Boris Becker, trasladado a una zona más «amigable» de prisión por sus quejas

La Voz

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Paul Childs | REUTERS

El alemán habría protestado por el reducido tamaño de su celda, la falta de higiene y las pequeñas porciones de la comida que le dan

19 may 2022 . Actualizado a las 17:32 h.

El extenista Boris Becker fue condenado a dos años y seis meses de cárcel por delitos financieros relacionados con su quiebra en el 2017. Una sentencia que le llevó a ingresar en HMP Wandsworth, una prisión cerca de Wimbledon donde la violencia y las drogas están a la orden del día. Al igual que la superpoblación de reclusos.

Sus primeras semanas no han sido nada fáciles para el alemán. Ya ha tenido que ser trasladado a otra ala del centro, el Bloque E. Tal y como recoge The Sun, es una zona más «amigable». A diferencia de donde se encontraba anteriormente, donde debía estar encerrado 22 horas al día, ahí se permite una mayor movilidad a los presos. «Trinity tiene una supervisión más relajada. Los presos tienen más oportunidades de salir de sus celdas para, por ejemplo, trabajar, educarse o hacer deporte», expresa un testimonio de un exrecluso.

Adaptarse a esta nueva etapa de su vida no está siendo sencilla para Becker. Más allá de sus quejas con la comida, el extenista protestó por la falta de higiene y por el poco espacio que tenía en su celda. Incluso habría llegado a pedir a los guardias que dejaran la puerta de esta abierta.

«Lo peor de todo es la comida. No puede creer lo mal que está y lo pequeñas que son las porciones. Una de sus primeras comidas fue carne en conserva, que no era buena», apuntan desde The Sun. Fue, precisamente, la calidad de los alimentos lo que le llevó a gastarse sus 10 libras semanales en comprar dulces.

Mientras que supera este mal momento, Becker se consuela pensando en una reducción de su condena. Desde el tabloide señalan que espera regresar a Alemania mucho antes de las Navidades.