Siguen las incógnitas sobre Nadal

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ERIC GAILLARD | REUTERS

Los dos primeros torneos de tierra no han aclarado los estados de forma de Nadal y sus rivales

29 abr 2019 . Actualizado a las 09:05 h.

Disputados ya dos torneos de las cinco grandes citas en tierra, podemos sacar ya algunas conclusiones, aunque se mantienen otros interrogantes.

Nadal necesita partidos para conseguir un rendimiento óptimo de cara a Roland Garros

En primer lugar reflejar el estado de forma de Rafa Nadal, vencedor el pasado año de todos los torneos , menos en Madrid donde había sido batido por Thiem. De momento el español ha perdido en la penúltima ronda de Montecarlo y Barcelona ante Fognini y Thiem.

La derrota de Montecarlo frente al italiano, dolorosa, porque se vio la versión más desdibujada del balear, desconcertado, sin confianza ni seguridad para hacer frente a uno de los poquísimos rivales que han cuestionado la deportividad del español. La de Barcelona frente a un gran Thiem, Rafa mejoró mucho su juego, y, como declaró posteriormente en la rueda de prensa, fue un partido en el se acercó en muchos momentos al nivel que pretende para poder volver a ganar en París, objetivo principal de la gira en tierra batida, la superficie que mejor se adapta a sus condiciones y donde ha conseguido récords estratosféricos, inimaginables antes de su aparición en el circuito.

Rafa necesita partidos para su rendimiento óptimo, y el encontrarse bien frente al que siempre se señala como su sucesor, como el dominador de la tierra batida en el futuro, mejora su confianza. Madrid, por la altura, le hace más asequible para sus rivales, pero si las lesiones le respetan Nadal será favorito en Paris.

Djokovic decepcionó en Montecarlo y a Federer no se le verá antes de Madrid

La segunda incógnita que nos planteábamos al comienzo de Montecarlo, era que versión de Djokovic nos íbamos a encontrar: la del jugador intratable que domina el circuito dando la sensación de imbatible, o la del jugador inestable, con altibajos y pérdida del control, capaz de perder con jugadores muy inferiores a él. El serbio, desde su lesión, y sobre todo desde su crisis competitiva, necesitó recuperar su equilibrio emocional para volver a la cima. Vista su pobre actuación en el Principado, (donde reside), se mantiene la incógnita de su recuperación, que de producirse, le situaría obviamente en uno de los principales favoritos a la victoria en los torneos venideros. Madrid nos ilustrará sobre su verdadero estado de forma.

Con estos antecedentes, de que ni Rafa Nadal, ni Novak Djokovic están en su mejor momento, la presencia de Roger Federer, a priori en Madrid y Paris, provoca la incertidumbre de si el suizo afrontará ambas citas como una preparación competitiva para Wimbledon, o vista la situación, intenta disputar la victoria en Paris, lo que de conseguirlo sería una gran sorpresa.

En principio, optar por el triunfo en la Caja Mágica, si parece una posibilidad factible para el fenómeno suizo, pero Roland Garros se antoja como un reto casi imposible, que además podría hacerle perder sus posibilidades en Wimbledon, el escenario más propicio para poder sumar otro Grande a su formidable palmarés. Esto es el análisis lógico, pero Roger al igual que Rafa, es capaz de conseguir logros que rompen los pronósticos.

Las alternativas de Zverev, Thiem o Medvedev

Otro de los puntos que apuntábamos era la actuación de los jóvenes encabezados por Zverev y Thiem. El austríaco que cayó en octavos en Montecarlo, ganó en Barcelona con autoridad y confirmó que hay que contar con él, mientras que el alemán parece sumido en un bache considerable. En el torneo monegasco cayó en octavos, y en Barcelona en segunda ronda ante el chileno Jarry, una de las sorpresas, junto a su compatriota Garín.

Tsitsipas, finalista el pasado año en la ciudad condal, solo pudo alcanzar ahora los octavos de final, la misma ronda que ahora alcanzaron jóvenes como McDonald, Aliasime o Munar, mientras que Fritz, Norrie y Herbert lo habían logrado en el torneo del principado, en el que Pella y Coric jugaron a un excelente nivel, y donde Sonego y, sobre todo, Lajovic fueron las grandes sorpresas. Hay que señalar la actuación de Medvedev, que no había ganado nada más que dos partidos sobre tierra en toda su trayectoria, pero alcanzó las semifinales en Montecarlo y la final en Barcelona, algo impensable.

Máxima expectación en Madrid para ver la evolución tanto de favoritos como de aspirantes, y con la despedida de David Ferrer. Para muchos jugadores, el torneo madrileño, al igual el de Roma, serán una meta en si mismo. Para otros como Thiem, Djokovic y, sobre todo, Rafa Nadal, un paso más, para sin renunciar a nada, llegar a punto a la gran cita de Paris.