Hervé Renard, el técnico que amargó el debut de Messi en el Mundial tras trabajar de basurero

Iván Díaz Rolle
IVÁN ROLLE REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Mohamed Messara | EFE

El seleccionador de Arabia Saudí, que compartió vestuario con Zidane, sobrevivió con precarios trabajos antes de arrancar una brillante carrera como técnico en países exóticos

24 nov 2022 . Actualizado a las 13:16 h.

El ideólogo de la trampa que frenó a Messi en su debut ya es uno de los indiscutibles iconos futbolísticos del Mundial de Catar. Hervé Renard consiguió que su equipo, Arabia Saudí, ahogase a Argentina con una defensa adelantada que provocó diez fueras de juego y una efectividad total en sus dos remates. Un plan perfecto que supone el momento más álgido de una trayectoria vital digna de Hollywood. El entrenador francés de 54 años, que compartió vestuario con Zinedine Zidane en el Cannes durante una discreta carrera como futbolista, se ganó la vida con duros trabajos antes de comenzar a brillar en los banquillos.

«No olvido los ocho años en los que me levantaba a las 3 de la mañana para ir a recoger basura y limpiar edificios. El fútbol es mágico, pero eso me ayuda a mantener todo en perspectiva», explicó en una entrevista para Reuters.

Esa misma capacidad de sacrificio mostró también cuando le dieron la oportunidad de hacerse entrenador. Tras dirigir a varios clubes humildes en Francia, Claude Le Roy le ofreció ser su segundo en el Shanghái Cosco, en China. Tras regresar a Europa para entrenar en Inglaterra y Francia, Renard se atrevió a dar el salto a África para afrontar aventuras muy diferentes. Su éxito fue total.

Tanto que lo apodan «el mago blanco» y es el único seleccionador que ha conquistado la Copa África con dos naciones distintas: con Zambia en el 2012 y con Costa de Marfil en el 2015. Con los primeros también triunfó en la Copa Cosafa. Las selecciones de Angola, Argelia y Marruecos, así como el Sochaux y el Lille en efímeras experiencias en la Ligue 1, también se pusieron en sus manos. 

Apasionado del trabajo físico

Siempre con camisa blanca en los partidos, por superstición, Didier Deschamps, que también fue su compañero en las categorías inferiores de la selección, dijo de él que era «el chico guapo de la costa». No en vano, se aplica los mismos métodos de trabajo físico que exige a sus futbolistas. «Nos exigía un ritmo de trabajo que él también mostraba en el gimnasio. La pretemporada con él fue y sigue siendo la más difícil que he hecho. Solía tenernos haciendo flexiones durante dos minutos y recuerdo sufrir como un perro», confesó a The Guardian John Ruddy, que estuvo a sus órdenes en el Cambridge.