La bolsa y la vida para el PSG

Xurxo Fernández Fernández
x. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

GONZALO FUENTES | Reuters

La Champions obsesiona al club, que necesita ajustar su balance económico

12 feb 2018 . Actualizado a las 20:04 h.

Los números rojos parpadean en la caja del PSG, el club con el plantel más caro del orbe. Casi 23 millones de euros separan a la entidad gala de cumplir las exigencias del Comité de Control Financiero de la UEFA. Un desfase inasumible para la mayoría de equipos en las grandes ligas, pero que representa apenas el pico de lo pagado por Neymar. La entidad parisina tiene cuatro meses para ajustar cuentas y dispone de una excelente veta con la que tapar el agujero, aliviando de paso una obsesión. Con el principal torneo doméstico prácticamente resuelto a su favor, el conjunto que dirige Emery vuelve ahora la vista al tablero sobre el que dirime el único asunto que realmente importa a quienes, a golpe de talonario, reunieron en la capital francesa a varios de los mejores jugadores del mundo. Solo vale la Champions. Para conquistarla llegó Al Khelafi hasta el Parque de los Príncipes con un proyecto que le está quedando largo al representante catarí.

Es esta su séptima temporada en el palco del club, a cuyas vitrinas ha visto llegar tres copas y cuatro ligas, alguna tan brillante como la del 2016, cuando la escuadra dirigida por Laurent Blanc concluyó líder con 31 puntos de ventaja sobre el segundo, el Olympique de Lyon. Aquel curso, sin embargo, no pasó de cuartos en el torneo continental, eliminado por el Manchester City. Uno después, el pasado, cayó en la misma ronda, aunque llegó con cuatro goles de ventaja al polémico encuentro del Camp Nou.

Gran fase de grupos

El increíble 6-1 dejó tocado a Emery, ahora ante una oportunidad única de redención. El rival frente al que resurgir, de nuevo un equipo español, es el actual campeón y eliminarlo supondría un imprescindible refuerzo moral de cara a los cruces por venir. Reforzaría además la buena imagen dejada en la fase de grupos, con el 3-0 al Bayern como clímax.

La cuenta de aquel partido la cerró Neymar tras una soberbia jugada de Mbappe. Una muestra del soberbio nivel de los dos grandes fichajes del pasado verano, ambos reclutados por el PSG. El enorme salto en la calidad del plantel no solo instaló en el grupo de favoritos a ganar la Champions al equipo parisino, también instaló un polvorín en su vestuario, donde los egos enormes no tardaron en colisionar.

La mayoría de fricciones han tenido como protagonista al caprichoso delantero brasileño, quien el sábado volvió a demostrarse indispensable: marcó el único gol en la victoria frente al Toulouse. Así cerró la semana de su cumpleaños, festejado con una fiesta multitudinaria con la que desmentir cualquier mal rollo en el plantel. Ahora bien avenido, parece, pero mal equilibrado. Con un grave problema en una línea clave para plantar cara al Real Madrid.

El Bernabéu volverá a ver a Lass Diarra. El centrocampista de contención, de 32 años, fue recuperado para el fútbol hace unos días tras su fallida aventura emiratí. Es la baza de emergencia para disimular la baja de Motta, el único especialista en la recuperación entre las muchas estrellas del PSG. En los partidos de andar por casa es Lo Celso, un argentino de buen pie, quien disimula con frecuencia el descosido, pero Modric y Kroos exigen algo más que un parche y ha sido un exjugador blanco el elegido para reforzar la medular. Llegó gratis, tras los 420 millones de inversión estival, y parece clave para acercar el sueño a París.