El estadounidense tuvo en su mano la victoria y romper una racha de diez años sin majors
23 jul 2018 . Actualizado a las 08:53 h.El apasionante Open Británico que concluyó ayer arrojó otro vencedor moral: Tiger Woods. Tres veces campeón del British y con catorce grandes en su palmarés, el estadounidense tuvo en su mano la victoria (y, de paso, romper una racha de diez años sin majors, desde el US Open del 2008). Llegó a ser líder provisional durante algunos hoyos, antes del 9. Y era algo que no hacía en domingo de major desde Augusta 2011.
Sin embargo, pero un doble bogey en el hoyo 11 y un bogey en el 12 retrasaron al ex número uno del mundo hasta el sexto puesto compartido, a tres impactos del campeón. «Estuve cerca», se lamentó. «Desafortunadamente cometí algunos errores en los últimos nueve hoyos que terminaron costando demasiado, pero la verdad es que estuve cerca de lograr algo realmente bueno», analizaba tras la finalización de la competición.
A pesar de ello, Tiger Woods acaparó todas las atenciones (e ilusiones) durante buena parte de la penúltima jornada, e incluso antes, ya que regresaba al Open Británico después de una ausencia de tres años, motivada por su grave lesión de espalda, de la que le ha costado recuperarse a sus 42 años de edad. En plena pugna por la victoria final, el norteamericano percibía la sensación generada alrededor de su figura. «Siento que jugué muy bien y que me mantuve en la pelea», afirmaba.
Después de este resultado, Tiger Woods se situó por primera vez desde finales de enero del 2015 entre los cincuenta mejores golfistas del mundo. «Esta última jornada ha sido una maravilla. Escuece un poco no haber podido ganar, pero de donde estaba hace unos meses a donde estoy ahora mismo es casi como una bendición. Estoy emocionando por el abrazo que me he dado con mis hijos al acabar. Hasta ahora ellos solo había podido ver sufrimiento», resaltaba el jugador que, al situarse en el top 50 también ha logrado una plaza para el WGC Bridgestone Invitational, que se disputará del 2 al 5 de agosto en el South Course del Firestone Country Club en Akron (Ohio, Estados Unidos).