Hegerber, la primera mujer Balón de Oro, planta el Mundial en su lucha por la igualdad

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BENOIT TESSIER | REUTERS

La internacional Noruega, que escuchó sobre el escenario de la gala el polémico «¿sabes perrear»? mantiene su renuncia a competir con su país tras denunciar discriminación

07 may 2019 . Actualizado a las 10:40 h.

Noruega disputará el próximo Mundial de Francia -entre el 7 de junio y el 7 de julio- sin su máxima estrella. Seguro que hasta los más profanos del balón recuerdan a Ada Hegerber. El pasado diciembre se convertía en la primera mujer en recibir el Balón de Oro. Un cetro que coronaba a esta joven noruega, de 23 años, como la mejor futbolista del planeta. Recibió su galardón en una controvertida gala. Martin Solveig provocaba su evidente gesto de contrariedad tras preguntarle si sabía perrear. Hegerber no fue capaz de contener su desprecio a la cuestión. Sólo le faltaba el chiste machista a una nórdica que tenía a su país patas arriba en la lucha por la igualdad, no solo salarial, también de condiciones con los hombres. 

Su presión fue clave para que, a finales del 2017, la federación noruega se viera obligada a firmar, ante la presencia de los capitanes de las selecciones masculina y femenina y la asociación de jugadores, el acuerdo que establecía la paridad económica entre los internacionales. Desde el 2018, hombres y mujeres cobran allí lo mismo por cada participación con su combinado nacional. Insuficiente para Hegerber, que había decidido abandonar las convocatorias con su país tras la Eurocopa del 2017, alegando en un comunicado discriminación respecto a la selección masculina. «No solo es el dinero, es la preparación, la profesionalidad. Se lo dejé bien claro cuando tomé la decisión de dejar la selección. Sé cuáles son mis valores, sé lo que quiero. Es fácil tomar decisiones duras cuando sabes por lo que luchas», se despachaba ante la CNN tras hacer pública su renuncia.

 

Hegerber, que milita desde el 2014 en el Olympique de Lyon -con el que ha ganado tres veces la Liga de Campeones, final que volverá a disputar el próximo día 18 ante el Barcelona- y comenzara su carrera en el Stabæk de su país, está dispuesta a sacrificar su carrera profesional, su trayectoria internacional, bajo el escudo de pretender una mejora para las generaciones venideras. «Claro que me gustaría jugar con mi país. He sido muy crítica y muy clara con la federación acerca de lo que creo que no ha sido bueno en mi trayectoria con mi selección». Pese al equilibrio salarial, la futbolista que se había enfundado la elástica noruega en 66 partidos y marcado 38 goles, mantenía su renuncia: «Las niñas siguen sin tener las mismas oportunidades que los hombres». Y Hegerber hablaba de infraestructuras, de las condiciones en las que se concentraban unos y otras, de los medios con los que contaban los equipos base masculinos y femeninos, de cómo entrenaban.... 

El dinero no ha llegado para contentarla. El seleccionador Martin Sjogren anunciaba el pasado miércoles la lista de 23 futbolistas que estarán en el Mundial de Francia y su nombre no estaba.

El Balón de Oro, la mejor jugadora del mundo -quizá solo en discusión con la canarinha Marta- sigue sin dar su brazo a torcer. «Creed en vosotras, no paréis nunca» sembró desde el escenario tras recoger su trofeo dorado. Y sigue sin parar.