Rubén Sánchez, árbitro de voley y médico en el HUCA: «Ser un equipo es clave en las salas de urgencias»

La Voz OVIEDO

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Rubén Sánchez, árbitro de voleibol y médico en Siero.
Rubén Sánchez, árbitro de voleibol y médico en Siero. RFEVB

El ex jugador afirma que el COVID-19 ha obligado a reorganizar la asistencia, a priorizar la atención telefónica para el triaje y mantener el distanciamiento social sin abandonar el control de los pacientes crónicos

14 abr 2020 . Actualizado a las 18:00 h.

El árbitro de voley Rubén Sánchez, de 29 años, es uno de los héroes con bata que está enfrentándose al coronavirus. Este asturiano, médico de familia en Siero y en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), encuentra en su experiencia en este deporte un refuerzo positivo para frenar al virus: «el espíritu de equipo se nota en la pista, y en las salas de urgencias». «Somos muchos profesionales de diferentes estamentos los que participamos en la asistencia a los pacientes, cada uno tiene unas responsabilidades y que todas se ejecuten coordinadas y que nos entendamos es clave. Conocer a tu equipo y tener empatía es importante», comentó Sánchez, residente de último año de Medicina de Familia y Comunitaria.

El ex jugador, que sigue vinculado al voley como árbitro de Superliga Masculina y Liga Iberdrola, está preparándose también para dar el salto al arbitraje internacional, pero nada de eso le ha impedido sacar su especialidad y dedicarse a ella en el Centro de Salud de Pola de Siero y en el Hospital Central Universitario de Asturias, donde el Covid-19 «lo ha trastocado todo». «El coronavirus ha cambiado el día a día de toda la población y a nosotros nos ha obligado a reorganizar por completo nuestra asistencia. Priorizamos la atención telefónica para realizar el triaje y mantener el distanciamiento social sin abandonar el control de nuestros pacientes crónicos», explicó el árbitro asturiano.

La crisis sanitaria a la que se enfrentan los sanitarios tras la expansión del coronavirus es, en palabras del propio Sánchez, «la peor situación internacional de nuestra historia reciente», algo que obliga a los profesionales a tener una calma añadida de la que el asturiano tiene grandes dosis. «Me suelen decir que me mantengo tranquilo cuando tenemos que atender un paciente grave. Se asemeja a un partido con todo el pabellón lleno y los dos equipos buscando ganar. El árbitro está en medio, juzgando cada acción, y eso requiere tener la mente fría, pensar y decidir rápido qué es lo más justo para los jugadores. Pienso igual en lo mejor para los pacientes», ilustró el médico.

Para el árbitro asturiano, candidato a colegiado internacional, la única manera de revertir la pandemia es enfrentándolo desde la unidad y con un nuevo símil voleibolístico aboga por afrontar las dificultades organizándose cada vez mejor ante un enemigo tan complejo como el Covid-19. «Este virus tiene una alta virulencia, está infectando a mucha población y está falleciendo mucha gente. Es momento de hacer equipo, aunar fuerzas y cada uno desde su posición, remar en el mismo sentido. Si la situación es difícil, tiempo muerto y desde el banquillo a reorganizarse. Es la única manera de vencer», apostilló el propio Sánchez.

El poder del deporte

El asturiano, que hace un llamamiento a las figuras internacionales del voley y a los clubes del país, aboga por dar ejemplo a través del deporte para que toda la sociedad entienda que cada individuo no solo está involucrado, sino que tiene un papel fundamental en esta lucha en la que profesionales como él están en primera línea de batalla. «Hay que dar ejemplo y hacer llamamiento para que la gente se quede en casa. También es necesario el entretenimiento, toda iniciativa es necesaria», recordó el médico de familia a la vez que puso de ejemplo a la propia Federación de Voleibol, que ha cedido su Centro Internacional de Voley Playa (Lorca) para alojar a los profesionales que deciden no volver a sus domicilios.

Sánchez, haciendo gala de la calma con la que trata de ejercer sus dos profesionales, no solo tuvo mensajes de responsabilidad, sino que también quiso trasladar un mensaje optimista al que los sanitarios son los primeros en aferrarse pese a la crudeza de la situación: «saldremos de esta como lo hemos hecho ya de otras». «En Asturias nos enseñan que al Cantábrico no se le tiene miedo, se le tiene respeto. Al Coronavirus, igual. No perdamos la cabeza, que el miedo lleva al pánico y en ese estado no se piensa bien ni se toman las mejores decisiones. Tomemos las precauciones necesarias y no nos obsesionemos, lo mejor que hacemos es quedarnos en casa», concluyó el candidato a árbitro internacional, informa EFE.