Esta es la Asturias a la que sueñan volver los exiliados laborales

Natasha Martín REDACCIÓN

EMIGRACIÓN

Eugenia Suárez Serrano, vicerrectora de Acción Transversal y Cooperación con la Empresa de la Universidad de Oviedo; Carlos García-Mauriño, presidente de Compromiso Asturias XXI; y el representante del Principado de Asturias en el acto de inauguración de la jornada por el 10º aniversario de Compromiso Asturias XXI
Eugenia Suárez Serrano, vicerrectora de Acción Transversal y Cooperación con la Empresa de la Universidad de Oviedo; Carlos García-Mauriño, presidente de Compromiso Asturias XXI; y el representante del Principado de Asturias en el acto de inauguración de la jornada por el 10º aniversario de Compromiso Asturias XXI

Profesionales de distintas áreas abogan por la innovación y el intercambio de talento en la jornada por el décimo aniversario de Compromiso Asturias XXI

23 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En un mundo globalizado en el que grandes aplicaciones como Facebook se han creado en la oscuridad de un garaje, parece que nada es imposible, siempre y cuando se sepa cómo desarrollar una buena y idea y, sobre todo, cómo venderla para obtener un beneficio, no solo económico a nivel individual, sino para la ciudad, región o país en el que dicha idea nace. Siendo así, regiones uniprovinciales como Asturias, cuyas infraestructuras y masa productivas son muy concretas, se quedan a menudo a la espera de tomar el próximo tren. El Principado se ha de enfrentar a grandes retos si quiere que su nombre resuene más allá de sus fronteras y todos ellos se debaten en el paraninfo del edificio histórico de la Universidad de Oviedo de la mano de Compromiso Asturias XXI y una batería de ponentes nacidos en la región que hoy desempeñan grandes puestos en el extranjero y en la región.

Moderado por Diego Canga, Jefe del Gabinete del Presidente del Parlamento Europeo, quien, citando a Mujica con la idea de que «lo que no crece, perece», lanzaba un mensaje claro: «Hemos hecho muchas cosas como asociación movidos simplemente por nuestro amor a Asturias, pero lo siguiente que tenemos que hacer es invertir dinero en el Principado, especialmente en la creación de startups asturianas para ayudar a los jóvenes a crear empleo».

En relación a esa idea, Amador Menéndez, investigador y doctor en Química en el Instituto Tecnológico de Materiales, compartió su experiencia como investigador en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) para apostar por el trinomio ciencia-tecnología-empresa en Asturias con una idea romántica: cambiar el mundo. «Tenemos que ser capaces de dar el salto para que los productos que se crean en los institutos de investigación salgan al mercado. Pero también hay que apostar por proyectos de alto riesgo, que son los que al final cambian el mundo», comentó durante su ponencia. Idea estrechamente relacionada con la necesidad de innovar en la región, tanto para mejorar proyectos ya existentes como para aventurarse con los nuevos. Para lo cual, como bien expuso Javier Sesma, director general de ThyssenKrupp, es vital agilizar tanto los negocios como la formación. «Tiene que estar en nuestro ADN ser capaces de reinventarnos constantemente», aseguraba.

La emigración y el retorno

«Siempre hay maneras de mejorar», comentaba Eva Abad, gerente de calidad de Novartis en Suiza. Hoy en día más del 80% de los jóvenes españoles quiere trabajar fuera de país, en Asturias el porcentaje es aún mayor. El debate sería analizar el porqué de esa predisposición cuando en países como Alemania sucede justo lo contrario, según los datos que expuso Isabel Pumares, experta en Recursos Humanos y extrabajadora de DuPont y del CERN.

La experiencia de empezar una carrera profesional en el extranjero es siempre una oportunidad para adquirir una experiencia que puede retornar. Acorde con el testimonio de Pumares, que tras décadas en el extranjero regresará a Asturias muy pronto, «el expatriado que vuelve suma, ya que puede aportar distintas maneras de trabajar, de gestionar proyectos, de liderezgo, una lectura más crítica de cómo se están haciendo las cosas en Asturias desde una visión externa».

En esta línea, el programa de mentoring que desarrolla la asociación es un gran apoyo a través del cual los profesionales aconsejan a los estudiantes sobre cómo enfrentar su futuro. Y un consejo que siempre traslada Abad es que «el aprendizaje de los idiomas es esencial». «A mí no solo la universidad me abrió las puertas con su programa de becas, sino poder hablar inglés, alemán, francés y un poco de italiano».

Pero no todo el peso recae en los aspirantes, las empresas también tienen su responsabilidad. Pumares señalaba que ya no vale ofertar un empleo, «si queremos retornar talento hay que salir a buscarlo».

Asturias como motor

La región se enfrenta al reto de dar a conocer lo que sucede tras la muralla de sus montañas. Sesma achacaba el problema principal a una falta de comunicación. «Lo que pasa es que no contamos lo que sucede y fuera aquí no se concoce». Para reconocer las cualidades de la región es importante «crear ecosistemas conectados en base a cuatro ejes interrelacionados: industria, innovación, educación y empleo», señalaba. Así como empezar a apostar por sectores técnicos, «pues ahí es donde habrá una gran falta de profesionales en 2020».

Para conseguir entrar dentro de esa marea es indispensable «mirar cómo va evolucionando la sociedad para adaptarse», apuntaba Lucía García Linares, directora en Toyota Motor Europa. Sin olvidar la necesidad de desarrollar una gran capacidad de resilencia. Como señalaba Ángel Marinero, director general de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo en la Junta de Castilla y León, «tenemos que ser capaces de sobreponernos a las dificultades. Solo si sabemos quiénes somos podremos recuperarnos y hacer frente al futuro».