Siete cosas que debes saber sobre el nuevo escenario del fútbol tras el coronavirus

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

BENITO ORDOÑEZ

Prioridad a la conclusión de los campeonatos nacionales,partidos en julio y agosto y flexibilidad contractual forman parte del plan de reinicio

02 abr 2020 . Actualizado a las 09:16 h.

El fútbol europeo se resiste a darse por vencido e intentará que las competiciones de la actual temporada se terminen, aunque sea en el mes de agosto. Hay mucho dinero en juego, además de la enorme injusticia que supondría dejar sin efecto una temporada en la que muchos equipos tenían depositados sueños de ascensos o de títulos. Esa fue la conclusión a la que llegaron las 55 federaciones nacionales que conforman la UEFA, en una reunión por videoconferencia que sirvió para diseñar el posible escenario con el que se encontrarán cuando el Covid-19 esté controlado.

¿Hay una fecha estimada de reinicio?

Sí, aunque con mucha cautela. Desde la UEFA consideran realista que el balón podría volver a rodar en los estadios en el mes de junio. Serían, eso sí, partidos a puerta cerrada, puesto que todavía sería poco aconsejable reunir a miles de personas en un mismo lugar. El plan b fija el regreso en a finales de junio o principios de julio.

¿Cómo será el calendario de esta temporada?

Una de las primeras medidas que anunció la UEFA ayer fue la renuncia a las fechas reservadas a las selecciones. Así libera junio y parte de julio para que se lleguen a disputar de forma intensiva partidos de competiciones nacionales cada tres días. En España hay pendientes 11 jornadas en Primera y Segunda (12 para Rayo y Albacete, con un encuentro pendiente); en Inglaterra y en Alemania son 9 y en Italia 12. A priori, la UEFA dará prioridad a que concluyan estos torneos, algo que sucedería como muy pronto a mediados de julio. Las rondas finales de la Champions (algunos partidos de vuelta de octavos y de cuartos en adelante) y de la Liga Europa (desde octavos) podrían alternarse con las ligas (con partidos entre semana) o quedar para el final. Los partidos por el título de estas dos competiciones, que ya habían sido aplazados a finales de junio, quedan sin fecha, con principios de agosto como encaje más probable.

¿Quién debe decidir las fechas del nuevo calendario de Liga y de la final de Copa del Rey?

Lo dictado ayer por la UEFA es importante, porque marca la hoja de ruta a seguir, pero ahora son las federaciones nacionales las que deben determinar las fechas concretas de los calendarios de competición, en ese margen establecido. En el caso de las ligas profesionales españolas, sería una comisión mixta formada por Liga y RFEF (enfrentadas desde hace años) la que determinaría cuándo se juega. Para el resto de competiciones, será la RFEF la que diga cuándo se celebren las ligas nacionales, y las territoriales las que se encargarán cada una de sus competiciones autonómicas (en el caso de la Gallega, de Preferente hacia abajo), pudiendo incluso cancelarlas de forma definitiva como hizo Inglaterra con el fútbol no profesional.

En el caso de la final de la Copa, es la RFEF quien tiene la plena potestad y podría celebrarse coincidiendo con partidos europeos, pues ni Athletic ni Real Sociedad se verían afectados.

¿Qué pasa con los contratos de los jugadores?

No es el mayor problema ahora. Los futbolistas son los primeros interesados en que se terminen las competiciones para recuperar parte del dinero perdido durante este parón. Además, legalmente, basta con que la UEFA y las federaciones nacionales varíen la duración de las temporadas y de los períodos de fichajes para así prolongar automáticamente los vínculos. El jurista Rafael Alonso explicaba hace unos días en La Voz que la mayoría de futbolistas firman los contratos por temporadas y que la fecha de finalización de 30 de junio sería simbólica. A mayores, clubes y jugadores también podrían firmar cláusulas contemplando este caso excepcional, para darle más seguridad jurídica al acuerdo.

¿Está garantizado que finalicen las ligas?

Todos quieren terminar, pero nada es seguro mientras la pandemia avanza. A partir de ahí, dependerá del ritmo al que se despachen las jornadas. Según El País, se contemplan hasta tres y hasta cuatro partidos por semana. FIFPro ya advirtió que los encuentros se espaciarían un mínimo de 72 horas. Lo mismo indicó la AFE, inmersa en una profunda división, lo que podría propiciar que una decisión de ese calado se sometiese incluso a votación entre los miembros. ¿Y si un jugador es contagiado? El plan saltaría por los aires, como cuando el Madrid inició su cuarentena.

¿Pueden cambiarse los formatos de competición?

Es una posibilidad. Cada federación nacional decidirá lo suyo. En Inglaterra se debatirá mañana terminar la Liga con todos los equipos concentrados en una o dos ciudades del centro del país para jugar lo que queda en un campo neutral. Incluso la Champions o la Liga Europa podría resolverse con una final a cuatro o a ocho en una sede alejada de los focos de contagio. Todo esto son cábalas. Dependerá de cuándo pueda comenzar a rodar el balón.

¿Y la próxima temporada?

Con la cantidad de partidos pendientes, si no se acortan los torneos continentales con un formato más reducido, o se juega cada dos días, la próxma temporada no empezaría antes de octubre. Teniendo en cuenta que la Champions y la Europa League podrían alargarse hasta principios de agosto, se barajaría que la temporada 2020-2021 podría estar lista para arrancar en octubre.

Es decir, contando que el curso actual termine el 9 de agosto, como fecha de partida, y que los jugadores tienen firmado por convenio un mínimo de 21 días de vacaciones, la pretemporada podría arrancar para los equipos entre el 31 y los primeros días de septiembre (en el caso de los conjuntos que disputasen las finales europeas o los últimos partidos de play off de ascenso). Sería una preparación esprint, para volver a la competición el primer fin de semana en octubre. Si se retrasase aún más, las competiciones del curso 2020-2021 tendrían que acortarse.

Según algunos medios, Liga y AFE ya están negociando sobre ese posible escenario, con posibilidad de jugar en Navidad para recuperar las fechas perdidas hasta entonces.