Sol Martínez, la ovetense que aspira a ser ser olímpica por Argentina

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La gimnasta vuelve a la competición internacional en la Copa del Mundo de Sofía

25 mar 2021 . Actualizado a las 18:19 h.

Sol Andrea Martínez Faimberg, la ovetense de nacimiento y que está considerada la mejor gimnasta argentina, ya que cuenta con la doble nacionalidad, volverá a la competición internacional mañana en la Copa del Mundo de Sofía (Bulgaria) después de año y medio. Martínez no descarta luchar por una plaza olímpica para Tokio, aunque su objetivo «real» se centre en la siguiente cita en París 2024.

«Está claro que es muy complicado acceder a una de las tres plazas que estarán en juego en las pruebas de Copa del Mundo, pero nada es imposible y por ello hay que luchar por conseguir ese sueño aunque no sea el objetivo más realista, sino sembrar de cara a los siguientes Juegos en París», señaló en declaraciones a Efe horas antes de iniciar la competición en la capital búlgara.

La gimnasta nacida en Oviedo, que cuenta con doble nacionalidad -española y argentina- cree que las tres competiciones en las que estará presente, Sofía, Tashkent (Uzbekistán) y Pesaro (Italia), han de servirle para «crecer y darme a conocer a nivel internacional con la mirada puesta en 2024».

Sol Andrea Martínez, que se convirtió desde su llegada a la selección albiceleste en 2015 en la mejor gimnasta argentina del momento, forma parte del grupo de entrenamiento de Ruth Fernández en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de León.

La entrenadora, que ya participó en dos Juegos Olímpicos -Londres 2012 y Río de Janeiro 2016- con la leonesa Carolina Rodríguez ha recomendado a su nueva pupila «tranquilidad, porque el trabajo, a pesar de las circunstancias vividas en pandemia, ya está hecho y solo se trata de demostrarlo en el tapiz».

Martínez cree que esta etapa, que ha calificado como «extraña», por el confinamiento domiciliario y las restricciones a la hora de realizar con normalidad los entrenamientos, ha supuesto «ganar en otros aspectos que quizá estaban en un segundo plano, pudiendo perfeccionar la flexibilidad, el equilibrio o los giros y en el plano psicológico quizá se sale más reforzada».