El jamaicano reitera que necesita descansar y De Grasse, Coleman y Bromell optan al trono de la velocidad
07 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Hay quien espera todavía que Bolt reconsidere su postura y dilate su trayectoria deportiva hasta los Juegos de Tokio 2020, pero el propio Usain volvió a reiterar que sus días en el atletismo están a punto de expirar. Después de tener un comportamiento ejemplar en la única derrota de toda su vida deportiva manifestó que sus piernas están tocadas, que necesita descansar y que ha llegado el momento de dejarlo. «Mi salida me mató, luego sentí que estaba ahí pero no pudo ser. Me tensé hacia el final y es algo que no debes hacer nunca. No lo hice bien. No estuve a gusto pero tienes que competir con lo que tienes, no me puedo quejar», dijo de la final.
Usain ha sido el foco absoluto del atletismo desde hace una década. Su irrupción en Pekín, con tres oros y sus puesta en escena le convirtieron en el hombre que representaba al rey de los deportes. Su anuncio deja al atletismo huérfano de un rey dentro y fuera de la pista, y abre la cuestión sucesoria. Dando por seguro que no tendrá ni la mitad de carisma. El nuevo rey no será Gatlin, por edad y por pasado. A ese trono aspiran en los 100 metros De Grasse y Coleman, los dos de 21 años, y Trayvon Bromell, de 23, por encima del resto, aunque lo de icono mediático para su deporte parece recaer en Wayde Van Niekerk, el hombre que se ha planteado emular a Michael Johnson en Londres postulándose para ganar el 200 y el 400.
Por las venas de De Grasse corre sangre cariñeba. Su padre nació en Barbados y su madre en Trinidad y Tobago, lo que le convierte en uno más de la saga de esprinters canadienses con raíces en la zona cero de la velocidad, como Donovan Bailey y Bruny Surin. Tiene una mejor marca de 9.91 y ya se ha subido al podio de la velocidad en dos ocasiones: en Pekín y Río. En ambos casos bronce.
Christian Coleman, de la Universidad de Tennesse en la que también se formó Justin Gatlin, se ha convertido en la revelación del año completando una cuenta atrás espectacular que comenzó en el 2015. Sus 9.92 de este 2017, el mejor registro de la temporada, y la plata de Londres le colocan entre los candidatos. Coleman es todo lo contrario de Bolt. Físicamente 21 centímetros más bajo, y en la pista un especialista en los tacos de salida pero un sufridor en los últimos 20 metros.
Trayvon Bromell podría ser el tercero en discordia. Un poco mayor que el canadiense y su compatriota ya ha corrido en 9.84 segundos. Un año antes se había colgado el bronce en el Mundial de Pekín con 9.92, la marca que llevó el sábado a Gatlin a lo más alto del podio. Bromell no estuvo en Londres porque no pasó el durísimo corte de los trials.
Van Niekerk
Al margen de los 100, el gran candidato a icono mundial del atletismo es el sudafricano Van Niekerk, un atleta reconocido por todos y el único que bajó de los diez segundos en los 100, de los 20 en los 200 y de los 44 en los 400, pero parece difícil que el amigo de Usain se pueda centrar en la distancia corta de la velocidad y ese pudiera ser un hándicap para un reinado que por ahora está en el aire. Un día después de Bolt (que ayer fue aclamado al recoger la medalla) llega el desierto.
La ribeirense Ana Peleteiro afronta la final del triple salto sin ninguna presión
Ana Peleteiro afronta esta noche (21.25 horas, Teledeporte y Eurosport) su primera gran final en categoría absoluta a nivel internacional. La barbanzana, de 21 años, superó la calificación del triple salto en el Mundial de Londres después de firmar 14,07 metros, la duodécima mejor marca de todas las participantes. Sin presión alguna, la gallega quiere disfrutar y al mismo tiempo dar guerra en un concurso en donde la venezolana Yulimar Rojas, su compañera de entrenamientos en Guadalajara, es la gran favorita al oro.
Peleteiro firma le mejor temporada de su vida de la mano de Iván Pedroso, su nuevo entrenador, y la guinda fue la calificación. Ahora le puede llegar el premio gordo si supera los 14,22 metros, su mejor marca de siempre. Dispondrá de seis intentos para conseguirlo.
Ortega, a la final de las vallas
Otro de los platos fuertes será la final de los 110 metros vallas, a la que accedió Orlando Ortega, el subcampeón olímpico, al entrar en la repesca por tiempos después de ser cuarto en la semifinal más dura, con un tiempo de 13.23 segundos. El atleta nacionalizado cubano había ganado su serie por la mañana y en la semifinal se acercó a su mejor tiempo de este año, lo que le da alguna opción de poder luchar por las medallas en una prueba muy exigente.
Arranca el 200 sin Bolt
El cuarto día de competición significa el inicio de los 200 metros, otra distancia que se queda huérfana de Usain Bolt. En este caso sin llegar a correr al renunciar previamente. Seguramente porque era consciente de su estado de forma. Sin el plusmarquista mundial de la distancia la foto apunta casi en exclusiva a Van Niekerk para el oro en Londres. Con respecto al 100, repite el jamaicano Yohan Blake, que fue cuarto en la final del sábado, y que es candidato al podio.