario de la prefectura de Okinawa, está editado en castellano e inglés.

«Hasta ahora organizaban seminarios con maestros japoneses pero ahora buscan la pedagogía occidental», explica de su seminario en India, «lo japonés es más militar y mi sistema es ir persona por persona explicando el por qué de los movimientos. Ha sido una gran experiencia. Tuvimos días del seminario de hasta diez horas». Álvarez lleva 32 años enseñando karate tradicional, «el que que aprendí de mis maestros». Entró en contacto con esta disciplina oriental con 16 años. «Fue a través de un amigo, que me invitó a ver una clase con un maestro japonés. Me gustó esa dinámica de moverse y hasta hoy», recuerda.

Aplicaciones para móvil con más de 47.000 descargas

Hoy enseña a un centenar de alumnos cada día entre las clases que imparte en el gimnasio Okinawa de El Entrego y el Oxys de La Corredoria (Oviedo). Siempre enseñando su método: «De mano, el alumno no se limita a memorizar los movimientos. A veces la percepción visual no te lleva a entender el movimiento del todo y, por eso, voy alumno por alumno explicándolo hasta que lo hacen suyo. Imitar el gesto es fácil, pero comprenderlo e interiorizarlo es más complejo».

Dice que, entre otras claves de su metodología, es muy progresiva, estructurada y tiene los ejercicios muy definidos. En el libro, de hecho, aparecen más de 4.000 imágenes de gestos técnicos de karate. «Es una de las razones por las que estoy viendo que les gusta a otros maestros que buscan lo mismo que yo en esta área de estudio. Cada ejemplo está muy bien estructurado y se consigue darle más sentido a cada movimiento. El recorrido de un movimiento puede aparentar ser, por ejemplo, un ataque, pero tienen otras interpretaciones. Siempre pongo el ejemplo de la comida: con los mismos ingredientes puedes hacer muchísimas recetas diferentes».

También ha realizado hasta once aplicaciones para el móvil que pueden descargarse de forma gratuita. Una de ellas suma más de 47.000 descargas en los tres años que lleva disponible en internet.

El suyo, además, es un karate entendido como disciplina educativa y de defensa personal. «Otra cosa es el karate como deporte de competición, que nada tiene que ver con mi proyecto. Los objetivos son diferentes y los procedimientos también», asegura, explicando que en el que él enseña el principal objetivo es «formar personas correctas para la vida».

Y apto para todo tipo de edades: «Se puede practicar a cualquier edad. Yo tengo ahora 59 años y también tengo alumnos con 50 años que hacen karate; pero claro, no es dar saltos ni brincos, sino más pausado. No es un circo», asegura, «animo a la gente a que vea las diferentes opciones de karate que existen, no solo las centradas en la competición, para que sepan que hay otras propuestas que no buscan Ronaldos o Messis del karate, sino que se desarrollen, adquieran coordinación o disfruten haciendo karate sin más».